Por
Roberto López
“La imprenta es tan útil como los pertrechos de guerra y ella es la artillería del pensamiento”
Hoy
27 de junio se celebra el día del periodista. El origen de esta fecha
está en que un 27 de junio de 1818 circuló por primera vez el Correo del
Orinoco, periódico editado por Simón Bolívar durante la etapa decisiva
de la guerra de independencia.
El Correo del Orinoco circuló entre 1818 y 1822. En ese lapso aparecieron 133 números, entre ellos algunos extraordinarios como los que anunciaron las victorias en Boyacá y en Carabobo.
Para hablar de Bolívar y el periodismo hay que establecer el contexto de la época:
Es evidente que para inicios del siglo XIX los medios de comunicación no jugaban el papel tan preponderante que hoy juegan en pleno siglo XXI. El principal medio eran precisamente los periódicos, en una sociedad mayoritariamente analfabeta, como era el territorio venezolano en ese entonces. Por tanto, el alcance de la acción comunicadora llevada a cabo por Bolívar y demás patriotas se circunscribía a determinados y minoritarios grupos sociales. Aunque es probable que las ideas transmitidas por escrito inicialmente, se difundieran luego por lo que ahora llamamos “radio bemba”, a través de comentarios de boca en boca; aunque es obvio que la fuerza del mensaje escrito se va perdiendo en la medida en que se difunde por medios orales.
Cuando Bolívar publica el Correo del Orinoco, esta respondiendo a la campaña similar que desde Caracas se hacía en contra de la independencia a través de la Gazeta de Caracas, cuyo editor era el realista José Domingo Díaz, feroz enemigo de los patriotas, y quien dijera lo siguiente sobre nuestro Libertador: “La imprenta es la primera arma de Simón Bolívar, de ella ha salido el incendio que devora a América, y por ella se ha comunicado con el extranjero”.
El período en que se publicó el Correo del Orinoco fue precisamente en el que se decidió el destino de la guerra de independencia. La importancia del periódico como parte de la estrategia político-militar bolivariana está resaltada en esta circunstancia: la difusión de las ideas de independencia mediante la prensa revolucionaria.
Simón Bolívar, al igual que Francisco de Miranda, consideró que la prensa era un arma fundamental dentro de la estrategia independentista. En su expedición de 1806, Miranda traía consigo una imprenta. Bolívar por su parte, en la campaña de los andes peruanos y bolivianos, llevaba una imprenta a lomo de mula y editaba un periódico que se llamaba “El centinela en campaña”.
Bolívar en su labor periodística hizo énfasis en aspectos principales de lo que debe ser una prensa revolucionaria:
· Bolívar divide al Correo del Orinoco en lo que hoy se llamarían “cuerpos”, estableciendo una jerarquía de las noticias. Primero deben ir los comunicados oficiales. Luego, la política internacional. En tercer término, los problemas del país, la situación económica. Finalmente, lo “curioso”, lo “anecdótico”, que hoy pudiéramos llamar la crónica y el reportaje.
· Bolívar se preocupaba por la redacción, por el estilo, la ortografía, el tamaño de las letras, por la diagramación general del periódico.
· Prefería un periódico grande, de un pliego, a pequeños pasquines.
· Hacía énfasis en los textos cortos, de fácil y atrayente lectura. Bolívar escribió en frases concisas. Odiaba la retórica. Nunca escribió más allá de pocas decenas de cuartillas. Su intención era comunicar ideas políticas destinadas a la acción inmediata, más que explayarse en conceptos filosóficos que fundamentaran la lucha de independencia. “El lenguaje debe ser sencillo, directo”. “Que los artículos sean cortos, que sean agradables, que sean fuertes, que sean picantes”.
· Igual énfasis tenía en los títulos. El título debía ser atrayente. Debía hacer referencia al contenido del texto, y en cierta forma, resumirlo. Esto lo proponía por aquello de la poca capacidad de lectura de la población, y estaba consciente de que muchas veces sólo iba a ser leído el título de los artículos. “Titule, titule, porque los títulos llaman la atención del público, pero debe tenerse mucho cuidado de la sección corresponda al título”.
· Otra característica de Bolívar es lo que hoy llamaríamos “encuesta de opinión”. Bolívar llegaba a cada pueblo y se informaba sobre las necesidades de la región, sobre las quejas y requerimientos que los pobladores hacían a las fuerzas patriotas.
· Finalmente, Bolívar usó también la desinformación como estrategia político-militar. Orientó a Santander a realizar ediciones falsas de la Gaceta de Bogotá, con el fin de desorientar al enemigo con noticias falsas sobre la situación en España. Esa edición falsa iba acompañada de una edición verdadera que era la que se difundía más ampliamente.
Bolívar fue un revolucionario profesional, y su labor como comunicador estuvo concebida como parte de la estrategia revolucionaria para conquistar la independencia de España. Su objetivo era también difundir internacionalmente la causa patriota. Gracias al Correo del Orinoco y otros periódicos independentistas, la causa de la independencia hispanoamericana se dio a conocer en toda Venezuela, en todo el continente latinoamericano, en Europa y en los Estados Unidos, concitando apoyos, difundiendo nuestro programa emancipador y aclarando las dudas y tergiversaciones que al respecto existían.
El ejemplo de Bolívar al utilizar la fuerza periodística como estrategia comunicadora, asociada a la estrategia política y militar que finalmente permitió conquistar la independencia, constituye hoy una referencia para la revolución bolivariana. Este proceso revolucionario necesita de comunicadores como Simón Bolívar y de medios de comunicación como el Correo del Orinoco. Que cumplan ese papel utilizando las nuevas tecnologías del siglo XXI. Los líderes del proceso, los que están al frente del partido, al frente de las instituciones del estado, deben ser ante todo comunicadores. Es una tarea que no debe ser dejada a la iniciativa individual, tiene que ser una labor organizada nacionalmente, regionalmente, localmente, un esfuerzo simultáneo que cuente con el apoyo del estado y que se fundamente también en las organizaciones populares. Hay que engranar el excelente papel comunicador jugado hasta ahora por el presidente Chávez, con las iniciativas que desde los consejos comunales y otras organizaciones del poder popular se implementen con el fin de enfrentar la ofensiva mediática del imperio.
Quien gane las batallas de las ideas, ganará la batalla por la construcción del socialismo en esta Venezuela bolivariana y en todo el continente latinoamericano.
“Los soldados ganan batallas, y el Correo del Orinoco gana la guerra”.
El Correo del Orinoco circuló entre 1818 y 1822. En ese lapso aparecieron 133 números, entre ellos algunos extraordinarios como los que anunciaron las victorias en Boyacá y en Carabobo.
Para hablar de Bolívar y el periodismo hay que establecer el contexto de la época:
Es evidente que para inicios del siglo XIX los medios de comunicación no jugaban el papel tan preponderante que hoy juegan en pleno siglo XXI. El principal medio eran precisamente los periódicos, en una sociedad mayoritariamente analfabeta, como era el territorio venezolano en ese entonces. Por tanto, el alcance de la acción comunicadora llevada a cabo por Bolívar y demás patriotas se circunscribía a determinados y minoritarios grupos sociales. Aunque es probable que las ideas transmitidas por escrito inicialmente, se difundieran luego por lo que ahora llamamos “radio bemba”, a través de comentarios de boca en boca; aunque es obvio que la fuerza del mensaje escrito se va perdiendo en la medida en que se difunde por medios orales.
Cuando Bolívar publica el Correo del Orinoco, esta respondiendo a la campaña similar que desde Caracas se hacía en contra de la independencia a través de la Gazeta de Caracas, cuyo editor era el realista José Domingo Díaz, feroz enemigo de los patriotas, y quien dijera lo siguiente sobre nuestro Libertador: “La imprenta es la primera arma de Simón Bolívar, de ella ha salido el incendio que devora a América, y por ella se ha comunicado con el extranjero”.
El período en que se publicó el Correo del Orinoco fue precisamente en el que se decidió el destino de la guerra de independencia. La importancia del periódico como parte de la estrategia político-militar bolivariana está resaltada en esta circunstancia: la difusión de las ideas de independencia mediante la prensa revolucionaria.
Simón Bolívar, al igual que Francisco de Miranda, consideró que la prensa era un arma fundamental dentro de la estrategia independentista. En su expedición de 1806, Miranda traía consigo una imprenta. Bolívar por su parte, en la campaña de los andes peruanos y bolivianos, llevaba una imprenta a lomo de mula y editaba un periódico que se llamaba “El centinela en campaña”.
Bolívar en su labor periodística hizo énfasis en aspectos principales de lo que debe ser una prensa revolucionaria:
· Bolívar divide al Correo del Orinoco en lo que hoy se llamarían “cuerpos”, estableciendo una jerarquía de las noticias. Primero deben ir los comunicados oficiales. Luego, la política internacional. En tercer término, los problemas del país, la situación económica. Finalmente, lo “curioso”, lo “anecdótico”, que hoy pudiéramos llamar la crónica y el reportaje.
· Bolívar se preocupaba por la redacción, por el estilo, la ortografía, el tamaño de las letras, por la diagramación general del periódico.
· Prefería un periódico grande, de un pliego, a pequeños pasquines.
· Hacía énfasis en los textos cortos, de fácil y atrayente lectura. Bolívar escribió en frases concisas. Odiaba la retórica. Nunca escribió más allá de pocas decenas de cuartillas. Su intención era comunicar ideas políticas destinadas a la acción inmediata, más que explayarse en conceptos filosóficos que fundamentaran la lucha de independencia. “El lenguaje debe ser sencillo, directo”. “Que los artículos sean cortos, que sean agradables, que sean fuertes, que sean picantes”.
· Igual énfasis tenía en los títulos. El título debía ser atrayente. Debía hacer referencia al contenido del texto, y en cierta forma, resumirlo. Esto lo proponía por aquello de la poca capacidad de lectura de la población, y estaba consciente de que muchas veces sólo iba a ser leído el título de los artículos. “Titule, titule, porque los títulos llaman la atención del público, pero debe tenerse mucho cuidado de la sección corresponda al título”.
· Otra característica de Bolívar es lo que hoy llamaríamos “encuesta de opinión”. Bolívar llegaba a cada pueblo y se informaba sobre las necesidades de la región, sobre las quejas y requerimientos que los pobladores hacían a las fuerzas patriotas.
· Finalmente, Bolívar usó también la desinformación como estrategia político-militar. Orientó a Santander a realizar ediciones falsas de la Gaceta de Bogotá, con el fin de desorientar al enemigo con noticias falsas sobre la situación en España. Esa edición falsa iba acompañada de una edición verdadera que era la que se difundía más ampliamente.
Bolívar fue un revolucionario profesional, y su labor como comunicador estuvo concebida como parte de la estrategia revolucionaria para conquistar la independencia de España. Su objetivo era también difundir internacionalmente la causa patriota. Gracias al Correo del Orinoco y otros periódicos independentistas, la causa de la independencia hispanoamericana se dio a conocer en toda Venezuela, en todo el continente latinoamericano, en Europa y en los Estados Unidos, concitando apoyos, difundiendo nuestro programa emancipador y aclarando las dudas y tergiversaciones que al respecto existían.
El ejemplo de Bolívar al utilizar la fuerza periodística como estrategia comunicadora, asociada a la estrategia política y militar que finalmente permitió conquistar la independencia, constituye hoy una referencia para la revolución bolivariana. Este proceso revolucionario necesita de comunicadores como Simón Bolívar y de medios de comunicación como el Correo del Orinoco. Que cumplan ese papel utilizando las nuevas tecnologías del siglo XXI. Los líderes del proceso, los que están al frente del partido, al frente de las instituciones del estado, deben ser ante todo comunicadores. Es una tarea que no debe ser dejada a la iniciativa individual, tiene que ser una labor organizada nacionalmente, regionalmente, localmente, un esfuerzo simultáneo que cuente con el apoyo del estado y que se fundamente también en las organizaciones populares. Hay que engranar el excelente papel comunicador jugado hasta ahora por el presidente Chávez, con las iniciativas que desde los consejos comunales y otras organizaciones del poder popular se implementen con el fin de enfrentar la ofensiva mediática del imperio.
Quien gane las batallas de las ideas, ganará la batalla por la construcción del socialismo en esta Venezuela bolivariana y en todo el continente latinoamericano.
“Los soldados ganan batallas, y el Correo del Orinoco gana la guerra”.
Roberto López Sánchez.
Maracaibo, 27 de junio de 2009.
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