“La Universidad Bolivariana, es motor, es vanguardia, es caballo, es lanza, es bandera, de un nuevo modelo educativo de liberación. Ustedes son actores fundamentales de esa vanguardia, siéntanse orgullosos mujeres y hombres”

Fragmentos del discurso del Presidente Hugo Chávez, Caracas, 08/11/2003, en el marco de la inauguración de la sede UBV Zulia.

martes, 30 de agosto de 2011

David Berrios: impulsor de la comunicación popular y de la conciencia crítica

Sensible baja para la UBV-Misión Sucre

Por: Luisana Colomine*

Está demasiado reciente el día de su partida y es doloroso escribir de alguien tan amigo, tan cercano, que durante años compartió sueños, angustias, éxitos y desvelos, pero sobre todo, la pasión por esta revolución.

Acaso no sea muy conocido David Berrios Juárez, caballero merideño, educador (egresado de la ULA), periodista (egresado de la UNICA), hombre recto, honesto, radical en sus convicciones, humilde y transparente; revolucionario, “camarado”, como solía bromear en los Consejos Nacionales del Programa de Formación de Grado en Comunicación Social de la Universidad Bolivariana de Venezuela, a los cuales asistía con la alegría de un niño, aportando siempre lo mejor de sí. Acaso pocos saben de sus grandes esfuerzos por llevar adelante la difícil educación municipalizada en una región aún más compleja como su Mérida querida. David Berrios forma parte de esa legión de héroes y heroínas anónimas (para las lisonjas oficiales) que apuntalan esta revolución sin pedir nada a cambio, y que en silencio pero sin pausa, han asumido con verdadero desprendimiento y disciplina la tarea de hacer realidad uno de los sueños del pueblo venezolano: obtener un título universitario, cosa que hasta hace 10 años era imposible.

Antes de ser director general de Medios Alternativos y Comunitarios del Ministerio del Poder Popular para la Información y la Comunicación (MinCI), en 2005, ya nuestro amigo tenía un camino propio en esas lides. En su última entrevista publicada en el Correo del Orinoco el 30 de julio de 2011, dijo a la periodista Annel Mejìas: “Hubo unas palabras del viejo Kaplún* que nos inspiró y orientó: definir qué entendemos como comunicación equivale a decir en qué sociedad quieres vivir”. En 1990, junto a otros camaradas, fundó la Escuela de Comunicadores Populares Mario Kaplún, en Mérida, y a eso siguieron muchas acciones que forjaron en David Berrios un liderazgo indiscutible que dio impulso a los medios alternativos y comunitarios: desde papelógrafos y pizarrones, hasta periódicos y emisoras de radio. Todo era válido en el difícil arte de informar…A propósito de la Ley que sobre medios comunitarios se discute en la Asamblea Nacional, Berrios profundizaba en un enfoque: “Queremos que los medios comunitarios se conviertan en una herramienta, y no en un fin, para la movilización del pueblo, que llame a la acción, que produzca ese efecto de rebeldía. La comunicación popular es una necesidad”.

Desde 2006, mediante una extraña figura laboral denominada “HP” (Honorarios Profesionales), David le entregó a la UBV sus últimos cinco años de vida. Ostentaba orgulloso los logros académicos de nuestro Programa de Comunicación Social en Mérida. Para el año 2010 ya sumábamos 400 estudiantes. Acompañó dos cohortes de licenciados en Comunicación Social y cuatro de Técnico Superior Universitario en Producción de Medios de Comunicación. Hace un mes apenas se graduaron sus últimos baluartes. En su honor, los camaradas de La Azulita le dedicaron el acto de grado, que él desde su lecho de enfermo siguió con atención.

Disciplinado como el mejor revolucionario, David llevó adelante múltiples actividades, en compañía de un personal mínimo de docentes, que a punta de traslados elevamos a cuatro el pasado año. Una de las actividades emprendidas fue un taller sobre las (¿ya olvidadas?) “Tres R”, siguiendo con fidelidad las líneas del presidente Chávez y que David, con su conducta ética a toda prueba, trató instaurar en la UBV-MS de Mérida.

Recorrió el estado Mérida varias veces, buscando notas, dando talleres de formación, en su propio carro y con sus propios “cobres” porque ni la UBV ni la MS proveen medios para ello (¡nunca hay presupuesto!). Una verdadera peregrinación educativa por los 10 municipios donde tiene presencia el Programa, en 22 aldeas, incluyendo los lejanos pueblitos del sur del estado, Canaguá, por ejemplo, donde los únicos seis periodistas del pueblo, son egresados de la UBV.

Ese es, ese fue David Berrios, quien en el camino dejó muchos sueños que esperamos hacer realidad. Uno de ellos con ayuda de la gobernación del estado Mérida: el espacio para instalar el laboratorio de redacción para estudiantes, donado por la Fundación Poliedro de Caracas hace dos años al PFG en Comunicación Social de Mérida. Nuestra UBV funciona en una pequeña oficina prestada por los camaradas Tupamaros y allí hacen vida todos los programas de la UBV, pues la llamada “hija de la revolución” no tiene sede propia.

Otros de sus sueños: poder dictar en Mérida el Curso de Locución, por cuya acreditación aún seguimos esperando tanto del MinCi como del Ministerio de Educación Universitaria, y pese a ser un pedido, un clamor directo del mismísimo Presidente Chávez; que nuestros periodistas y comunicadores, egresados de la UBV, le den un “golpe de estado al CNP” y se erijan en una institución combativa o en último caso, que la rescaten.

Por último, su legado, expresado en un mensaje decembrino que nos mandó por e-mail en 2009, acompañado de un hermoso texto de Eduardo Galeano, "Nochebuena, la otra". Decía David: “Es muy importante entender que nuestro prójimo es universal; los niños desamparados cuyas madres, padres, abuelos y abuelas fueron y son asesinados en Irak, Afganistán, Colombia, Honduras, por el imperio norteamericano en macabra conchupancia con los gobiernos regionales, también son nuestros chamos. Nuestra actitud, reflexión y práctica en la Universidad Bolivariana de Venezuela, en la calle, en nuestras oficinas, con nuestras familias y vecinos tienen, necesariamente, que girar siempre en torno a la creación de la conciencia crítica, reflexiva. Hay que actuar...”

Hasta siempre, “camarado”…

* Periodista, docente UBV

viernes, 19 de agosto de 2011

La política económica venezolana vista desde un libro que no vio la luz en los ’90

Nota del libro Apreciación crítica de la política monetaria El Bolívar Oro, de Pablo Rafael González, Monte Ávila, 2007, 144 pp.

Por

José Javier León


Lo primero que hay que decir es que la fecha de edición de libro, 2007, está lejos de los días en que fue escrito. El autor se refiere a un contexto de mediados de la década de los 90, es decir, posterior al Caracazo y previo a Chávez; y como el tema es de una actualidad pasmosa, bien vale la pena acercarse a esta divulgación de la materia económica que bien cumple dos de las funciones que se le piden a todo aporte científico: revelar y predecir.

Cuando lo leí, hace unos poquitos meses, lo subrayé pensando en una breve nota que expusiera parte de lo que en 1995 eran una propuestas económicas que, como todos sabemos menos la oposición, caían en saco roto, toda vez que éstas pedían algo de soberanía que para los políticos de entonces (los mismos que hoy siguen a la vista y diciendo lo mismo aunque ya no lo puedan hacer al menos de manera directa) eran los encargados de vender al país por partes, «beneficiado», como a las reses. Los acontecimientos recientes de alguna manera precipitan esta nota.

Para la conciencia histórica bien se puede decir –como decía Pablo Rafael González en el 95- que «toda la realidad del país ha estado vinculada directamente a la crisis monetaria del 18 de febrero de 1983» (9), el famoso «Viernes Negro», provocada según él por una suerte de mala o perversa lectura de lo que entonces se llamó «recalentamiento» y que obligó (¡?) al Estado a diseñar un plan de estancamiento y depresión de la economía para enfriarla, afectando entre otros factores de crecimiento el «pleno empleo», acción que podría «homologarse con la de un médico que considera necesario enfermar a un paciente sano, porque cree que una persona no puede gozar de buena salud» (81).

Este enfriamiento vino acompañado además de un endeudamiento feroz, pues la deuda externa aumentó «casi diez veces en un periodo de sólo cinco años» (81), deuda además totalmente injustificada porque «Venezuela tenía suficiente dinero en el Fondo de Inversiones que podía ser usado para financiar» las actividades productivas, mas los gobiernos de entonces, ancilares del FMI y el Banco Mundial ¡prestaban dinero para no usar los dineros de este Fondo!, sirviendo como lacayos a la estrategia de la mafia económica internacional que favoreció a las trasnacionales y a los «funcionarios públicos que en sus países tenían la autoridad para controlar los créditos. Cada crédito contratado representaba una comisión posible para el o los funcionarios que lo contrataran» (90).

La lectura de la crisis y las acciones para salir de la misma o al menos enfrentarla siguen vigentes. Recomendaba el especialista: «establecer una paridad fija y estable y, si las circunstancias lo permiten, crear una nueva moneda con respaldo suficiente para que todos los ciudadanos confíen en ella» (14).

En el lenguaje propio de la época y por cierto, no sin cierta audacia (¿repercutió la misma en la no edición en su momento del libro?, Maza Zavala dice de las ideas de González que eran «controvertibles pero sostenibles») y llamando siempre no a la neutralidad sino a la sensatez, nuestro autor se plantaba de cara a las incertidumbres del libre mercado pero también, de cara a una planificación centralizada que «mantendría la economía en una estabilidad relativa, escondiendo las tendencias reales de la economía y reprimiendo la inflación en forma artificial» (17).

Como vemos, los términos del debate siguen abiertos: en el mundo, el libre mercado causa los desastres que están a la vista mientras que en nuestro país el ejercicio de control sobre las diversas variables económicas mantienen un equilibrio precario bombardeado constantemente por las «tendencias reales de la economía» si asumimos como tales las presiones extraeconómicas de intereses muy privados, acostumbrados al manejo de la hacienda pública como su propia hacienda, y que hoy manejan sus negocios como si fueran trasnacionales o enclaves de intereses extranjeros, creando a lo interno –y sin que les importe un pito- inflación, especulación, ganancias exorbitantes, refinados latrocinios (en el sector bancario e inmobiliario), propias de economías enfermas, de modo que en nuestro país el «libre mercado» no significaría más que liberar los demonios, llevando cada vez más al extremo la lamentable imagen que se hizo tradicional del país: una economía petrolera desarrollada por las trasnacionales de la que una mínima minoría político-económica se beneficiaba mientras la televisión se encargaba de dar lo que nadie tiene, sueños y belleza, y la policía y el ejército de reprimir (como ocurre hoy a la vista de todos en Chile, en Inglaterra, en España) la rabia de los hambrientos. El color popular y sangriento del recordado Caracazo hoy sobrevuela los alabados cielos del primer mundo y de las economías modélicas –sobre todo el Chile de Pinochet/Piñera) en las garras del FMI y las recetas neoliberales. Ya el autor recomendaba otro camino (¿la «tercera vía»?): «un modelo que concilie, que reúna los aspectos útiles del modelo neoliberal con los aspectos útiles de la economía planificada. Eso es posible y aconsejable» (20). Recordemos que hasta Chávez palabreó en su momento la doctrina Blair, hoy nos encontramos en una situación bien distinta, pues el momento actual reclama acciones macroeconómicas o a nivel de Estado (por ejemplo las estratégicas relaciones con China, Rusia, Irán, Brasil, además de medidas regionales como el SUCRE, el Banco del Sur y la que ahora comienza a sonar: la creación de un fondo de reservas latinoamericano promovido por Unasur) mientras que, aguas abajo, construimos una alternativa real al capitalismo pues, como bien lo dice István Mèszáros «solamente podremos hablar de socialismo cuando la gente tenga el control de su propia actividad y de la distribución de sus frutos para sus propios fines. Eso significa la autoactividad y el autoncontrol de la sociedad por parte de los ‘productores asociados’, como lo planteó Marx».[1]

Recuerda González que sólo fue a raíz del «golpe de Estado del 4 de febrero de 1992» que el sector privado «motu propio, sin ningún tipo de presión externa, decidió elevar los salarios de los trabajadores…» (18), medida de última hora que como ya sabemos no pudo detener la avalancha que llevó a Chávez al poder. Y el remedio a corto, mediano y largo plazo que propuso es el que hoy está dando resultado: «Incrementar la demanda efectiva» (35): «El aumento de salarios –decía, aun si viene con aumento en el precio de los bienes y servicios- traería como consecuencia inmediata el aumento del empleo y la producción» (39-40). En esta suerte de keynessiansimo la producción se puede ver incrementada «estimulada por la nueva capacidad de compra de la población» (59), medida que se debe acompañar de la «fijación de precios» (en vías como se sabe de instrumentación y atacada ferozmente por la oligarquía parasitaria, históricamente improductiva e importadora) efectiva sí sólo sí «se hace mediante el consenso del Estado y los agentes económicos privados» (59).

Y sigue nuestro autor exponiendo y explorando los escenarios para su idea, mismos que hoy podemos contemplar en pleno desarrollo:

El aumento del nivel de gastos en una economía subocupada puede generar al comienzo del proceso entrabamientos de diversa naturaleza. En algunas actividades productivas (y en algunas áreas geográficas) se pueden presentar situaciones de saturación de la capacidad de las plantas o déficit de mano de obra calificada, pero en la medida en que el proceso avance y se corrijan estos desequilibrios las dificultades deben ir disminuyendo.

El peligro mayor es que los entrabamientos se produzcan en actividades estratégicas que puedan afectar el resto de la cadena productiva, por ejemplo en el sector eléctrico, que es un insumo básico para el resto de las actividades de producción, a menos que el estado intervenga para evitarlo (40)

Ya sabemos entonces por qué para la oposición el sabotaje y el descalabro eléctrico es su sueño demencial y apátrida, acompañado del ataque continuado a las Empresas Básicas.

Con respecto a la moneda apuntaba la siguiente estrategia: a) revaluar la moneda (ya se hizo, como todos sabemos con la aparición del Bolívar Fuerte); b) establecer una paridad fija (que, como dijo anoche 18 de agosto en el debate en la Asamblea Nacional Aristóbulo Istúriz, «si no tenemos el control de cambio nos tumban»); y c) crear una nueva moneda con un «respaldo ampliado en divisas y en oro» (40), a cuyos primeros pasos asistimos hoy con la nacionalización del oro, lo cual según entiendo, se parece a lo que explicaba –sin llamar a esto nacionalización- el propio González: «adoptar una serie de medidas que obliguen a los productores nacionales de oro a vender la mayor parte de su producción a la autoridad monetaria» (47):

bastaría con que el Estado venezolano evitara la salida del oro, su fuga hacia otros países como ocurre actualmente, y que parte del oro explotado en Guayana fuera llevado obligatoriamente al Banco Central de Venezuela para ser convertido en reservas internacionales, para que las reservas de oro de Venezuela alcanzará niveles excepcionales. Esto, por supuesto, implica la formulación de una política para la conservación del oro y el aumento de las reservas internacionales, política que ningún gobierno en Venezuela ha querido adoptar de manera seria y eficiente (66).

…Justo es decirlo, hasta la llegada de este gobierno.

Ayer el triste «diputado» Julio Montoya «argumentaba» que la medida de repatriar el oro debía haberse hecho antes, ladino disparate que intenta obviar lo que González explica en su breve libro, que tales medidas responden a un proceso complejo y delicado toda vez que los factores extraeconómicos en Venezuela son sumamente explosivos, acostumbrados como están al robo, la especulación [«La causa fundamental de la inflación en Venezuela es la especulación» (115), decía enfático Pablo Rafael González], a los juegos inflacionarios, al acaparamiento, al sabotaje, al contrabando, etc., amén del registro de un déficit fiscal histórico toda vez que el mismo es producto del déficit del propio sector privado «ya que el Estado se ve obligado a complementar y a hacer la inversión que no hace el sector privado para mantener la actividad económica» (55-56).

Salvo algunas lagunas, rodeos, o escaramuzas propias de no hacer frente a ciertos contextos demasiado espinosos, como por ejemplo una oportuna referencia al Caracazo que faltó a la altura de las páginas 90-93; una curiosa reivindicación del gobierno de Juan Vicente Gómez porque «Ayudado por la nueva situación creada por la explotación petrolera a partir de 1917, durante su mandato se pagó la deuda externa que había dado origen a la invasión de Venezuela en diciembre de 1902» pasando por alto que precisamente durante ese gobierno «Fueron entregados cerca de treinta millones de hectáreas o, lo que es lo mismo, trescientos mil kilómetros cuadrados (…) una extensión equivalente a una tercera parte del territorio continental venezolano y a dos veces los territorios de Inglaterra y Holanda juntos» (Luciano Wexell Severo, 2010: 27-28)[2]; o la asunción de la clásica doctrina económica cuando afirma que «Al término de la Segunda Guerra Mundial los países reconocieron la necesidad de buscar una fórmula que asegurara la estabilidad de las monedas» (124) consenso que hoy seguramente acompaña la impresión inorgánica y demencial de dólares para alimentar el aparato industrial militar pentagonista, el desastre económico-social de Europa y Estados Unidos, el robo descarado de las reservas de Libia y parece que próximamente las de Siria, actos que hacen dudar –o al menos deben ponernos más que alertas- en torno a las medidas internas y externas que garanticen la llegada de nuestro oro; salvando pues, decía estos y de pronto otros detalles, este libro de Pablo Rafael González es una urgente referencia para asistir mejor apertrechados a los actuales acontecimientos. «Vale la pena analizar esta obra y su oportunidad», decía en el prólogo, escrito en diciembre de 2004, Domingo F. Maza Zavala.


[1] István Mèszáros, El desafío y la carga del tiempo histórico, Vadell Hermanos, Caracas, pp. 75-76

[2] Luciano Wexell Severo, 2010, Economía venezolana (1899-2008). La lucha por el petróleo y la emancipación, El Perro y La Rana, Caracas



domingo, 14 de agosto de 2011

Condenamos los ataques contra la libertad de expresión y las agresiones a periodistas y trabajadores de los medios

La ONG Periodistas por la Verdad y los colectivos Movimiento Fabricio Ojeda y el Movimiento para la Comunicación Liberadora, condenamos las agresiones de las que han sido víctimas medios comunitarios, periodistas y comunicadores alternativos ante la mirada cómplice del Colegio Nacional de Periodistas, cuyos directivos deslegitimados sólo salen en defensa de sus patrones, los dueños de los medios de comunicación privados, o de parcialidades partidistas apátridas.

A continuación, enumeramos algunas agresiones a colegas, medios comunitarios y el Sistema Nacional de Medios Públicos, que la directiva del CNP ha ignorado deliberadamente y lo cual condenamos ante la opinión pública.

1. Caracas, 17 de febrero de 2009: Agresión física contra el comunicador Jorge Amorín de Ávila TV y el camarógrafo de Venezolana de Televisión (VTV), Pedro Quezada, cuando ambos profesionales intentaron entrevistar al entonces alcalde de Maracaibo, Manuel Rosales, quien ordenó a sus escoltas una violenta arremetida contra estos trabajadores.

2. Maracaibo, 17 de marzo de 2009: Agresión física y psicológica contra Jorge Amorin de Ávila TV, frente a la Alcaldía de Maracaibo por parte de miembros del grupo de choque del partido Un Nuevo Tiempo conocido como los naranjeros, mientras el comunicador alternativo realizaba su trabajo.

3. 20 de marzo de 2009: Agresión verbal y física contra los corresponsales de Radio Nacional de Venezuela, María Eugenia Medina, Venezolana de Televisión, Lenín Rodríguez y los camarógrafos de VTV y VIVE, Alejandro Santiago eIlmer Godoy, por parte de funcionarios de la Gobernación del Estado Zulia y militantes del partido Un Nuevo Tiempo mientras cubrían una pauta informativa en el Hospital Hugo Parra León ubicado en el municipio Miranda de la Costa Oriental del Lago.

4. Maracaibo, 22 de marzo de 2009: Efectivos de la Policía Municipal de Maracaibo arremetieron contra el reportero gráfico Angelchi Corona del Diario Panorama y luego quisieron someter de forma violenta a los periodistas Jonathan Gélviz y Humberto Perozo, mientras cubrían un partido en el estadio José Encarnación “Pachencho” Romero.

5. Maracaibo, 20 de mayo de 2010: Agresión física contra el periodista Danilo Vergara, ejecutada por efectivos de la Policía Regional del Zulia por orden del gobernador de Zulia Pablo Pérez, mientras el profesional de la comunicación cubría un homenaje a un músico local en el Boulevard Santa Lucía.

6. Maracaibo, octubre de 2010: La Policía Municipal de Maracaibo agrede, somete, esposa y detiene al periodista Miguel Prieto, manteniéndolo incomunicado durante medio día, sólo por haberse identificado como reportero del Correo del Orinoco mientras los oficiales abusaban de su autoridad contra la humanidad de un chofer del transporte público, este fue otro caso ignorado por el CNP-Zulia.

7. Sierra Maestra, municipio San Francisco, 23 de junio de 2011: La colega periodistaMaría Luisa Martínez fallece en la Clínica Medisur, producto de ser “regateada” durante 8 horas por varias clínicas y presunta mala praxis médica al ser intervenida quirúrgicamente, mientras el CNP ni se manifestó ante la situación.

8. Maracaibo, 11 de julio de 2011: Ataque vandálico contra la emisora radial comunitaria Radioactiva 88.9 FM, el equipo de comunicadores que labora en la estación fue robado y amenazadopor un grupo comando que les dejó claro que no siguieran denunciando la mala gestión de la Alcaldía de Maracaibo.

9. Maracaibo, 24 de julio de 2011: Ataque a Canal Z, televisora comunitaria, por parte de varios hombres armados que acecharon a sus trabajadores durante 8 horas y a pesar de solicitar la presencia de la Policía Regional del Zulia y la Policía del Municipio Maracaibo,éstas nunca llegaron.

10. La Concepción, Municipio Jesús Enrique Lossada del estado Zulia, 29 de julio de 2011: Un grupo de encapuchados armados someten y agreden al comunicador alternativo Richard Fernández y le exigen que deje de denunciar el contrabando de gasolina en la región.

11. Maracaibo, 31 de julio de 2011: Vive TV Zulia fue víctima de un atentado a tiros, en el que resultó herido Gustavo Ceballos un oficial de la policía del municipio San Francisco y José Brito, un oficial de seguridad de la televisora, en este caso el CNP-Zulia organizó un show mediático a través de una rueda de prensa a destiempo, 24 horas después del ataque, y ya que su sede es una casa fantasma poco concurrida, aprovecharon la presencia masiva del pueblo que se hizo periodista en los espacios de Vive TV para desarrollar su escuálida obra de teatro informativa que duró menos de 10 minutos.

12. Maracaibo, 1 de agosto de 2011: Es secuestrado, robado y golpeado Carlos Sánchez, periodista de la emisora Fe y Alegría, en este caso la única manifestación del CNP-Zulia la hizo vía twitterLeonardo Pérez, secretario de Asuntos Profesionales, militante del partido Un Nuevo Tiempo y hermano del gobernador del estado Zulia Pablo Pérez.

13. Caracas, 3 de agosto de 2011: Es agredido Pedro Carvajalino, comunicador alternativo de Ávila TV, por integrantes de la MUD mientras cubría el aniversario del diario El Nacional.

14. Maracaibo, 8 de agosto de 2011: El comunicador y director de Pequiven 88.7 FM, Lenin Dávila, fue víctima de un ataque informático a sus cuentas bancarias, página web, correos electrónicos y twitter. El hacker que realizó esta acción vandálica expresó a través de las redes sociales que eso le pasó a Dávila por sus críticas diarias al gobernador zuliano, la alcaldesa marabina y al partido Un Nuevo Tiempo. El CNP nunca condenó este ataque.

15. Maracaibo, 10 de agosto de 2011: Funcionarios de la Policía Municipal de Maracaibo agredieron y obstaculizaron el trabajo a periodistas de diferentes medios de comunicación que cubrían la instalación del Consejo Local de Planificación Pública en la Alcaldía de Maracaibo.

Nos llama poderosamente la atención que la mayoría de las agresiones está dirigida a profesionales y medios que simpatizan con el proceso de cambio que se desarrolla en el país,liderado por el Presidente Hugo Chávez, lo que nos indica que el principal móvil de los atentados contra la libertad de expresión es el político.

El silencio cómplice y las poses hipócritas de los directivos de CNP, ante los ataques de los que han sido victima colegas, medios comunitarios y el Sistema Nacional de Medios Públicos, demuestra que están parcializados en el Zulia con el partido Un Nuevo Tiempo, donde militan, y con la gestión del gobernador Pablo Pérez de la cual forman parte, además de las relaciones familiares que condicionan el accionar de ambas instituciones, lo que no es para nada sano.

Exigimos al CNP-Zulia denuncie estos atropellos como gremio ante el Ministerio Público, ya que dichas abusos y violaciones a los derechos humanos atentaron contra la vida de estos colegas de la comunicación.

Retamos al CNP-Zulia a que ventile estas violaciones de derechos humanos ante la Corte Interamericana de los Derechos Humanos y que cumpla con lo que le exige el numeral 4 del artículo 5 de la Ley del Ejercicio del Periodismo que reza que debe “amparar los derechos de sus asociados” y a dejar sus aventuras político-partidistas.

Herbert Colina, Rafael Boscán, Lenin Tremont. Demás firmas en depósito.

jueves, 4 de agosto de 2011

Educación universitaria municipalizada forma al nuevo periodista revolucionario

Por
María Graciela Padrón de Michel
(Docente de la Universidad Bolivariana de Venezuela-Misión Sucre. MSc. Ciencias de la Comunicación. Premio Regional de Periodismo de Investigación (2007), Trujillo. CNP12.085. mgracielapm@hotmail.com)


(Tomado de Antorcha)

La Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV) y la Misión Sucre (MS) esta en su mes aniversario, cumplen 8 años de fundadas. Ambas nacieron para romper con el viejo esquema del sistema educativo universitario donde el cupo era difícil de obtenerlo y se mermaba cada día más la posibilidad de continuar un (a) bachiller con sus estudios de pregrado.


La MS es educación universitaria municipalizada, es decir, es hacer llegar la universidad a la comunidad y es el complemento de la UBV que nació para dar respuesta a las necesidades reales del país; la de formar nuevos profesionales con sentido humanista, de reconocimiento y responsabilidad, proyecto educativo impulsado por nuestro Presidente Constitucional Hugo Chávez Frías.

Junto con la UBV nació el Programa de Formación de Grado Comunicación Social (PFG CS) para formar nuevos y excelentes profesionales de la comunicación, impartido en todo el país a través de la municipalización haciendo posible que en los municipios Simón Rodríguez y Guanipa del estado Anzoátegui se esté formando la nueva generación del periodista revolucionario.

En estos ocho años de aniversario se hace necesario dar a conocer que esta formación se devela en los diferentes proyectos de investigación desarrollados por el PFG CS en varias comunidades de la zona, entre las que se destacan: Sur América, Nueva República, Parque Ferial, San José, San Francisco de Asis, Simón Bolívar 1, entre otras, en articulación con el poder popular a través de los consejos comunales como máxima expresión de la organización comunitaria.

En este sentido, la investigación social y la formación son dos componentes que se fusionan para lograr la integración comunidad-universidad con una visión de la comunicación y del periodismo que van más allá de un medio de comunicación tradicional de radio, prensa o televisión y que lleva como propósito consolidar desde lo comunitario y popular su propio medio de comunicación o expresión.

Para ilustrar con acciones lo que se está logrando en esta nueva concepción de la formación del periodista revolucionario es la integración de la universidad a la comunidades mediante los encuentros de saberes –lo que se conoce como la clase en un salón- en los distintos sectores populares de los municipios Simón Rodríguez y Guanipa, a su vez se ejecutan talleres de formación en el área comunicacional involucrando en su totalidad a los habitantes –niños, niñas y adultos-, asesoramiento para la conformación y adecuación de los Consejos Comunales, impulse, conformación y asesoramiento de los Comité de Medios Alternativos y Comunitarios, conformación de radios parlantes, medios impresos comunitarios, formación de voceros comunitarios, programas de radio, manuales de producción radial y locución..

De esta manera se capacita a los colectivos comunitarios, habitantes de los sectores donde se tiene incidencia mediante el PFG CS, haciendo posible que estos sectores tomen las riendas de dirigir, producir y escribir sus vivencias, su desarrollo endógeno, su avance y progreso. Estos sectores tejen su realidad en políticas sociales financiadas por el gobierno nacional a través de diferentes entes gubernamentales locales y regionales, que sustituye ranchos por casas, instala un módulo Barrio Adentro y consolida mercalitos.

Realidad que se internaliza en el seno universitario-comunitario para entender los procesos sociales de organización y comunicación, conocer, escribir y plasmar la historia de los sectores desde la voz de los fundadores, de quienes día a día luchan por un mejor bienestar en su comunidad. Sin duda, se devela la realidad en un proceso dialéctico como parte del reconocimiento que es invisibilizado por el modo de hacer periodismo en nuestro país –los noticieros por ejemplo tienen sus secciones y las fuentes específicas a cubrir por el periodista-

Este proceso dialéctico va acompañado también por el discernimiento de los diferentes facilitadores, asesores o docentes del PFG CS, asesores comunitarios, profesor enlace, coordinador de aldea; un trabajo en conjunto que para la fecha ya ha egresado ocho (08) Licenciados y Licenciadas en Comunicación Social, 12 Técnico Superior en Producción de Medios –salida intermedia del PFG CS, de la que se hablará en una próxima entrega-, a consolidado un Programa de Formación en Comunicación Social en los municipios Simón Rodríguez y Guanipa y que tiene cupo disponible para el nuevo período académico 2011- II a iniciarse el próximo mes de septiembre.

Son logros significativos en ocho años de fundados la UBV y la MS, considerando que la municipalización es la única vía posible para que llegue la universidad a los municipios y coadyuven otras universidades con sus programas de formación según las necesidades locales.


Formación de Grado Comunicación Social de la Universidad Bolivariana

María Padrón - Doc. UBV-Misión Sucre

El Programa de Formación de Grado Comunicación Social (PFG CS), es un programa de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV). Nació por iniciativa del Estado venezolano para construir una sociedad justa, libre e igualitaria, trae consigo significativos cambios en la formación del nuevo periodista revolucionario, fundamentado en los principios constitucionales venezolanos.

Esto se debe a que la UBV germinó como proyecto educativo para contravenir, según su Documento Rector (2003:3) a “…las pretensiones de homogenización, de verdad absoluta, de completitud del conocimiento, de eliminación de todo error, de voluntad universal y omniabarcante,…”

Por lo tanto la formación universitaria del comunicador social luego de vivir en Venezuela la actuación mediática durante el paro petrolero del año 2002, siendo los periodistas- de los diferentes medios de comunicación privado- los encargados de des-informar/comunicar sobre lo que acontecía, polarizaron el rol del comunicador social o periodista como comunicador de la verdad.

La manera de hacer periodismo desde los medios de comunicación privado cuando se viven profundos cambios políticos y sociales en el país justifica el Programa de Formación de Grado Comunicación Social porque “demanda enfoques innovadores tanto en el plano de los abordajes teóricos, epistémicos y metodológicos, como en la dimensión ética y el carácter de su función social” (pág. 93).

De esa manera la comunicación social en su sentido amplio, no solo es responsabilidad de los medios de comunicación social tradicional, sino que ahora en tiempos de revolución es responsabilidad de los habitantes de todos los sectores y extractos sociales, en especial de aquellos más desamparados desde el punto de vista del acceso a los servicios básicos pero que se organizan a la luz del poder popular para “vivir viviendo”.

Reconocer lo comunitario y lo local desde la formación del nuevo comunicador social revolucionario se lo plantea la UBV en la integración académica de 43 Unidades Curriculares (UC) a ser cursadas en cuatro trayectos, diez tramos o semestres (visitar www.ubv.gob.ve, revisar el link del PFG CS).

Cabe resaltar que este programa de formación otorga dos títulos universitarios, el primero: Técnico Superior Universitario en Producción de Medios; es cuando el triunfador a cursado y aprobado 25 UC –segundo trayecto, sexto tramo-, realiza las pasantías o prácticas profesionales en el área de su preferencia y defiende y aprueba la UC Proyecto II –proyecto académico comunitario-.

El segundo, es el título de Licenciado en Comunicación Social una vez que se aprueban las 18 UC restantes –cuarto trayecto, décimo tramo-, defendiendo y aprobando Proyecto IV –proyecto académico comunitario-. Esta distribución de los tramos en los trayectos se debe a que la malla curricular fue concebida para cursar el PFG CS en cinco años como modalidad nocturno municipalizada de la Misión Sucre (MS).

La municipalización universitaria es una práctica novedosa en el país y tiene su rigurosidad para la otorgación de los títulos universitarios propia de cualquier universidad pública o privada de Venezuela, ya que esta se rige por las directrices que emanan para la MS como lo son: todo bachiller debe presentar sus notas certificadas de séptimo grado a quinto año, fondo negro del título de bachiller (ambos autenticados por la zona educativa), fotocopia partida de nacimiento, fotocopia de la cédula de identidad, y fotografía tipo carnet.

Todos estos documentos son para preparar el expediente del triunfador el cual es enviado para la sede de la Universidad Bolivariana de Venezuela, al igual que las actas de notas de la UC cursadas por el triunfador, para así garantizar exitosamente su egreso como profesional de la República Bolivariana de Venezuela, una vez que cumple con todos los requisitos exigidos para tal fin.

Por lo tanto la MS se convierte en un eje articulador y administrador de los diferentes Programas de Formación de Grado de la Universidad Bolivariana de Venezuela en todo el país.

En estos tiempos donde la comunicación se convierte en objeto de estudio por ser una herramienta para la mediación política-social en promoción de los valores de un Estado democrático, social de Derecho y de Justicia -en plena vigencia del ejercicio de la libertad de expresión, la democracia y el pluralismo político- todo bachiller tiene la opción de profesionalizarse desde su lugar de residencia como comunicador social egresado del PFG CS de la UBV, a través de la MS.