“La Universidad Bolivariana, es motor, es vanguardia, es caballo, es lanza, es bandera, de un nuevo modelo educativo de liberación. Ustedes son actores fundamentales de esa vanguardia, siéntanse orgullosos mujeres y hombres”

Fragmentos del discurso del Presidente Hugo Chávez, Caracas, 08/11/2003, en el marco de la inauguración de la sede UBV Zulia.

miércoles, 28 de abril de 2010

El Bicentenario en la UBV

El Bicentenario en La UBV

Estudiantes deben actualizar sus datos por sur@ubv

La Universidad Bolivariana de Venezuela convoca a sus estudiantes regulares de los diferentes Programas de Formación Grado a nivel nacional, de sede y municipalizados, a actualizar sus datos en el Sistema Único de Registro Académico (Sur@ubv), desde este 26 de abril hasta el 28 de mayo.
Este registro es indispensable para hacer seguimiento del ingreso, prosecución y egreso de los estudiantes Ubevistas. La finalidad es verificar que cada uno esté correctamente inscrito, a fin de no ocasionar inconvenientes al momento del egreso del estudiante. Entre los datos a renovar se encuentran los personales, socioeconómicos, entre otros. Sur@ubv es un recurso tecnológico de la UBV para que sus estudiantes, docentes e interesados puedan acceder a los servicios que ofrecen los procesos de ingreso, prosecución y egreso normado por la Secretaría General, desde cualquier municipio del país.La Analista Programadora de Sistema de la Unidad de Apoyo Tecnológico y Estadístico, Ylenia Muller, explicó: “Es muy fácil el procedimiento para la actualización de datos, sólo tienes que ingresar al portal www.edu.ve, seleccionar el link Sur@ubv, ingresar tu usuario y contraseña, para luego en la parte de actualizar datos realizar la modificación, en caso de que lo requiera.”Una vez hecho este proceso, la Unidad de Apoyo Tecnológico y Estadístico de la UBV realizará un reporte de la matrícula estudiantil, cantidad de mujeres y hombres inscritos en los diferentes Programas de Formación de Grado, entre otras estadísticas. Esta información será enviada a la Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU).

Chávez en twitter


28 de abril de 2010.- A las 12:15 de la medianoche aproximadamente, tal y como prometió en sus declaraciones a través del canal estatal Venezolana de Televisión (VTV), el Presidente venezolano, Hugo Chávez, emitió su primer tweet desde la que será su cuenta en la red social de micro-blogueo, Twitter.

El mensaje publicado, a modo de saludo para cumplir su compromiso de publicar luego de la media noche, fue:

Epa que tal? Aparecí como lo dije: a la medianoche.
Pa Brasil me voy. Y muy contento a trabajar por Venezuela.
Venceremos!!

Pasados 5 minutos de su publicación, el mensaje ya había sido retwitteado o replicado por más de 100 usuari@s.

Este será el inicio de la ya muy comentada y difundida aparición e incursión del Presidente en el mundo de las redes sociales.

Este martes, no acababa Diosdado Cabello de anunciar que Chávez tendrá su cuenta, cuando ya el Presidente tenía miles de seguidores en www.Twitter.com/ChavezCandanga.

Cabello anunció la suya @dcabellor, e instó a los 7 millones de militantes del PSUV a imitar al Presidente y abrir sus cuentas en el popular servicio de comunicación.

"Los amargados están como ausentes, la noticia los impactó, se creían dueños y señores de la red, como lo creían con el país, no volverán," dijo Diosdado por Twitter, al referirse al impacto del anuncio de la cuenta de Chávez.

Antes de haber lanzado su primer "tuitazo," Chávez ya tenía más de 20.000 seguidores.

Sigue a Chávez en

lunes, 26 de abril de 2010

SOMOS UBV

VEA_F_UBV_26_04_2010[1]

Descargue la selección de canciones para conmemorar el Día del Libro


Prensa Web RNV
23 Abril 2010, 09:05 PM


El Día Internacional del Libro es una conmemoración celebrada a nivel internacional con el objetivo de fomentar la lectura. Se celebra cada 23 de abril desde el año 1996.

La elección del día 23 de abril como día del libro, procede de la coincidencia del fallecimiento de los escritores Miguel de Cervantes, William Shakespeare e Inca Garcilaso de la Vega en la misma fecha en el año 1616, aunque realmente no fuese en el mismo día, debido a que la fecha de Shakespeare corresponde al calendario juliano, que sería el 3 de mayo del calendario gregoriano y que Cervantes falleció el 22, siendo enterrado el 23.

En 2001, a iniciativa de la UNESCO se nombró a Madrid Capital Mundial del Libro. Desde entonces cada 23 de abril, diferentes capitales de países del mundo han ido acogiendo este honor, realizando durante el año diferentes actividades culturales relacionadas con los libros.

En 2002 ocupó el puesto Alejandría, Nueva Delhi en 2003, Amberes en 2004, Montreal en 2005, Turín en 2006, Bogotá en 2007, Amsterdam en 2008 y Beirut en 2009.

A partir del 23 de abril de 2010 Ljubljana será la capital mundial del libro.

Invitamos a todos los usuarios y usuarias del Sistema Radio Nacional de Venezuela, a tomar conciencia sobre la importancia de fomentar la lectura en las nuevas generaciones, para incentivar el intelecto y propiciar el cocimiento de la historia del mundo y de la humanidad como forma de atacar los intentos de dominación del imperio.

Escuche, descargue y comparta los 12 temas, seleccionados por el Archivo Musical de RNV, para conmemorar el Día del Libro:

Sin hijo, ni árbol, ni libro- Silvio Rodríguez (Trova Cubana)
Vamos a la escuela- Aquiles Baez y Rubén Mendoza- Canta: Grupo Juana La Iguana
Que viva mi escuela- Madera con Los Tucusitos (Tambor Veleño)
Bolívar en un libro de lectura- Lilia Vera (Décima Zuliana)
Volver a la escuela- Coro Infantil Venezuela
Bolívar en un libro de lectura- Grupo Ahora
Cuecas del libro- Violeta Parra (Cueca)
Dedicatorio de un libro- Federico Nuñez
Por medio de la lectura- Amparo ochoa
El libro de la vida- José Manuel Pérez (Pasaje)
El libro- Serenata Guayanesa Por el libro azul- Grupo Ahora

lunes, 19 de abril de 2010

El periodista, la objetividad y el compromiso

Por
Pascual Serrano

Tomado de Rebelión

Los teóricos neoliberales centran su análisis sobre la información en la necesidad de elementos como la imparcialidad, la objetividad, la independencia, la neutralidad... El ejemplo más claro de que, en términos absolutos, no existe la neutralidad informativa se evidencia desde el momento en que se elige lo que es noticia1. Cuando un periódico selecciona como noticia principal de portada la concesión de un oscar en Hollywood o un informe de Amnistía Internacional, está tomando una posición editorial determinada. Ya dijo Ryszard Zapuściński que no puede ser corresponsal quien “cree en la objetividad de la información, cuando el único informe posible siempre resulta personal y provisional”.2

Algo similar podríamos decir del concepto de equilibrio informativo. El veterano periodista experto en Oriente Medio Robert Fisk criticó ese falso discurso del equilibrio y afirmó que “los periodistas deberíamos estar del lado de quienes sufren. Si habláramos del comercio de esclavos en el siglo XVIII, no le daríamos igualdad de tiempo al capitán del navío de esclavos en nuestros reportes. Si cubriéramos la liberación de un campo de concentración nazi, no le daríamos igualdad de tiempo al vocero de las SS”3. José Ignacio López Vigil ha dedicado toda su vida al periodismo comunitario en América Latina, al lado de la gente pobre y sencilla. Él también reivindica el compromiso frente a las injusticias:

    Frente a un panorama tan cruel, ninguna persona sensible, con entrañas, puede permanecer indiferente. Es hora de poner todos nuestros esfuerzos personales, toda nuestra creatividad, para mejorar esta situación. No caben mirones cuando está en juego la vida de la mayoría de nuestros congéneres, incluida la del único planeta donde podemos vivirla4.

López Vigil va todavía más lejos:

    Ni el arte por el arte, ni la información por la información. Buscamos informar para inconformar, para sacudir las comodidades de aquéllos a quienes les sobra y para remover la pasividad de aquéllos a quienes les falta. Las noticias, bien trabajadas, aún sin opinión explícita, sensibilizan sobre estos graves problemas y mueven voluntades para resolverlos5.

No faltan periodistas jóvenes de última generación que también reniegan del mito de la equidistancia, como Olga Rodríguez, curtida en los conflictos de Oriente Medio: “huyo de la equidistancia porque creo que es una trampa: no se puede tratar igual al que bombardea que al que es bombardeado, al invasor que al invadido, al opresor que al oprimido... Vivimos en un mundo plagado de desigualdades, injusticias y desequilibrios y creo que una de las misiones de los periodistas es buscar que la balanza se equilibre”6. Decía el poeta español Gabriel Celaya, “maldigo al poeta que no toma partido”, y hoy el recién fallecido ensayista estadounidense Howard Zinn afirma que “no se puede ser neutral viajando en un tren en marcha que se dirige a un despeñadero”.

El historiador Paul Preston recoge en su libro “Idealistas bajo las balas”, el sentimiento que vivieron los corresponsales de prensa extranjeros destinados en España durante la guerra civil7. Según Preston, “no se trataba sólo de describir lo que presenciaban. Muchos de ellos reflexionaban sobre las consecuencias que tendría para el resto del mundo lo que sucedía entonces en España. (…) se vieron empujados por la indignación a escribir en favor de la causa republicana, algunos a ejercer presión en sus respectivos países y, en unos pocos casos, a tomar las armas para defender la República”. Preston deja bien claro que ese activismo no fue “en detrimento de la fidelidad y la sinceridad de su quehacer informativo. De hecho, algunos de los corresponsales más comprometidos redactaron varios de los reportajes de guerra más precisos e imperecederos”8.

La percepción del periodismo como un compromiso con los oprimidos ha inspirado a lo más valioso de nuestra profesión, quienes, a diferencia del hipócrita discurso dominante actual, han reivindicado esa responsabilidad. Desde el cubano Pablo de la Torriente Brau al británico Robert Fisk o el franco-español Ignacio Ramonet. Recordemos que iniciativas tan justas y loables como la creación de un impuesto para las transacciones financieras especulativas (la Tasa Tobin), el apoyo a los Foros Sociales Mundiales o el combate al Acuerdo Multinacional de Inversiones (AMI) surgieron en medios de comunicación de indiscutible prestigio como Le Monde Diplomatique. También lo han entendido así muchos fotoperiodistas profesionales: “Me molestan ciertas etiquetas, como cuando me dicen que soy un periodista solidario. Para mí el periodismo es compromiso”9, afirmó el fotógrafo Gervasio Sánchez, Premio Nacional de Fotografía en España. El fotoperiodista todavía va más lejos: “Si yo fuera alguna vez decano de una facultad de Periodismo eliminaría una palabra: 'objetividad', la quitaría, rechazaría y quemaría”10.

El periodista siempre tendrá la tentación de dejarse llevar por los oropeles palaciegos, bien por razones económicas, por sumisión al poder, o simplemente por la tendencia a considerar más veraz y valiosa la información sólo porque procede de la moqueta y el esplendor de los centros del poder. Pero hay que recordar que tenemos una obligación social, un compromiso, una especie de juramento hipocrático que consiste en sacar a la luz, en informar, sobre tantas y tantas luchas de hombre y mujeres que combaten por su supervivencia y dignidad. Como dice Kapuscinski en su obra El Sha, debemos reivindicar “las palabras que circulan libremente, palabras clandestinas, rebeldes, palabras que no van vestidas de uniforme de gala, desprovistas del sello oficial”. Por eso cuando en una guerra un jefe militar nos anuncie una liberación le preguntaremos a la señora que salió a comprar el pan en la zona recién liberada; mientras el ministro nos esté enseñando el nuevo hospital inaugurado, acercaremos el micrófono al anciano que se encuentra en la sala de espera, y durante la pomposa inauguración de la industria de vanguardia tecnológica interrogaremos al obrero por su paga.

Tal como sucedió a los periodistas decentes que cubrieron la guerra civil en España, es necesario sentir en la piel el destino de los desfavorecidos para comprender cuál es el lugar del periodista.

    El verdadero periodismo es intencional, a saber: aquél que se fija un objetivo y que intenta provocar algún tipo de cambio. No hay otro periodismo posible. Hablo, obviamente, del buen periodista. Si leéis los escritos de los mejores periodistas -las obras de Mark Twain, de Ernest Hemingway, de Gabriel García Márquez-, comprobaréis que se trata siempre de periodismo intencional.11

El discurso de la neutralidad se utiliza inteligentemente desde los medios de comunicación neoliberales. Basta con observar los nombres con los que gustan denominarse en sus cabeceras: El Imparcial, Informaciones, ABC, La Nación, El Mundo, El País, La Razón. Todos son asépticos y neutrales, como desean que creamos que son sus contenidos. Su celo por aparentar ausencia de ideología les lleva incluso a prohibir a sus periodistas que tengan ideas hasta fuera de la redacción, en su vida privada.

La ciudadanía se indigna ante cualquier intento de dirigismo político e ideológico. Sabedores de eso, la estrategia actual de los medios es disimular a toda costa la intencionalidad para que pase inadvertida a las audiencias y pueda ser efectiva. El objetivo es proporcionar (u ocultar) al lector, oyente o espectador determinados elementos de contexto, antecedentes, silenciamientos o métodos discursivos (en el caso de los medios audiovisuales las posibilidades son infinitas) para que llegue a una conclusión y posición ideológica determinadas, pero con la percepción que es el resultado de su capacidad deductiva y no del dirigismo del medio de comunicación. De ahí la importancia de denunciar las falsas objetividades y neutralidades para dignificar un periodismo de principios y valores.

Los grandes medios comerciales hablan de neutralidad periodística mientras tienen periodistas empotrados entre las filas del ejército estadounidense en Iraq, de pluralidad informativa cuando sus redactores no salen de la sala de prensa de la Casa Blanca y nunca han visitado un suburbio de Washington o Nueva York, de imparcialidad mientras siguen estigmatizando en sus informaciones a los gobiernos que cometen el delito de recuperar sus recursos naturales de las manos de transnacionales. Alardean de objetividad, pero sus páginas y espacios informativos se reservan al oropel, el lujo y el glamour de famosos y grandes fortunas que identifican de esta forma como modelos a admirar. No es verdad que los medios de comunicación comerciales sean soportes neutrales de información. Ellos militan y hacen apología de un modelo económico concreto en el que se desenvuelven y del que obtienen beneficios, bien para su propia empresa o para la casa matriz accionista. Frente a ello, no se trata de que desde el compromiso del periodista el periodismo se convierta en panfleto, la ciudadanía rechaza los intentos de un periodismo militante que no aporta rigor ni información contrastada y sólo incluye ideología. Lo que reivindicamos es la recuperación de la dignidad y el servicio a la comunidad, a la justicia social, a la soberanía de los pueblos y a las libertades. No será periodismo si no se hace así, como no es medicina curar sólo a quienes tienen dinero para pagarla. No se debe confundir periodismo comprometido con servir incondicionalmente a un partido político o a un gobierno con el que se simpatiza. El compromiso es con unos principios y unos valores no con unas siglas o un determinado órgano de poder. Y, sobre todo, dar la voz a quienes tantas veces tiene vetado el acceso a los medios de comunicación. La escritora Elena Poniatowska en su libro “La noche de Tlatelolco12, recogió la masacre de cientos de estudiantes que protestaban en la plaza de ese mismo nombre, en la ciudad de México, el 2 de octubre de 1968. Para ello se dedicó a transcribir textualmente los testimonios de los afectados y ordenados cronológicamente. Sin duda se trata de un periodismo incompleto -hay elementos y datos que no se pueden ofrecer mediante testimonios-, pero es un ejercicio magnífico de dar la voz a la gente.

En muchos foros los profesionales insisten en que su capacidad de maniobra para practicar un periodismo comprometido con valores distintos de los impuestos por el mercado es muy limitada. Es verdad, pero es imprescindible que todo periodista ponga al servicio de esos ideales sus conocimientos y su trabajo si quiere que la decencia sea emblema e insignia de su vida y su profesión, y probablemente deba ser fuera de su puesto de trabajo en un medio de comunicación comercial. No se trata de militancia, sino de de decencia. La decencia es lo que diferencia al biólogo que trabaja para una gran empresa de transgénicos o para una organización ecologista, al abogado que defiende los intereses de una multinacional o los de los trabajadores que exigen un sueldo justo, al militar que dispara contra el pueblo refugiándose en órdenes de superiores o al que combate al lado de la gente. Ninguno de ellos puede ser neutral, ni imparcial, ni objetivo.

NOTAS

[1] Ver capítulo “ Así funciona el modelo” en Serrano, Pascual. Desinformación. Cómo los medios ocultan el mundo . Península. Barcelona, junio 2009.

[2] Ryszard Zapuściński. Los cínicos no sirven para este oficio. Sobre el buen periodismo . Anagrama. Barcelona 2002. pág. 21.

[3] Fisk, Robert. “Tediosas comparaciones sobre Oriente Medio”. La Jornada . 13-1-2009 http://www.jornada.unam.mx/2009/01/13/index.php?section=opinion&article=024a1mun

[4] López Vigil, José Ignacio. Manual urgente para radialistas apasionadas y apasionados . Ministerio de Información y Comunicación de Venezuela. 2005

[5] López Vigil, José Ignacio. Manual urgente para radialistas apasionadas y apasionados. Ministerio de Información y Comunicación de Venezuela. 2005

[6] Muñoz, S. Entrevista en la revista Paisajes . Noviembre 2009

[7] Preston, Paul. Idealistas bajo las balas. Corresponsales extranjeros en la guerra de España . DeBolsillo 2008

[8] Preston, Paul. Idealistas bajo las balas. Corresponsales extranjeros en la guerra de España . DeBolsillo 2008. pp. 16 y 17

[9] Público 7-11-2009

[10] Declaraciones a CNN + 8-11-2009

[11] Ryszard Zapuściński. Los cínicos no sirven para este oficio. Sobre el buen periodismo . Anagrama. Barcelona 2002. pp. 38 y 39

[12] Elena Poniatowska. La noche de Tlatelolco. Editorial Era, 2007

(NOTICIA ACTUALIZADA) Video que muestra como asesina (o "limpia") el ejército norteamericano

ACTUALIZACIÓN
Traducción al castellano por PluraliaTV del video revelado por Wikileaks acerca del asesinato de una docena de personas en Bagdad, en julio del 2007.
Asi mata EEUU

Pluralia.tv





Video de ataque de EE UU contra reporteros en Irak causa escándalo
Agencias /Redacción web

La difusión de un video que muestra el ataque desde un helicóptero militar de Estados Unidos a un grupo de iraquíes, entre ellos un reportero gráfico y un asistente de la agencia Reuters, ha levantado una gran polémica por los métodos empleados para utilizar las armas.

El suceso ocurrió hace 3 años, pero fue este lunes cuando las imágenes fueron difundidas, lo que ha reavivado el caso que siempre estuvo acompañado de contradicciones y el petitorio -en vano- de Reuters, de que les dejaran ver el material. Pero las impactantes tomas aéreas no fueron cedidas por las fuerzas militares, sino que la organización Wikileaks, una ONG que filtra documentos a través de su web, lo presentó en el National Press Club. Según Wikileaks, las imágenes han sido suministradas por fuentes militares.

El fotógrafo de Reuters Namir Noor-Eldeen y su conductor, Saeed Chmagh murieron en ese ataque, pero el ejército estadounidense siempre dijo que habían respondido a un ataque "contra una fuerza hostil".

Las imágenes hablan por sí solas. Mientras el espectador sigue al grupo de hombres con la mira telescópica de la aeronave, le ordenan a un soldado: "Avísame cuando los tengas [a tiro] y dispara". El grupo, que en todo momento se ve distendido y no muestra signos de saber que les están siguiendo, es "barrido" a tiros en medio de una espesa cortina de polvo. Luego las tropas también disparan contra los ocupantes de una furgoneta que se acerca a recoger a un herido (único superviviente), identificado en el vídeo como el trabajador de Reuters Saeed Chmagh.

Al día siguiente, el Ejército de EEUU dijo que los periodistas habían fallecido durante un enfrentamiento de sus helicópteros con tropas insurgentes. "No hay duda de que las fuerzas de la coalición estaban claramente en el medio de operaciones de combate contra una fuerza hostil", dijo un portavoz militar a 'The New York Times' acerca de su intervención militar.

Pero la agencia Reuters siempre cuestionó esa versión. Este lunes, a través de un comunicado recogido por The Huffington Post, la agencia Reuters confirmó la veracidad de las imágenes: "El vídeo difundido a través de Wikileaks es una evidencia gráfica de los peligros que implica el periodismo y las tragedias que pueden producirse"

domingo, 18 de abril de 2010

Kael Abello, creador del Logotipo del Bicentenario 2010

(VIDEO) Conozca a Kael Abello, creador del Logotipo del Bicentenario 2010
Por: VTV / Aporrea.org




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La fuente original de este documento es:
Venezolana de Televisión (http://www.vtv.gov.ve)

viernes, 16 de abril de 2010

Cronograma del Bicentenario en la UBV


Expoventa de libros, Conversatorios, proyección de películas, música y clases magistrales servirán de marco para inaugurar la fiesta bicentenaria en La Universidad Bolivariana de Venezuela.

Prensa Ubv

La Universidad bolivariana de Venezuela, Ejes Zulia, Mérida y Trujillo, plena de orgullo patrio se complace en invitar a la comunidad universitaria, Misión Sucre y a toda la colectividad marabina a las actividades planificadas para celebrar el bicentenario de nuestra independencia.

La semana del 20 al 23 de abril servirá para concienciar, debatir y conocer los acontecimientos que dieron lugar al proceso independentista, no concluido hace dos cientos años, y la importancia del proceso revolucionario y liberador que estamos construyendo, orientado hacia nuestra independencia definitiva.

Esta programación organizada por La Unidad de proyección y comunicación y el Centro de Documentación e Información Francisco de Miranda de la Universidad Bolivariana de Venezuela, esta dirigida a estudiantes, profesores, empleados, obreros y público en general ofreciendo diversas actividades en el marco de este año bicentenario y hacia la celebración del 7mo aniversario de nuestra casa de saberes, la misma ofrecerá a los presentes:

Martes 20
Inauguración del 4to Mercado del libro. En la entrada del Edificio Simón Bolívar.
Hora: 9:00 am
Proyección del Ciclo de películas de la independencia: Manuela Sáenz, Francisco de Miranda, Miranda Regresa y Jericó.
Clase Magistral “200 AÑOS DE PROBLEMAS NO RESUELTOS EN LA HISTORIA DE LATINOAMERICA”
A cargo del Dr. Juan Romero.
Prof: de la Universidad del Zulia.
Lugar: auditorio Karl Marx
Hora: 10:00 am.

Miércoles 21
Conversatorio “Año 1814”
A cargo del Mgsc. José Javier León
Profesor de la Universidad Bolivariana de Venezuela.
Lugar: entrada del Edificio Simón Bolívar.
Hora: 10:00am

Proyección de la película CUANDO LA BRÙJULA MARCÒ EL SUR.
Lugar: entrada del Edificio Simón Bolívar
Hora: 11:30 am

Jueves 22
Cine foro Película ZAMORA

Viernes 23
Cierre del 4to Mercado del Libro
Encuentro musical”La canción necesaria, reflexiones sobre la independencia”
Por Atenògenes Urribarri
Lugar: Edificio Simón Bolívar
Hora: 10:00 am

ACTVIDAD DEPORTIVA “COPA RELAMPAGO BICENTENARIO”
Futbol de Salón Femenino y Masculino
Lugar: Cancha UBV
Hora. 10:00 am.

jueves, 15 de abril de 2010

Umberto Eco propone Guerrilla Comunicacional


Para una guerrilla semiológica

Por: Umberto Eco
Tomado de Aporrea

No hace mucho tiempo que para adueñarse del poder político en un país era suficiente controlar el ejército y la policía. Hoy, sólo en los países subdesarrollados los generales fascistas recurren todavía a los carros blindados para dar un golpe de estado. Basta que un país haya alcanzado un alto nivel de industrialización para que cambie por completo el panorama: el día siguiente a la caída de Kruschev fueron sustituidos los directores de Izvestia, de Pravda y de las cadenas de radio y televisión; ningún movimiento en el ejército. Hoy, un país pertenece a quien controla los medios de comunicación.

Si la lección de la historia no parece lo bastante convincente, podemos recurrir a la ayuda de la ficción que, como enseñaba Aristóteles, es mucho más verosímil que la realidad. Consideremos tres películas norteamericanas de los últimos años: Seven Days in May (Siete días de mayo), Dr.

Strangelove (Teléfono rojo, volamos hacia Moscú) y Fail Safe (Punto límite). Las tres trataban de la posibilidad de un golpe militar contra el gobierno de Estados Unidos, y, en las tres, los militares no intentaban controlar el país mediante la violencia de las armas, sino a través del control del telégrafo, el teléfono, la radio y la televisión.

No estoy diciendo nada nuevo: no sólo los estudiosos de la comunicación, sino también el gran público, advierten ahora que estamos viviendo en la era de la comunicación. Como ha sugerido el profesor McLuhan, la información ha dejado de ser un instrumento para producir bienes económicos, para convertirse en el principal de los bienes. La comunicación se ha transformado en industria pesada. Cuando el poder económico pasa de quienes poseen los medios de producción a quienes tienen los medios de información, que pueden determinar el control de los medios de producción, hasta el problema de la alienación cambia de significado. Frente al espectro de una red de comunicación que se extiende y abarca el universo entero, cada ciudadano de este mundo se convierte en miembro de un nuevo proletariado. Aunque a este proletariado ningún manifiesto revolucionario podría decirle: «¡Proletarios del mundo, uníos!» Puesto que aún cuando los medios de comunicación, en cuanto medios de producción, cambiaran de dueño, la situación de sujeción no variaría. Al limite, es lícito pensar que los medios de comunicación serían medios alienantes aunque pertenecieran a la comunidad.

Lo que hace temible al periódico no es (por lo menos, no es sólo) la fuerza económica y política que lo dirige. El periódico como medio de condicionamiento de la opinión queda ya definido cuando aparecen las primeras gacetas. Cuando alguien tiene que redactar cada día tantas noticias como permita el espacio disponible, de manera que sean accesibles a una audiencia de gustos, clase social y educación diferentes y en todo el territorio nacional, la libertad del que escribe ha terminado: los contenidos del mensaje no dependerán del autor, sino de las determinaciones técnicas y sociológicas del medio.

Todo esto había sido advertido hace tiempo por los críticos más severos de la cultura de masas, que afirmaban: « Los medios de comunicación de masas no son portadores de ideología: son en sí mismos una ideología.» Esta posición, que he definido en uno de mis libros como «apocalíptica», sobreentiende este otro argumento: No importa lo que se diga a través de los canales de comunicación de masas; desde el momento en que el receptor está cercado por una serie de comunicaciones que le llegan simultáneamente desde varios canales, de una manera determinada, la naturaleza de esta información tiene poquísima importancia. Lo que cuenta es el bombardeo gradual y uniforme de la información, en la que los diversos contenidos se nivelan y pierden sus diferencias.

Recordaréis que ésta es también la conocida posición de Marshall McLuhan en Understanding Media. Salvo que, para los llamados «apocalípticos», esta convicción se traducía en una consecuencia trágica: el destinatario del mensaje de los mass-media, desvinculado de los contenidos de la comunicación, recibe sólo una lección ideológica global, un llamado a la pasividad narcótica.

Cuando triunfan los medios de masas, el hombre muere.

Por el contrario, Marshall McLuhan, partiendo de las mismas premisas, llega a la conclusión de que, cuando triunfan los medios de masas muere el hombre gutenbergiano y nace un hombre diferente, habituado a «sentir» el mundo de otra manera. No sabemos si este hombre será mejor o peor, pero sabemos que se trata de un hombre nuevo. Allí donde los apocalípticos veían el fin de la historia, McLuhan observa el comienzo de una nueva fase histórica. Pero es lo mismo que sucede cuando un virtuoso vegetariano discute con un consumidor de LSD: el primero ve en la droga el fin de la razón, el otro el inicio de una nueva sensibilidad. Ambos están de acuerdo en lo que concierne a la composición química de los psicodélicos.

En cambio la cuestión que deben plantearse los estudiosos de la comunicación es ésta: ¿Es idéntica la composición química de todo acto comunicativo? Naturalmente, están los educadores que manifiestan un optimismo más simple, de tipo iluminista: tienen una fe ciega en el poder del contenido del mensaje. Confían en poder operar una transformación de las conciencias transformando las transmisiones televisivas, la cuota de verdad en el anuncio publicitario, la exactitud de la noticia en la columna periodística.

A éstos, o a quienes sostienen que the medium is the message, quisiera recordarles una imagen que hemos visto en tantos cartoons y en tantos comic strips, una imagen un poco obsoleta, vagamente racista, pero que sirve de maravilla para ejemplificar esta situación. Se trata de la imagen del jefe caníbal que se ha colgado del cuello, como pendentif, un reloj despertador.

No creo que todavía existan jefes caníbales que vayan ataviados de tal modo, pero cada uno de nosotros puede trasladar este modelo a otras varias experiencias de la propia vida cotidiana. El mundo de las comunicaciones está lleno de caníbales que transforman un instrumento para medir el tiempo en una joya «op».

Si esto sucede, entonces no es cierto que the medium is the message: puede ser que la invención del reloj, al habituarnos a pensar el tiempo en forma de un espacio dividido en partes uniformes, haya cambiado para algunos hombres el modo de percibir, pero existe indudablemente alguien para quien el «mensaje-reloj» significa otra cosa.

Pero si esto es así, tampoco es cierto que la acción sobre la forma y sobre el contenido del mensaje pueda modificar a quien lo recibe; desde el momento en que quien recibe el mensaje parece tener una libertad residual: la de leerlo de modo diferente.

He dicho «diferente» y no «equivocado». Un breve examen de la mecánica misma de la comunicación nos puede decir algo más preciso sobre este argumento.

La cadena comunicativa presupone una fuente que, mediante un transmisor, emite una señal a través de un canal. Al extremo del canal, la señal se transforma en mensaje para uso del destinatario a través de un receptor. Esta cadena de comunicación normal prevé naturalmente la presencia de un ruido a lo largo del canal, de modo que el mensaje requiere una redundancia para que la información se transmita en forma clara. Pero el otro elemento fundamental de esta cadena es la existencia de un código, común a la fuente y al destinatario. Un código es un sistema de probabilidad prefijado y sólo en base al código podemos determinar si los elementos del mensaje son intencionales (establecidos por la fuente) o consecuencia del ruido. Me parece muy importante distinguir perfectamente los diversos puntos de esta cadena, porque cuando se omiten se producen equívocos que impiden considerar el fenómeno con atención. Por ejemplo, buena parte de las tesis de Marshall McLuhan acerca de la naturaleza de los media derivan del hecho de que él llama «media», en general, a fenómenos que son reducibles a veces al canal, a veces al código y a veces a la forma del mensaje. El alfabeto reduce, según criterios de economía, las posibilidades de los órganos fonadores y de este modo provee de un código para comunicar la experiencia; la calle me provee de un canal a lo largo del cual puedo hacer viajar cualquier comunicación. Decir que el alfabeto y la calle son «media», significa no considerar la diferencia entre un código y un canal.

Decir que la geometría euclidiana y un traje son "media", significa no diferenciar un código (los elementos de Euclides son un modo de formalizar la experiencia y de hacerla comunicable) de un mensaje (un traje determinado, en base a códigos indumentarios -de convenciones aceptadas por la sociedad-, comunica una actitud mía respecto a mis semejantes). Decir que la luz es un media significa no advertir que existen, por lo menos, tres acepciones de «luz». La luz puede ser una señal de información (utilizo la electricidad para transmitir impulsos que, según el código morse, significan mensajes particulares); la luz puede ser un mensaje (si mi amante pone una luz en la ventana, significa que su marido está ausente); y la luz puede ser un canal (si tengo la luz encendida en la habitación, puedo leer el mensaje-libro). En cada uno de estos casos el impacto de un fenómeno sobre el cuerpo social varía según el papel que juega en la cadena comunicativa.

Siguiendo con el ejemplo de la luz, en cada uno de estos tres casos el significado del mensaje cambia según el código elegido para interpretarlo. El hecho de que la luz, cuando utilizo el código morse para transmitir señales luminosas, sea una señal -y que esta señal sea luz y nada más- tiene en el destinatario un impacto mucho menos importante que el hecho de que el destinatario conozca el código morse. Si, por ejemplo, en el segundo de los casos citados, mi amante usa la luz como señal para transmitirme en morse el mensaje «mi marido está en casa» pero yo sigo refiriéndome al código establecido precedentemente, por el que «luz encendida» significa «marido ausente», lo que determina mi comportamiento (con todas las desagradables consecuencias que supone) no es la forma del mensaje ni su contenido según la fuente emisora, sino el código que yo uso. Es la utilización del código lo que confiere a la señal-luz un determinado contenido. El paso de la Galaxia Gutenberg al Nuevo Pueblo de la Comunicación Total no impedirá que se desencadene entre yo, mi amante y su marido el eterno drama de la traición y de los celos.

En este sentido, la cadena comunicativa descrita antes deberá transformarse de esta manera: el receptor transforma la señal en mensaje, pero este mensaje es todavía una forma vacía a la que el destinatario podrá atribuir significados diferentes según el código que aplique.

Si escribo la frase No more, aquel que la interprete a la luz del código lengua inglesa la entenderá en el sentido más obvio; pero les aseguro que, leída por un italiano, la misma frase significaría «nada de moras», o bien «no, prefiero las moras»; pero, si en lugar de un sistema de referencia botánico, mi interlocutor apelase a un sistema de referencia jurídico, entendería «nada de moras (dilaciones)»; y si usase un sistema de referencia erótico, la misma frase sería la res- puesta «no, morenas» a la pregunta «¿Los caballeros las prefieren rubias?».

Naturalmente, en la comunicación. normal, entre persona y persona, relativa a la vida cotidiana, estos equívocos son mínimos: los códigos se establecen de antemano. Pero hay también casos extremos como, en primer lugar, la comunicación estética, donde el mensaje es intencionalmente ambiguo con el fin preciso de estimular la utilización de códigos diferentes por parte de aquellos que estarán en contacto con la obra de arte, en lugares y en momentos diferentes.

Si en la comunicación cotidiana la ambigüedad está excluida y en la estética es por el contrario deseada, en la comunicación de masas la ambigüedad, aunque ignorada, está siempre presente. Hay comunicación de masas cuando la fuente es única, centralizada, estructurada según los modos de la organización industrial; el canal es un expediente tecnológico que ejerce una influencia sobre la forma misma de la señal; y los destinatarios son la totalidad (o bien un grandísimo número) de los seres humanos en diferentes partes del globo. Los estudiosos norteamericanos se han dado cuenta de lo que significa una película de amor en tecnicolor, pensada para las señoras de los suburbios y proyectada, después, en un pueblo del Tercer Mundo. Pero en países como Italia, donde el mensaje tele- visivo es elaborado por una fuente industrial centralizada y llega simultáneamente a una ciudad industrial del norte y a una perdida aldea agrícola del sur, en dos circunstancias sociológicas separadas por siglos de historia, este fenómeno se registra día a día.

Pero basta incluso con la reflexión paradójica para convencerse de este hecho: cuando la revista Eros publicó, en Estados Unidos, la famosa fotografía de una mujer blanca y un hombre de color, desnudos, besándose, imagino que, si las mismas imágenes hubieran sido transmitidas por una red televisiva de gran difusión, el significado atribuido al mensaje por el gobernador de Alabama y por Allen Ginsberg habría sido diferente. Para un hippie californiano, para un radical del Village, la imagen habría significado la pro- mesa de una nueva comunidad. Para un seguidor del Ku Klux Man el mensaje habría significado una tremenda amenaza de violencia carnal.

El universo de la comunicación de masas está lleno de estas interpretaciones discordantes; diría que la variabilidad de las interpretaciones es la ley constante de las comunicaciones de masas. Los mensajes parten de la fuente y llegan a situaciones sociológicas diferenciadas, donde actúan códigos diferentes. Para un empleado de banco de Milán la publicidad televisiva de un frigorífico representa un estímulo a la adquisición, pero para un campesino en paro de Calabria la misma imagen significa la denuncia de un universo de bienestar que no le pertenece y que deberá conquistar. Es por esto que creo que en los países pobres incluso la publicidad televisiva puede funcionar como mensaje revolucionario.

El problema de la comunicación de masas es que hasta ahora esta variabilidad de las interpretaciones ha sido casual. Nadie regula el modo en que el destinatario usa el mensaje, salvo en raras ocasiones. En este sentido, aunque hayamos desplazado el problema, aunque hayamos afirmado que «el medio no es el mensaje», sino que «el mensaje depende del código», no hemos resuelto el problema de la era de las comunicaciones. Si el apocalíptico dice: «El medio no transmite ideologías, es la ideología misma; la televisión es la forma de comunicación que asume la ideología industrial avanzada», nosotros sólo podremos responder: «El medio transmite las ideologías a las que el destinatario puede recurrir en forma de códigos que nacen de la situación social en la que vive, de la educación recibida, de las disposiciones psicológicas del momento.» En tal caso, el fenómeno de las comunicaciones de masas seria inmutable: existe un instrumento extremadamente poderoso que ninguno de nosotros llegará jamás a regular; existen medios de comunicación que, a diferencia de los medios de producción, no son controlables ni por la voluntad privada ni por la de la colectividad. Frente a ellos, todos nosotros, desde' el director de la CBS y el presidente de Estados Unidos, pasando por Martin Heidegger, hasta el campesino más humilde del delta del Nilo, somos el proletariado.

Sin embargo, creo que el defecto de este plantea- miento consiste en el hecho de que todos nosotros estamos tratando de ganar esta batalla (la batalla del hombre en el universo tecnológico de la comunicación) recurriendo a la estrategia.

Habitualmente, los políticos, los educadores, los científicos de la comunicación creen que para controlar el poder de los mass-media es preciso controlar dos momentos de la cadena de la comunicación: la fuente y el canal. De esta forma se cree poder controlar el mensaje; por el contrario, así sólo se controla el mensaje como forma vacía que, en su destinación, cada cual llenará con los significados que le sean sugeridos por la propia situación antropológica, por su propio modelo cultural. La solución estratégica puede resumirse en la frase: «Hay que ocupar el sillón del presidente de la RAI», o bien: «Hay que apoderarse del sillón del ministro de Información», o: «Es preciso ocupar el sillón del director del Corriere.» No niego que este planteamiento estratégico pueda dar excelentes resultados a quien se proponga el éxito político y económico, pero me temo que ofrezca resultados muy magros a quien espere devolver a los seres humanos una cierta libertad frente al fenómeno total de la comunicación.

Por esta razón, habrá que aplicar en el futuro a la estrategia una solución de guerrilla. Es preciso ocupar, en cualquier lugar del mundo, la primera silla ante cada aparato de televisión (y, naturalmente, la silla del líder de grupo ante cada pantalla cinematográfica, cada transistor, cada página de periódico). Si se prefiere una formulación menos paradójica, diré: La batalla por la supervivencia del hombre como ser responsable en la Era de la Comunicación no se gana en el lugar de donde parte la comunicación sino en el lugar a donde llega. Si he hablado de guerrilla es porque nos espera un destino paradójico y difícil, a nosotros, estudiosos y técnicos de la comunicación: precisamente en el momento en que los sistemas de comunicación prevén una sola fuente industrializada y un solo mensaje, que llegaría a una audiencia dispersa por todo el mundo, nosotros deberemos ser capaces de imaginar unos sistemas de comunicación complementarios que nos permitan llegar a cada grupo humano en particular, a cada miembro en particular, de la audiencia universal, para discutir el mensaje en su punto de llegada, a la luz de los códigos de llegada, confrontándolos con los códigos de partida.

Un partido político, capaz de alcanzar de manera capilar a todos los grupos que ven televisión y de llevarlos a discutir los mensajes que reciben, puede cambiar el significado que la fuente había atribuido a ese mensaje. Una organización educativa que lograse que una audiencia determinada discutiera sobre el mensaje que recibe, podría volver del revés el significado de tal mensaje. 0 bien, demostrar que ese mensaje puede ser interpretado de diferentes modos.

Cuidado: no estoy proponiendo aquí una nueva forma de control de la opinión pública, todavía más terrible. Estoy proponiendo una acción para incitar a la audiencia a que controle el mensaje y sus múltiples posibilidades de interpretación.

La idea de que un día habrá que pedir a los estudiosos y educadores que abandonen los estudios de televisión o las redacciones de los periódicos para librar una guerrilla puerta a puerta, como provos de la recepción crítica puede asustar y parecer pura utopía. Pero si la Era de las Comunicaciones avanza en la dirección que hoy nos parece más probable, ésta será la única salvación para los hombres libres. Hay que estudiar cuales pueden ser las formas de esta guerrilla cultural.

Probablemente, en la interrelación de los diversos medios de comunicación, podrá emplearse un medio para comunicar una serie de juicios sobre otro medio. Esto es lo que en cierta medida hace, por ejemplo, un periódico cuando critica una transmisión de televisión. Pero, ¿quién nos asegura que el artículo del periódico será leído del modo que deseamos? ¿Nos veremos obligados a recurrir a otro medio para enseñar a leer el periódico de manera consciente?.

Ciertos fenómenos de «contestación de masa» (hippies o beatniks, new bohemia o movimientos estudiantiles) nos parecen hoy respuestas negativas a la sociedad industrial: se rechaza la sociedad de la Comunicación Tecnológica para buscar formas alternativas de vida asociativa. Naturalmente, estas formas se realizan usando medios de la sociedad tecnológica (televisión, prensa, discos…).

Así no se sale del círculo, sino que se vuelve a entrar en él sin quererlo. Las revoluciones se resuelven a menudo en formas pintorescas de integración.

Podría suceder que estas formas no industriales de comunicación (de los love-in a los mitines estudiantiles, con sentadas en el campus universitario) pudieran llegar a ser las formas de una futura guerrilla de las comunicaciones. Una manifestación complementaria de las manifestaciones de la comunicación tecnológica, la corrección continua de las perspectivas, la verificación de los códigos, la interpretación siempre renovada de los mensajes de masas. El universo de la comunicación tecnológica sería entonces atravesado por grupos de guerrilleros de la comunicación, que reintroducirían una dimensión crítica en la recepción pasiva. La amenaza para quienes the medium is the message podría entonces llegar a ser, frente al medio y al mensaje, el retorno a la responsabilidad individual. Frente a la divinidad anónima de la Comunicación Tecnológica, nuestra respuesta bien podría ser: «Hágase nuestra voluntad, no la Tuya.»

Artículo publicado en Aporrea.org en 2002, reproducido en el libro de Eco, titulado La estrategia de la ilusión, Lumen/de la Flor, 1987

miércoles, 14 de abril de 2010

¿Qué es una tesis doctoral? I


Foro:
¿Qué es una tesis doctoral?
(Realizado en la Universidad Bolivariana de Venezuela, sede Zulia, el 9 de abril de 2010)

Intervención de
Alejando Ochoa

“La gran diferencia creo yo entre el conocimiento emancipador y aquel conocimiento capitalista, radica en buena medida en que en el conocimiento emancipador nosotros somos parte del mundo, en el otro el mundo está puesto a nuestro servicio, y esa diferencia que es así de chiquitita en lo discursivo, es lo que marca la diferencia entre que tengamos mundo dentro de 200 años o no.”

A. O.

Muchísimas gracias por la invitación y por el compromiso que supone estar acá.
Yo primero quisiera saludar una iniciativa que es muy importante en términos de lo que debe ser la constitución de una universidad que se dice que es distinta, de una universidad que se dice que es alternativa, porque lo que viene ocurriendo en el espacio universitario que uno podría llamar tradicional, es que estas reflexiones se dan por sentadas, es decir, se ha aceptado el dogma de que sabemos qué es una tesis doctoral, se ha aceptado qué es la formación profesional y a partir de eso hoy estamos nosotros precisamente construyendo una sociedad que, independientemente de que uno comparta o no la orientación de las transformaciones de la sociedad venezolana, es inevitable que esas transformaciones están ocurriendo. Y en consecuencia, sea del color que sea, sea del bando en el cual uno se ubique, pues es necesario precisamente pensarse como gente que está no solamente siendo transformada si no que, en el caso particular de las universidades, se supone que son ejes para la transformación. Eso apelando a lo que es la Ley de las Universidades, la ya agonizante -esperamos que pronto deje de tener ese estatus-, y a la Ley Orgánica de Educación.
Bien. Cuando a mí se me planteó la pregunta, la verdad es que dije, vamos a tratar de abordar esto desde un intento por mostrar lo que sería una suerte de respuesta preliminar, y debe ser, entiendo yo, una respuesta preliminar porque este debate no puede agotarse en el debate de estas horas, en esta mañana que nos ocupa acá en la UBV. Soy de la convicción de que esa es una reflexión que involucra no solamente a ustedes como estudiantes del doctorado, sino que obliga a los profesores que de alguna manera tenemos algunas responsabilidades en el caso particular de la UBV.
L
o primero que uno debe preguntarse es si es apropiado preguntarse sobre qué es una tesis doctoral, y la razón de preguntar por lo apropiado es porque es inevitable pensar la tesis doctoral más allá de, como un producto, como un proceso, y ciertamente siendo que es un producto, también hay que ponerle el ojo y la atención al proceso de creación. Una tesis doctoral es un proceso de creación, y eso quiere decir que fundamentalmente una tesis doctoral es un ejercicio de libertad académica. Y cuando digo que es un ejercicio de libertad académica uno debería tener el cuidado de aclarar dos aspectos: la libertad no es el libertinaje, la libertad es la capacidad de asumirse de manera autónoma, es decir con sus propias reglas, pero respetando los espacios en los cuales ella se da, que es la búsqueda del conocimiento en la cual uno está embarcado. Total que, si uno se aferrase un poquito a la pregunta, quizá la respuesta más inmediata tendría que ver con lo que es la norma, una suerte de definición general que yo decidí tomar como la base sobre la cual quisiera hacer unos breves comentarios. Tenía razón Miguel de Unamuno que, cuando le dijeron si podía hablar dos minutos, dijo que eso lo podía hacer en ocho meses, a nosotros nos piden que hablemos de tesis doctoral en quince minutos, quizá menos, tendríamos que haber tenido al menos cinco meses para pensar las respuestas, pero vamos a tratar de ser consecuentes con el tiempo.
La primera definición: una tesis doctoral es un estudio escrito (y ese es un punto importante, porque la condición de la tesis doctoral es que debe producir un documento, una tesis doctoral no es un sueño, no es que yo tengo un argumento y lo defiendo en los pasillos, o lo defiendo incluso en una plataforma como esta, sino que tiene precisamente la condición de escrito) sobre una investigación de carácter original (ya iremos a atender eso) efectuada por un estudiante (obviamente) o un escrito de un análisis de publicaciones hechas por otros, sobre un tema dado. (Y después viene la perla.) La tesis doctoral permite acceder al grado de doctor.
Yo dejé esa coletilla porque esa es bien importante, normalmente nosotros vemos la tesis doctorales como un camino hacia la consecución de un grado ¡Cuidado! Yo creo que, ciertamente uno puede conseguir el grado y su tesis no llegar a ser realmente una tesis doctoral, ese punto es bien importante y hay que tenerlo en cuenta.
En particular, y quisiera hacer una vinculación con la idea de libertad, porque uno puede terminar de hacer un doctorado y ser presa del tema en el cual estuvo embarcado, o puede ser presa de los prejuicios con los cuales abordó la investigación, no hubo allí un ejercicio de libertad o al menos de construcción o anhelo de esa libertad académica de la que estamos hablando. Si nosotros vemos la respuesta, lo primero que uno tendría que atender es la idea de investigación de carácter original. ¿Qué quiere decir una investigación de carácter original? Hay dos posibilidades, a mi juicio: la primera, que la pregunta sea original, es decir, que la pregunta que uno va a indagar tiene la suficiente originalidad como para alcanzar la condición de ser o generar una tesis doctoral, y la segunda es que la respuesta sea original. Ahora, ¿qué quiere decir que sea original? Allí yo quisiera plantear un tema que quizá sea interesante discutir, me quedaron resonando algunos de los términos que empleó el profesor Figuera, porque básicamente en una tesis doctoral, o uno va a la casa del origen de la pregunta o (bien) al origen de la respuesta, desde dónde, cómo, cuándo y para qué se construye, se elabora una posible pregunta; y las mismas preguntas, para tratar de abordar una posible respuesta. La indagación de una tesis doctoral es en ese sentido original y originaria, radical, porque va precisamente a buscar las raíces de aquello que se está preguntando y de aquello que se está apostando como respuesta.
Ahora, ¿qué quiere decir indagar sobre el origen o desde el origen? Y allí tenemos lo siguiente, primero se trata de tener el fundamento de la pregunta. Si nosotros no sabemos desde dónde se pregunta, qué es aquello que permite lo que se pregunta, el modo como se pregunta, pues difícilmente nosotros vamos a tener la posibilidad de abordar la respuesta, o alcanzar una respuesta que sea original, por eso mi hincapié está más centrado en el tema de la pregunta. Y eso supone, primero, que debemos saber –y ese saber no es ese saber ingenuo del que hablaba Figuera- sino la construcción de conocimiento que me permita mostrar que la pregunta que yo estoy formulando tiene un carácter de unicidad, es decir, es una pregunta que me increpa. No es una pregunta que yo repito, o no es la traducción de una pregunta que ya se ha hecho. Lo segundo tiene que ver con que se entienda y se asuma que la respuesta conseguida es una posible respuesta, cuando uno hace una tesis doctoral el resultado final es quizá desalentador, porque lo que uno alcanza con una convicción que raya casi en dogma, es que la respuesta que uno ha obtenido es eso, una posible respuesta. Y eso supone obviamente, un tercer aspecto que yo creo que es vital y del cual depende mucho el valor de la tesis doctoral, más allá del espacio tiempo que ubica a una persona para obtener su grado de doctor. Si la pregunta ha sido original, si la pregunta ha sido auténtica, y si la pregunta, la respuesta que ha abordado es –o se está consciente de que es- una, es inevitable de que esa pregunta es capaz de generar otras preguntas. Es decir, que la tesis doctoral, más allá de la obtención del grado de doctor ¡y se acabó el cuento en la tesis doctoral!, es el salto hacia un estado en el que uno se abre a la posibilidad de indagar sin temor, pero con rigurosidad. Ese punto es importante. Es decir, no creo que valga la pena empeñarse en alcanzar el doctorado para alcanzar una libertad que rápidamente se anquilosa, se fosiliza y desaparece, como toda libertad que alcanza ese estatus.
La otra parte de la respuesta formal sobre lo que es una tesis doctoral, tiene que ver con el análisis de publicaciones, y allí yo quisiera hacer hincapié en un aspecto porque nosotros tratamos de desmerecer algunas tesis que tienen que ver con el trabajo de análisis sobre publicaciones hechas sobre un tema dado. Es decir, lo que la gente llama revisión bibliográfica, pero que es mucho más que eso. Y allí, para ese espacio de indagación, yo creo que es importante de nuevo hacer dos cosas. Bueno, una fundamental: indagar cuáles son las trazas del pensamiento que permiten al que piensa mostrar eso que piensa como valedero. No se trata de abrazar o aferrarse o reproducir el conocimiento generado por aquel que publica, sino poder indagar el modo como el autor ha construido su edificio conceptual, y eso supone, obviamente, que podemos desde nuestra propia perspectiva justificar el origen, mostrar el tránsito y llegar a las conclusiones, de tal suerte que podamos nosotros finalmente dialogar con el autor. Ese punto es importante.
Una de las características con las cuales a las tesis doctorales generalmente se les califica como exitosas, es porque logran la creación de un autor, es decir, de una persona que es capaz de asumir la autoría de un trabajo. Yo creo que el diálogo con el autor es el primer paso para alcanzar la condición de autor, es decir que nosotros podamos dialogar, no repetir, no replicar sino dialogar, y el dialogar supone precisamente el desarrollo de un logos, de un discurso, el cual -al autor que uno ha revisado-, increpa, interroga, supera, o en todo caso le deja algunas críticas.
Total que, si resumimos en los términos de lo que sería la respuesta que hemos dado, yo creo que esos son dos elementos que quisiera que se tomaran en cuenta a la hora de mirar el tema de una tesis doctoral.
Ahora, en contra de la respuesta que casi es ir en contra de la pregunta, de ¿cómo se constituye una tesis doctoral? Yo imagino que muchos de ustedes estarán pensando que este foro yo debería haberlo pensado (así): ¿cómo se hace una tesis doctoral? Eso es harina de otro costal, aquí estamos indagando sobre la condición de qué es lo que califica a uno para que esa tesis sea doctoral.
Entonces, lo primero es que en el tránsito de la construcción de una tesis doctoral la condición fundamental es que la pregunta es una pregunta que se re-pregunta a sí misma, es decir: poder estar abierto a la revisión crítica de la pregunta que yo me formulo es una condición sine qua non del ejercicio del doctorante. La tarea que seguramente algunos de los profesores asumen en su función en los seminarios es precisamente esa, empezar a hacer las preguntas a su tesis doctoral desde fuera, el doctorante tendrá que aprender a hacer las preguntas de la pregunta que lo ocupa, y ese es uno de los puntos muy importante, y ¿saben por qué?, porque no hay nada más fastidioso que ser crítico del propio trabajo, pero también nada más difícil, y ese es precisamente el ejercicio de la libertad, del que hablábamos hace rato.
Obviamente que, un segundo aspecto tiene que ver con que el modo de respuesta sea crítico, y la idea de crítica acá tiene que ver con poder destapar cuales son los fundamentos sobre los cuales una determinada respuesta se propone. Por poner casos concretos: si yo voy abordar el tema de una tesis vinculada al desarrollo endógeno y decido abrazar sin criticar lo que tenga que decir sobre desarrollo endógeno Osvaldo Sunkel, esa no sería una tesis doctoral porque no está abordando críticamente el pensamiento, la respuesta que se está abordando.
Y un tercer aspecto, tiene que ver con que la respuesta es una tesis. Y ¿qué es una tesis? Una tesis es una proposición o conclusión que se mantiene con razonamientos. Eso es lo que es una tesis, y la legitimidad de los razonamientos dependerá de cada ámbito del conocimiento. Noten ustedes que, básicamente una tesis doctoral entonces es la construcción de un edificio conceptual razonado, crítico y en el caso particular, el tema de la tesis doctoral, o la fuente de legitimidad de los razonamientos supone que haya claridad en los presupuestos epistemológicos y ontológicos sobre los cuales se fundamenta la pregunta y se construye la respuesta. Si eso no está, obviamente que tendremos dificultades para nosotros poder sostener la tesis como doctoral.
Obviamente que, en el tema de la tesis doctoral, o en la reflexión que a nosotros nos debería ocupar en este momento, en este país, en este mundo, nos invita a que tenemos que ir más allá de la respuesta. Lo primero que es evidente es que una tesis doctoral tiene que estar muy pendiente y debe estar conscientemente aproximándose a -lo que vamos a decir acá- una perspectiva que sea crítica. Primero, hay que entender el contexto académico en el cual se inserta la tesis, eso hay que discutirlo, eso hay que debatirlo, generalmente uno asume que «como mi tesis es en literatura entonces cae en el área de investigación de un determinado tipo», «como mi tesis es en el área de innovación tecnológica entonces cae en otro tipo de investigación», y eso no se comenta, eso no se discute, eso no se critica, (al contrario) eso hay que comentarlo, eso hay que precisamente poder hacerlo explícito, y en particular –y aquí voy a ser un poquito más duro- porque tengo la sospecha de que cada vez más la idea de academia en el caso particular de Venezuela se desdibuja a una velocidad impresionante y eso quiere decir que el diálogo académico con mayor velocidad se va desdibujando, entonces esa exigencia es mucho más importante de atenderla y requiere ser atendida, en particular por una universidad que se dice es distinta.
El segundo tema es que es inevitable que la pregunta no ocurra en un vacío, un doctorante o alguien que indaga, que investiga, pues obviamente no lo está haciendo desde una plataforma neutra, eso no existe. Yo no voy a abundar en lo que seguramente ya todos (conocen con respecto a ese tema), pero es inevitable: es necesario revelar, develar el contexto sociopolítico en el cual se está insertando una tesis, y en particular desde el cual se interroga. Y este punto yo lo quiero hacer así muy «puntualito» con un ejemplo: creo que en Venezuela, después de 10 años de estar hablando de un proceso de transformación, pareciera que nos hemos olvidado de los 190 años anteriores y tratamos de no dialogar o de no conversar con lo que se decía en aquel entonces, y el drama de eso es que puede ser, es muy factible que terminemos nosotros reproduciendo aquello que no conocemos porque nos parece innovador. Pongo un solo ejemplo, el término de economía social, o de economía solidaria, que en este proceso social que va pasando en Venezuela tiene una determinada connotación, esa misma frase tenía un determinado discurso, un determinado contexto en el cual se formulaba, y que es necesario de nuevo rescatar para poder dialogar, superar y en todo caso criticar.
Finalmente, y aquí tiene que ver con lo que en su momento señalaba el profesor Figuera en su presentación, la relación entre el contexto de descubrimiento y el contexto de aplicación. Nosotros tenemos que establecer un vínculo allí, en particular porque cada vez más las investigaciones se hacen parte de un contexto de utilidad y ese contexto de utilidad algunas veces está mediado por elementos que no son fácilmente discernibles para el investigador. En ese sentido, poder saber cómo se relaciona ese contexto desde el cual se descubre o se construye una determinada teoría, y el contexto en el cual esa teoría entra a dar cuenta de la realidad, es fundamental.
Yo quisiera más que terminar con respuestas tratar de plantear preguntas que yo creo que debemos atender todos: ¿qué entendemos ahora por una tesis doctoral?, tratar de responder esa pregunta en el presente, ¿qué quiere decir esto en el presente? No en el presente sólo de Venezuela sino en el presente de las ciencias, en el presente del conocimiento. En la Venezuela actual ¿qué quiere decir eso?
En particular porque ese es un diálogo que parece tenemos que establecerlo desde las universidades alternativas porque las universidades tradicionales ese diálogo no lo quieren hacer.
Y finalmente, ¿qué entendemos por una tesis doctoral en la Universidad que nos convoca? Si es la universidad que nos convoca esta, o es otra universidad, y tratar precisamente de indagar sobre estos aspectos.
Yo quisiera concluir con lo que generalmente les comento a los que han tenido la oportunidad –no voy a calificarla de buena o mala- de estar en mi curso, al señalar lo siguiente: ustedes están haciendo un doctorado que tiene como tema al (elemento) que determinó lo que de manera técnica ha sido la fuente de legitimación de todo el aparato institucional, político, económico que ha gobernado el mundo en los últimos 100 años, y ustedes quieren hacer eso desde una perspectiva distinta, dense cuenta que la tarea de ustedes va muchísimo más allá, pero muchísimo más allá del ejercicio de una tesis doctoral, a ustedes les corresponde construir eso que se llama «el otro mundo posible» desde el ejercicio de la libertad académica que obviamente se les concede, pero que también se les pide que respeten. Eso es todo.

Segunda intervención, luego de la ronda de preguntas

Yo creo que de lo que nosotros hemos sido testigos acá, es (de) un fenómeno que es natural que ocurra del modo como ocurre. Y yo quisiera ir de lo más complejo a lo menos complejo para mostrar como uno y lo otro están relacionados, para ir tratando de atender lo que son las inquietudes que ustedes han planteado. Es evidente que lo que nosotros hemos planteado acá toca aspectos ontológicos fundamentales de los cuales quizás no tenemos la suficiente posibilidad de discutir, pero sí quisiera plantear par de conceptos que creo es necesario pensarlos.
O usted tiene a la ontología o la ontología lo tiene a usted, es decir, si usted parte de un precepto ontológico claro y explícito puede que le vaya mejor que partir de suponer que a usted no le interesa la ontología y entonces queda preso de un determinado modo de concebir la cosas. Esto, que en términos más o menos similares planteaba la profesora Haydee con respecto a que no es posible la neutralidad noten ustedes que va incluso hasta los tuétanos mismos de cómo se concibe el sujeto y el objeto de estudio. Si se conciben separados, o si se conciben en relación recursiva, o si se conciben contextualmente construidos en términos históricos van a dar lugar a conceptos ontológicos distintos y, en consecuencia, a investigaciones distintas. Eso no quiere decir que esté mal, al contrario el punto es que hay que abrir el debate hasta las raíces propias del modo como nosotros estamos concibiendo el mundo. Y eso nos traslada a un segundo estadio de discusión, que es el plano epistemológico. Y digo un segundo estadio no porque uno tiene la ontología y después viene la epistemología. No, es que ocurren de manera recursiva, al momento en que yo concibo un determinado modo de conocer, eso de alguna manera me limita, condiciona, acota aquel sujeto y aquel objeto que están en una relación vinculados al tema del conocimiento. Allí yo creo que le hace un flaco favor a la discusión epistemológica tratar de ir rapidito al tema de una escogencia de una metodología de investigación como quien escoge ropa en una tienda. Es decir, a mí me gusta más el vestido blanco o me gusta más la franela azul… No se trata de ese tipo de cosas, porque ahí quizá vamos a pecar de no ir al origen donde ocurre nuestra pregunta. Yo quisiera insistir en ese punto porque cuando uno habla del origen no está hablando de «cuando fue que se me ocurrió la pregunta», y entonces dice «ah no, fue en la tardecita del domingo cuando apareció la pregunta». No; cuál es el origen de esa pregunta, cómo esa pregunta me viene a mí.
Y yo quisiera allí llamar la atención sobre un asunto que quizá a nosotros se nos está escapando no porque queramos sino porque prácticamente es propio del presente. Cuando uno revisa a Platón y lee (el pasaje sobre) la caverna, y ve que el conocimiento tiene que ver con asombrarse, y ve que el asombrarse tiene que ver con que, hacia donde uno dirige la luz dirige la mirada, noten ustedes una cosa curiosísima y es que el asombro no ocurre porque lo que está allá me llama la atención, sino porque yo de alguna manera arrojo la mirada hacia aquello que me causa asombro, y asombrar es sacar de las sombras, poner a la luz. Desde allí yo creo que nosotros hemos perdido esa capacidad de asombrarnos, pero más aún hemos perdido la capacidad de pensar en el modo (de) como asombrarse en el presente, es decir cómo es que nosotros nos interrogamos sobre el presente, porque prevalece a nivel metodológico un tema que tiene que ver con la insistencia en revelar al mundo como objeto de uso, y eso es un pecado o una cierta desviación de la época.
El modo como nosotros revelamos el mundo o nos asombramos ante el mundo ya no es solamente un tema de la relación entre el sujeto y aquel mundo que se presenta, sino una separación muy severa del mundo, de tal suerte que el mundo es aquello que se puede usar, lo que me sirve, lo que es útil, y cuidado sí en el trabajo de ir construyendo la tesis doctoral o ir construyendo el pensamiento liberador, lo que prive sea una concepción de uso del mundo.
Y ahí quisiera yo ir al último plano, al plano político. Es decir, dejamos de lado el ontológico, el epistemológico y metodológico, y vamos para el plano político. En el discurso de las damas y del ausente Figuera, hay una cosa que yo creo es evidente, un cierto afán por buscar la política desde la condición menguada de la política misma. La política sufre de mengua porque la política no es discusión ya, entonces cuando uno habla de un lenguaje comprometido, que es un lenguaje que apunta a una posición política, eso es una posición que en el presente es vista como una posición que está menguada, que está en desventaja con respecto a aquella otra posición que se plantea como descomprometida, con afán universal, que es omnipresente. Y allí hay un tema que yo creo importante tratar de rescatar con respecto al tema de las tesis doctorales y yo diría un poco más, con respecto al tipo de conocimiento que nos toca a nosotros. No en balde –y quiero insistir en ese punto porque es interesante, me acabé de percatar cuando estaba hablando la profesora Teresa- no en balde el tema del conocimiento emancipador debiera aparecer con mayor fuerza que la idea de conocimiento liberador, porque el conocimiento liberador quizá apunta más a una noción de liberarme, de quitarme cosas de encima, mientras que el conocimiento emancipador tiene más bien la idea de involucrarme más con el mundo, y en ese sentido yo creo que sería importante en algún momento tratar de dar esa discusión. En particular, y esto es ya es una desviación profesional, porque en el discurso que se da sobre conocimiento libre (se fue Horacio , que le iba a comentar una cosa sobre el software libre), muchas veces esa idea de libertad, por el predominio que hay del discurso liberal en lo político, sugiere una suerte de libertad a título individual, y resulta que el problema de liberación o emancipación de que se está hablando es de carácter colectivo.
En ese caso, y es precisamente por eso, que el lenguaje debe ser en primera persona y plural, diría yo. Yo, y esta es otra desviación profesional más, (con respecto a) ese tema del nosotros, creo que es un tema que en el presente se puede superar rápido si se tiene conciencia de eso, pero no porque se supere ese problema de lenguaje nosotros estamos superando la desviación de creer que el conocimiento es un instrumento para hacernos dueños del mundo. La gran diferencia creo yo entre este conocimiento emancipador y aquel conocimiento capitalista, radica en buena medida en que en el conocimiento emancipador nosotros somos parte del mundo, en el otro el mundo está puesto a nuestro servicio, y esa diferencia que es así de chiquitita en lo discursivo, es lo que marca la diferencia entre que tengamos mundo dentro de 200 años o no.

* * *

Lecturas:

- Desarrollo endógeno sustentable y solidario, entrevista hecha a Alejandro Ochoa por: Amadine Ramis, en http://www.aporrea.org/educacion/a54250.html
- Del fracaso del desarrollo al desarrollo endógeno sustentable: La nueva Organización de Desarrollo Regional, en http://www.scielo.org.ve/scielo.php?pid=S1315-99842007000100003&script=sci_arttext
- Desarrollo endógeno, aprendiendo en red, en http://rade.weblogs.us/rade-documentos
- Aprendiendo en torno al desarrollo endógeno, http://ecotropicos.saber.ula.ve/db/ssaber/Edocs/centros_investigacion/csi/publicaciones/monografias/desarrollo_endogeno/aprendiendo_torno.pdf


(Grabación y Transcripción José Javier León)

lunes, 12 de abril de 2010

TV Esquizofrenia los medios en los días del golpe contra Chávez y el pueblo

(VIDEO) TV Esquizofrenia los medios en los días del golpe contra Chávez y el pueblo venezolano
Por: Zurda Konducta / Aporrea.org
Fecha de publicación: 12/04/10

12 de abril de 2010 — La actuación de los medios de comunicación privados en Venezuela como actores protagonicos del golpe de Estado contra el presidente Chávez y el pueblo venezolano los días 11, 12 y 13 de abril del 2002.

Video Fuente: Programa Zurda Konducta, Venezolana de Televisión


jueves, 8 de abril de 2010

Entrevista con Pascual Serrano

Año VIII. La Habana 5 de ABRIL de 2010
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Entrevista con Pascual Serrano

Los grandes medios ocultan cualquier
experiencia política que muestre otro camino

Cobertura especial de La Jiribilla

Especialista en temas de comunicación y política internacional, el periodista Pascual Serrano es una de las voces que desde España ha defendido con mayor intensidad la validez del proyecto político y social cubano. Colaborador de varias publicaciones españolas y latinoamericanas y fundador de la publicación electrónica Rebelión, en el 2007 resultó ganador del Primer Premio del Concurso Internacional de ensayo Pensar a contracorriente. Es autor de varios títulos entre los que se cuentan Perlas. Patrañas, disparates y trapacerías en los medios de comunicación (2006), Perlas 2. Patrañas, disparates y trapacerías en los medios de comunicación (2007), Medios violentos. Palabras e imágenes para el odio y la guerra (2008) y Desinformación. Cómo los medios ocultan el mundo (2009).

¿Por qué se monta una campaña en torno a Cuba y no acaparan los titulares de la gran prensa mundial las numerosas protestas que están ocurriendo en el Medio Oriente o dentro de la propia Europa?

Sucede con cualquier experiencia política que muestre otro camino a seguir y que alcance una implantación y apoyo popular importante. Los medios son parte de un sistema económico y político, su existencia —tal y como la entendemos ahora— solo puede mantenerse en ese modelo neoliberal, por tanto se convertirán en la guardia pretoriana ideológica de ese pensamiento y aplastarán cualquier conato de sublevación. En Arabia Saudí acaban de condenar a muerte por decapitación a un presentador de televisión de un programa de magia bajo la acusación de brujería. Su presencia en los medios será mínima.

¿Cómo es posible que se oculte deliberadamente la verdadera historia de estos presos para convertirlos en mártires y paladines de la lucha por la libertad y la democracia, entendidas además desde el prisma capitalista y occidental?

Por lo mismo que he señalado anteriormente. Llevan años ocultando todas las verdades que no se adapten a su objetivo político y tergiversando los hechos para seguir en su combate. Es importante comprender que las guerras hace tiempo que se desarrollan en el campo de la información.

Un ejemplo de estos días bastaría para escribir un nuevo capítulo de Desinformación…: Siguiendo la estrategia de Goebbels de que una mentira repetida mil veces se torna en verdad, los locutores de las televisoras internacionales repetían que las Damas de Blanco habían sido golpeadas mientras el video tomado en el lugar mostraba exactamente lo contrario. ¿Cuánto dice este hecho del modo en que trabajan estas trasnacionales de la información?

Dice mucho, pero quiero señalar que no basta con quejarnos, también nosotros debemos hacer un esfuerzo para mejorar nuestras claves de comunicación. En demasiadas ocasiones los gobiernos progresistas de América Latina no actúan con suficiente diligencia y transparencia para combatir las mentiras con las que son atacados.

En un momento en que las relaciones entre Cuba y la Unión Europea estaban en un proceso de acercamiento, se firma esta resolución del parlamento europeo intromisoria en los asuntos de la Isla, al parecer con el doble propósito de colocar a Cuba en la palestra pública pero también con la intención de interferir en esta nueva política de relaciones exteriores. ¿Cómo se perciben dentro de España estos sucesos?

España y Europa viven un adocenamiento social patético. Entre los que viven engañados y los que viven sin ninguna motivación intelectual el panorama es desolador.

¿Qué oportunidades tiene en el mundo moderno un ciudadano común, bombardeado constantemente por los mensajes que publican las grandes trasnacionales informativas de enterarse de las verdaderas historias que estas intentan todo el tiempo distorsionar según sus propios intereses?

Oportunidades tiene. El problema es el modelo mental dominante de frivolidad y consumo que impide a muchos preocuparse por la búsqueda de la verdad. Y, por supuesto, la diferencia de capacidad de difusión de los grandes medios y los alternativos y honestos es abismal.