Hacia un nuevo comienzo... Jornada de Recuperación de Bienes en la sede de La retirada - Eje Geopolítico Territorial Cacique Mara #UBV #ConBolivarYChavezVenceremos pic.twitter.com/vLTTT8kOPf
— UBV CACIQUE MARA (@UBVCaciqueMara) July 27, 2019
“La Universidad Bolivariana, es motor, es vanguardia, es caballo, es lanza, es bandera, de un nuevo modelo educativo de liberación. Ustedes son actores fundamentales de esa vanguardia, siéntanse orgullosos mujeres y hombres”
Fragmentos del discurso del Presidente Hugo Chávez, Caracas, 08/11/2003, en el marco de la inauguración de la sede UBV Zulia.
Fragmentos del discurso del Presidente Hugo Chávez, Caracas, 08/11/2003, en el marco de la inauguración de la sede UBV Zulia.
sábado, 27 de julio de 2019
La UBV tiene un nuevo comienzo...
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martes, 16 de julio de 2019
La UBV cumple 16 años!!!
Palabras pronunciadas en la celebración de los 16 años de la Universidad Bolivariana de Venezuela
Por
José Javier León
![]() |
Foto: Norman Prieto |

La
UBV ha estado llamada desde su nacimiento a subvertir el orden
colonial del conocimiento universitario. Pero la UBV somos nosotros,
es decir, el conjunto de cada uno de nosotros, y somos por tanto los
llamados a hacerlo, por lo que esa subversión debe ocurrir antes
aquí dentro, en nosotros y, en consecuencia, se hará no como mera
proyección sino carne, músculo y nervio en la UBV. La Universidad
Bolivariana de hoy es lo que hemos aprendido en ese proceso de
subversión, y se parece a lo que hemos creído y crecido. En otras
palabras, nosotros somos la UBV hoy y de hoy. Y en nuestra
transformación y renacimiento está la UBV de mañana.
Yo
he venido pensando que los problemas son directamente proporcionales
al avance de la revolución bolivariana, es decir, los ataques a los
que hemos sido sometidos, de afuera y de adentro, tienen una
violencia que se corresponde con la resistencia de las fuerzas
revolucionarias. Buscan destruir con alevosía lo mucho que hemos
avanzado. Casi he llegado a pensar que son propios de la revolución
los muchos y acumulados problemas, porque no hay manera de
transformar de raíz sino trastornando el sentido acostumbrado de las
cosas. En 1823 Bolívar llegó a exclamar “la época de la patria
ha sido la época del crimen y del saqueo”. Hoy tenemos patria y
como ayer, mil demonios se han desatado contra ella. Necesitamos una
mente esclarecida, un mirar visionario, temple y firmeza en lo que
emprendamos, para poder avanzar sobre los escombros de la Venezuela
rentista y parasitaria que nos jalona y que nos dice que esa y no
otra es Venezuela. No. Son los estertores de la muerte de lo viejo lo
que estamos viviendo, es lo que no se resiste a dejar de ser lo que
en muchos casos nos rodea para inocularnos desesperación y
desesperanza. Compañeros, la vida nace de y en lo que se pudre, lo
viejo es abono. Por eso no veo mayor problema en los problemas, sino
la evidencia de que estamos haciendo y avanzando en la dirección
contraria a las fuerzas de la muerte, que son las de la cultura del
capital. Es evidente que deben haber contradicciones y que no siempre
compartamos criterios porque lo que está en construcción está en
movimiento y el movimiento es cambio y el cambio tiene mucho de
desconocido. En otras palabras, donde no hay problemas no hay
transformación. Y si los problemas arrecian, es porque arrecian las
contradicciones. Debería ser evidente que la importancia de
Venezuela en el mundo, su papel estelar en la geopolítica, venga
acompañado de una crisis del tamaño de los intereses que están en
juego y que pueden dar pie a una conflagración mundial. No es poco
entonces lo que está en juego.
La
guerra que estamos padeciendo es híbrida y multifactorial, ya se ha
dicho, y parte de esa guerra trajo desmantelamiento de nuestra
infraestructura en comunicación, alimentación, salud, educación,
ámbitos en los que avanzamos en una década vertiginosamente. El
ataque a la UBV es similar al sufrido en otras sedes universitarias y
a muchas y diversas instituciones estatales y públicas. No es ni de
cerca un caso aislado. Lo mismo la disminución de la matrícula.
Pero proporcional a los ataques ha sido la respuesta revolucionaria.
¿O no fue poco ganar las alcaldías y gobernaciones como las
ganamos? ¿No fue sorprendente y no quedó el mundo abismado al ver
cómo vencimos la violencia de la guarimba con la Constituyente? ¿No
fue un golpe maestro de la política la contundente victoria en la
elección presidencial que prácticamente acabó con la oposición,
hasta el punto de no dejarle a los EEUU otra alternativa que quitarse
la careta e inventarse -de la nada- un presidente de alfeñique?
Todos esos triunfos se convirtieron y son hoy garantía de paz, una
paz que hay que cuidar y proteger contra todas las provocaciones y
contra la fábrica desatada de mentiras, contra todos los sabotajes y
actos terroristas. Una paz también, relativa y problemática,
asaltada y vulnerada por la guerra económica llevada adelante por
factores internos y externos que ya todos conocemos bastante bien.
Pero, en ese marco de desestabilización generalizada ocurren en
nuestra realidad muy particular acciones de la más alta importancia
estratégica: el renacimiento de una ciudad que estaba tirada al
abandono, calles destruidas, montañas de basura, desmantelada la
infraestructura vial y de luminarias, los servicios públicos todos
al borde del colapso, hospitales y escuelas en ruinas, en fin, la
destrucción sistemática de la ciudad para provocar la sensación y
la condición de inviabilidad que se tradujo entre otros factores en
una huida de profesionales y jóvenes. Pero entre las acciones y
respuestas a lo planteado por la derecha fascista y retrógrada, hay
una para mi fundamental, la toma por las fuerzas bolivarianas del
Centro de la Ciudad. Yo creo que debe estar claro que ese Centro no
es sólo geográfico sino sobre todo simbólico y que de allí la
gestión de la gobernación y en especial de la alcaldía han de
irradiar a toda la ciudad y a todo el Estado. Controlar la capital y
su centro es el paso previo al control territorial de lo simbólico.
De modo que debemos inscribir el nacimiento del Corredor
Universitario Hugo Chávez en la retoma histórica, geográfica,
cultural de Maracaibo en alianza estratégica con el sur y todas las
coordenadas este y oeste de la ciudad y municipios vecinos. Debemos
recordar y enfatizar que la revolución bolivariana tiene en lo
territorial un anclaje fundamental. Así que para emprender cualquier
proyecto productivo, es requisito primordial el conocimiento y el
control del territorio. Eso lo comprendió y asumió la UBV como
parte orgánica y estructural de su ontología y praxis.
De
más está decir que soy uno de ustedes y que he padecido los
problemas, y en lo posible contribuido a la construcción de la UBV
en nuestra sede, cuando nacimos allá en la Rinconada y ahora, en
este momento coyuntural, complejo y difícil. Con respecto a la sede
en La Rinconada he pensado una frase que creo contundente y casi
lapidaria: lo tuvimos todo y no supimos qué hacer. Veo en esta
síntesis contradictoria un reflejo de la revolución bolivariana
pero también una evidencia de la capacidad de soñar, de ir por
sobre la realidad a paso de gigante, del Comandante Chávez, cuando
pensó -utópico y telúrico- que podíamos desarrollar un Núcleo de
Desarrollo Endógeno siendo que todos los llamados a ejecutar ese
sueño veníamos de universidades enclaustradas, coloniales,
rezagadas, aunque también de diversas luchas revolucionarias que
debían en la UBV juntarse y caminar juntas -sin haberlo hecho en un
proyecto similar jamás-. Fue sin duda con la revolución liderada
por Chávez y a través de los años poco a poco y no de la noche a
la mañana como si fuera una revelación de iluminados que nos fue
naciendo la urgencia de construir conocimientos arraigados en la
diversidad cultural y productiva, un concepto de economía raigal
diametralmente opuesto al rentista petrolero propio de lo que fuimos
durante todo el siglo XX, una colonia norteamericana. No teníamos
para darle forma al sueño del Comandante sino las armas melladas del
conocimiento libresco y especulativo. No podíamos en verdad, hacer
más. Sin embargo, desde muy temprano, imbuidos por el impulso de
Chávez, comenzamos a desaprender, a mirarnos por dentro, a
reconocernos en dinámicas inéditas, a aprender haciendo. Y eso es
lo que hemos hecho en estos 16 años. Aprender, equivocarnos y
aprender. Sin los errores es imposible el conocimiento y la
sabiduría. ¿Podíamos saber -como lo sabemos hoy- que necesitábamos
producir nuestros alimentos, por allá en el 2004? ¿Era posible
hacerlo viviendo en la burbuja de los petrodólares? Sólo Chávez y
su experiencia campesina lo sabía y nos mandaba a construir lo que
hoy sí sabemos nos pueden salvar: los gallineros verticales. Por esa
razón, no somos los mismos, mucha agua ha corrido bajo el puente y
hoy estamos en mejores condiciones para afrontar esta y todas las
crisis que vengan, porque tenemos una experiencia que debemos saber
valorar y dimensionar. Sabemos que sólo unidos podemos vencer, que
el conocimiento tenemos que arraigarlo en prácticas y saberes
tradicionales, que debemos explorar las vetas productivas de nuestros
PNF y PFG, hasta dar con una fórmula inédita en las universidades
venezolanas: la unión estratégica de conocimiento y tecnología,
comunidades y territorios. En la intersección de todas esas claves
está la UBV.
Por
eso me parece tan providencial que en medio de la crisis, hablemos de
renacimiento, de un nuevo nacimiento. Pongamos pues al servicio de
ese alto sueño todo lo que sabemos. Toda la unión y toda la
sabiduría acrecentada por la resistencia, por los muchos dolores
pero sobre todo por la alegría de sabernos juntos construyendo la
patria de todos y todas.
Compañeros,
como ya lo saben estoy asumiendo una dirección que sólo tendrá
éxito si es colectiva. Tengo en mis manos las sistematizaciones de
todos nuestros aportes en sucesivas jornadas de discusión y
construcción universitaria. Estamos hoy en plena revisión
curricular. Asumamos todos esos procesos con optimismo y con la
mirada puesta en el más alto de los objetivos: la transformación de
la realidad. Como lo decía de alguna manera Chávez en el 2011:
Las instituciones de educación
universitaria deben desarrollar componentes socioproductivos apoyados
en las capacidades científico-técnicas e innovadoras para impulsar
la transformación del capitalismo rentístico en un nuevo modelo
productivo socialista, que permita el desarrollo del protagonismo
socioproductivo del estudiantado y del Poder Popular, aunado al
potencial productivo y científico- tecnológico local, regional y
nacional,
Las instituciones de educación
universitaria deben priorizar el interés del trabajo liberador por
encima del interés por el capital, favoreciendo la elaboración de
estrategias que apoyen la vinculación
universidad-producción-innovación, a través de la organización,
creación y generación de conocimientos y la formación y educación
del estudiantado del pueblo, para que asuman el control directo de
los procesos de producción, distribución y comercialización de
bienes y servicios imprescindibles para satisfacer sus necesidades y
contribuyan a la construcción del modelo productivo socialista, a
través del vínculo conocimiento-producción,
Las instituciones de educación
universitaria deben contribuir al desarrollo del protagonismo
socioproductivo y del potencial creativo para acompañar el
desarrollo humano integral del Poder Popular, en la construcción de
una nueva sociedad democrática, basada en la ética del trabajo y en
la participación activa y protagónica del pueblo trabajador en los
procesos de transformación social, a través de sus proyectos de
vida colectiva entrelazados con los planes de desarrollo local,
regional y nacional,
La
transformación universitaria pasa por el estímulo y apoyo al
desarrollo del protagonismo socioproductivo de las y los estudiantes,
de modo progresivo y diferencial, así como de la multiplicación del
número de proyectos productivos universitarios, que contribuyan a
innovar con fuentes de trabajo y a generar nuevas oportunidades de
inserción socio-productiva, con el fin de promover condiciones para
la producción autónoma de base científico-técnica independiente,
como vía de fortalecimiento de la soberanía nacional.
He
citado ampliamente algunos considerandos de la RESOLUCIÓN Nº 1282
del 27 de julio de 2011. Está plenamente vigente en su espíritu
transformador. Hago propias esas palabras y las invoco para que
juntos y juntas, las hagamos realidad.
jueves, 27 de junio de 2019
Conversatorio: PERIODISMO Y POSVERDAD
PERIODISMO Y POSVERDAD en el marco del Día Nacional del Periodista, moderado por Alexis Blanco y que tuvo lugar en el Centro de Arte de Maracaibo Lía Bermúdez
La
verdad es un desiderátum
Depende
de quien la dice, y por eso está entrañablemente vinculada al
poder, que la impone a la fuerza. En otras palabras, quien tenga el
poder para imponer su verdad, la tendrá.
El
pueblo (si cuando decimos pueblo hablamos de un sujeto histórico en
pugna contra los poderosos que lo niegan e invisibilizan) puede
conocer alguna verdad incluso como testigo directo, como testimonio,
como actor o protagonista, pero si no tiene el respaldo de la fuerza
para imponerla, su verdad no se hará efectiva, vale decir, no se
sabrá.
La
verdad del pueblo es amasada con la ética que es el refugio de lo
humano a donde no llegan ni la fuerza ni la muerte.
La
verdad del pueblo encarna en hombres y mujeres que, de pronto, son el
pueblo todo, el pueblo mismo.
La
verdad nos hará libres, reza el evangelio. Pero lo que nos libera,
finalmente, es la ética. No por decir la verdad seremos libres, sino
por sostenerla aun en el más completo de los silencios incluso con
la vida.
Las
operaciones de intoxicación contra la verdad están dirigidas a
corromper la relación Verdad-Realidad y Verdad-Ética
Resulta
obvio que los medios tengan que mentir. El capitalismo sería
insostenible si se supiera la verdad.
Lo
novedoso es que lo medios mientan con tanta frecuencia e intensidad.
Acaso se deba a la relativa facilidad con que los ciudadanos/usuarios
de las redes pueden hoy enterarse de ciertas verdades que los poderes
fácticos necesitan mantener ocultas.
Al
proliferar las fuentes (por la multiplicación exponencial de
usuarios de las redes con capacidad potencial y siempre creciente de
producir contenidos) han proliferado los medios alternativos, en
consuno con las redes. Por eso, el poder se ve obligado a
controlarlas si no puede controlar del todo las fuentes. También las
controla a éstas, desacreditándolas, bien de manera individual,
bien de manera colectiva, desautorizando las posiciones y tendencias
ideológicas.
El
espacio de la comunicación tiene que ser ocupado por la
“comunicación” mediática, siempre y por definición, mediada.
Pero
el ascenso de las voces alternativas y su correspondiente fuerza
mediática vienen acompañados por un declive del prestigio del poder
de la fuerza de los medios. Ese declive es compensado con el
ejercicio del poder al desnudo, sin afeites ni adornos.
Se
impone así el terrorismo mediático y el sicariato, simbólico o
físico, aunque el primero siempre precede al segundo.
Por
otro lado, el declive de las formas tradicionales del poder (lo que
sería la pérdida de la hegemonía) se traducen en el ascenso de las
formas para-estatales o para-privadas (mafias de toda laya cuyo único
signo ideológico es la protección a muerte de los mecanismos de
acumulación de riqueza de los ricos) del poder de la violencia. Si
no se puede ocultar la violencia, y luego no se puede disimular,
entonces se precisa de una violencia opaca, secreta, sorda, terrible,
(por) omnipresente.
Otra
estrategia consiste en colmar el espacio mediático con la
proliferación de fuentes “alternativas” con mayor poder y
capacidad mediática que hagan el trabajo de intoxicación o
contaminación de la atmósfera o medioesfera. Y por supuesto, captar
voces alternativas que se han labrado un reconocimiento o prestigio
poniendo transitoriamente a salvaguarda su ética, pero que
finalmente ceden a las presiones, a los chantajes, al cansancio o la
desesperanza.
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jueves, 25 de abril de 2019
Participación en el Taller Comunicación en tiempos de guerra
Comunicación en tiempos de guerra
Realizado el sábado 20 de abril de 2019
en el Centro Cultural Juan de Dios Martínez, municipio San Francisco
José Javier León
joseleon1971@gmail.com
Tengo un tiempo trabajando la relación de la comunicación con la memoria y el territorio partiendo de algo muy sencillo, que puede ayudarnos a pensar más cosas. Se trata de lo siguiente: el capitalismo tiene un objetivo central, que es el que le permite el que todos conocemos, a saber la acumulación de riquezas. Sin embargo, lo que digo es que previo a este tiene un objetivo central: destruir la memoria de la humanidad, la memoria de los territorios y por ende de la gente. Por eso, objetivos militares son: bibliotecas, museos, los grandes y más importantes edificios, y por supuesto las personas que tienen o guardan la memoria de sus pueblos: líderes espirituales, religiosos, sabios en el manejo de la palabra, como los pütchipü'ü o palabreros. Esto tiene la finalidad de que las poblaciones queden sin referentes, esto es, sin a quién ni a qué acudir, sin poder dirigirse en un momento de conmoción a un lugar específico porque desapareció, o porque ha sido borrado o derruido. El capitalismo busca que las personas pierdan los lugares de referencia y, cuando eso ocurre, quedan desorientadas y por tanto vulnerables, pues no pueden acudir por ejemplo a sus líderes espirituales ni pueden ir a un lugar donde pudieran reencontrase y reconstituirse. Esa destrucción sistemática la practican en guerras declaradas o en guerras no convencionales, las cuales por cierto, siempre han existido.
La guerra no convencional antecede a la guerra regular o convencional, a la intervención militar con disparos y bombas. La que vivimos es una guerra de ablandamiento, como la que se practica a un país sitiado como se sitiaban antes castillos y fortalezas, o ciudades enteras. La mitológica guerra de Troya fue un sitio de 10 años y Homero la cantó en el siglo IX a.C., cuando ya era memoria oral. Sólo cuando la ciudad ya no se puede sostener ocurre la ocupación. No estamos pues, ante un escenario novedoso.
La humanidad siempre ha buscado autodestruirse, tal vez por un extraño sentido tanático, un amor por la muerte que parece acompañar la condición humana. Por eso pienso que debemos ver la actualidad con un sentido antropológico pues ciertamente, lo sociológico aunque está candente, si tratamos de reflexionar debemos ir más allá y por eso, creo, ir a lo antropológico.
Estos encuentros, esta necesidad que tenemos de hacer un control de daños y un control espiritual, nos sirven para ver cómo está avanzando en nosotros el conflicto. Por eso me parece fundamental traer a la reflexión cómo el capitalismo ataca la memoria. ¿En ese escenario qué nos toca hacer? Sin duda, fortalecer la memoria, trabajarla. Pienso al respecto que EEUU ha cometido algunos errores, como lo cometieron en Siria, en Irak, naciones milenarias. Han cometido el error de medirnos con su rasero tecnológico. En sus círculos pensantes debieron prever que si nos quitaban la electricidad y nos quitaban el acceso a la tecnología, que sin duda es, para ellos una adicción, un fenómeno que han estudiado por años, caeríamos en una suerte de estado de crispación por abstinencia o algo así, una suerte de colapso emocional que desencadenaría brotes de violencia en cadena. De hecho, cuando inició este conversatorio la compañera Tania partió de lo tecnológico mostrando una serie de equipos reproductores, grabadores y de telefonía que por algún tiempo fueron hitos tecnológicos. Ese cálculo lo hizo la inteligencia norteamericana pero en nosotros, que somos caribe, indios, negros, que tenemos una memoria popular, se activó exactamente lo contrario.

Activaron la resistencia, lo que apenas una generación atrás nos constituye. Mi papá, por ejemplo, creció criando cochinos. Es decir, lo campesino (un mundo fundamentalmente no eléctrico) lo tenemos en la pata de la oreja. Muchos son campesinos, es decir, están vinculados directamente a la tierra, vale decir, a la memoria, al madrugar para aprovechar el sol desde que nace y acostarse como dicen, con las gallinas. Se trata entonces de un error de cálculo que, o bien puede prolongar la guerra en tanto se prolonga el sitio, como también tomando conciencia de este potencial vinculado a la tierra y a la producción en el campo, puede convertir el sitio en otra cosa e incluso, llevarnos a ganar la guerra, por cuanto habremos tomado plena conciencia de nuestros propios y soberanos procesos.
Con respecto a lo estratégico de la comunicación, he pensado que nuestros gobernantes se equivocan cuando ocultan o se reservan información, muy al contrario creo que deben informar. Yo pienso que hay que decir la verdad. La gente no se merece, por un asunto de cálculo político, desconocer la gravedad del asunto. Si eso lo hubiera hecho Fidel la revolución cubana hubiera caído. La conciencia del pueblo cubano viene de que Fidel informaba con números pormenorizados el estado de la guerra. Lo que sostiene al Che no es la iconografía capitalista sino que decía la verdad. Y la podía decir porque tenía moral para ello, porque era inflexible y justo. Nuestros gobernantes en cambio, calculan demasiado y se equivocan. Tienen que informar y cuentan con los medios para hacerlo.
Por otro lado, he pensando que los gobiernos deben cumplir esa suerte de mandato de Jesús de optar y comenzar por los más débiles. Creo que un gobierno revolucionario debe partir de esa lógica cristiana de que los últimos sean los primeros, porque muy al contrario he visto que las zonas populares, al oeste de la ciudad, o bien algunos sectores llamados periféricos (cuando no marginales, por vivir al margen del… derecho a la ciudad, a la salud, a la educación, a la cultura...), son discriminados en el acceso a los servicios. Ciertamente, cuando servicios en crisis como en este caso el eléctrico comienzan a ser medianamente controlados, estos sectores resultan más golpeados con horas de racionamiento más largas que los del norte de la ciudad, donde por cierto vive menos gente pero donde se consume y derrocha más electricidad. Parece instruirse que deben resistir y aguantar los más pobres. Una lógica perversa, no sé decir si maquiavélica.
Eso es parte de lo que mencioné arriba como “cálculo político”. El pueblo sin embargo, noble, se moviliza y ha votado mayoritariamente a favor de la revolución en distintos eventos electorales, a pesar digo, de ser sistemáticamente golpeado en escenarios como el actual, porque no es nuevo que son esos sectores los que más llevan. Responde ello a ese cálculo, como también, a un uso perverso de la comunicación institucional puesto que se protegen y privilegian intereses contrarios a los del pueblo.
Asistimos también a un renacer, producto de la guerra, de cosas que teníamos perdidas, que tienen que ver con la memoria y que nosotros desde nuestros espacios, desde nuestros sitios de trabajo y trincheras, tenemos que impulsar y dar la mayor de las fuerzas, entendiendo que en ellas se concentra la vida. Cuando llega la noche y llega la oscuridad, llegan la voz del anciano, la voz de la abuela, la voz de la experiencia, llegan los cuentos, llega la lectura nocturna con velas o linternas y se extiende la posibilidad mágica de la noche, se hace presente y presencia la vida. Yo leí a un filósofo alguna vez comentar que los japoneses cultivaban la oscuridad, la noche, lo oscuro para tener encuentros con lo esencialmente humano*. Los gringos pues, se equivocaron. Pretendieron quitarnos la tecnología y nos entregaron la noche, y la noche es la maravilla. Nuevos amigos, reencuentro con los vecinos, solidaridad, noviazgos, porque en la noche se cultiva el amor y la amistad. Eso es maravilloso, pero debemos saber conscientemente que todo ese mundo inexplorado está ahí, a flor de cotidianidad.

Finalmente, debemos hacer todo lo posible para que nuestros gobernantes e instituciones entiendan que tienen que informar. La información y la verdad por dura que sea, tiene que venir acompañada de acciones de gobierno. Porque el pueblo está resistiendo por su naturaleza, por su ascendencia negra, caribe, campesina, indígena. Pero tenemos que incorporar todo eso a la conciencia, convertirlo en programa y llevarlo a la escuela, a los liceos, a los talleres, incluso, aunque haya luz, hay que hacer la noche. ¿A qué me refiero? Al cultivo de la palabra y la memoria. Debemos llevar la palabra a los medios y aprender a producir comunicación como memoria. Tenemos que lograr que sea atractivo, pues resulta muy atractiva la noche, ahora bien, cómo llevamos la noche a los medios entendiéndola claro está, como una dimensión mágica y profunda. En otras palabras, cómo llevamos la memoria a la radio, las redes y la televisión para construir la vida.
En síntesis, planteo que sólo podemos resistir si nos salimos de la lógica de producción, distribución y consumo del capitalismo.
Igualmente, es muy importante organizarnos a partir de la verdad que sabemos, que podemos saber y descubrir con la organización popular y sus equipos de estudio e investigación, porque ciertamente, la verdad es una construcción colectiva.
Lo otro que no debemos perder de vista es que estamos embarcados en una guerra civilizatoria, que formamos parte de una guerra del capital. Se están moviendo las placas tectónicas del poder mundial, está reapareciendo la antiquísima Ruta de la Seda, y con ella unas riquezas enormes de las que no tenemos dimensión. Una extensa región del mundo está pasando a concentrar el poder económico, amén de que cuenta con la mayor cantidad de población del planeta y de todo eso, apenas si tenemos noticias. Nuevos y enormes bancos están desplazando a la banca sionista, norteamericana y europea. Esa realidad emergente no la puede parar EEUU, con sus presiones, chantajes y aspavientos. Muy probablemente ya no cuenta con la capacidad militar ni productiva para detener lo inevitable, además porque hace años, precisamente por su afán desmedido de riquezas, trasladó sus capitales golondrinas al Asia y a otras regiones del planeta buscando mano de obra barata. Además, tiene una deuda astronómica impagable por lo que estamos ante un país quebrado y peor aún, moralmente quebrado, que ya no puede erigir su hegemonía ni con más Hollywood ni campañas pronorteamericanas.
Nosotros somos víctimas, por estar en este hemisferio, de esa vocación de llamarnos “patio trasero” producto de esa Doctrina Monroe que según Bolton está viva y muy viva. Pero se trata de bravuconadas. Debemos pues, saber que estamos en una situación límite que incluso podría arrasarnos, pero no podrán hagan lo que hagan detener la realidad emergente. Venezuela es hoy por hoy un proveedor seguro de petróleo para China y otros países en crecimiento, además somos una potencia en gas y oro, y el oro volverá a ser respaldo para la diversa canasta de monedas del nuevo orden económico, pues el dólar va a desaparecer como moneda de referencia, como de hecho ya está ocurriendo.
Ahora bien, somos actores y protagonistas en todo esto y sólo la conciencia podrá salvarnos. Debemos aprovechar esta coyuntura para concentrarnos en la palabra, en la construcción colectiva de la memoria y desentrañar la síntesis que ya mencioné: resistiremos si y sólo si escapamos de la lógica del capitalismo.
__________________________________________
*
En
un fragmento del artículo, se lee: "El
capitalismo también prohíbe las horas oscuras y
para eso tiene que incendiar el mundo.
El capitalismo prohíbe el aburrimiento y para eso tiene que impedir
al mismo tiempo la soledad y la compañía ¡Ni
un solo minuto en la propia cabeza! ¡Ni un solo minuto en el mundo!
¿Dónde entonces? ¿Qué es lo que queda? En el mercado, donde la
televisión está siempre encendida, donde la música está siempre
sonando, donde las luces siempre destellan, donde las vitrinas están
siempre llenas, donde los teléfonos celulares están siempre
llamando, donde incluso las pausas, las transiciones, las esperas,
nos proporcionan siempre una emoción nueva. El capitalismo lo tolera
todo, menos el aburrimiento. Tolera el crimen, la mentira, la
corrupción, la frivolidad, la crueldad, pero no el tedio. Berlusconi
nos hace reír, las decapitaciones en directo son entretenidas, la
mafia es emocionante. Eso que el filósofo Stiegler ha llamado la
“proletarización del tiempo libre”, es decir, la
expropiación no sólo de nuestros medios de producción sino también
de nuestros instrumentos de placer y conocimiento,
representa el mayor negocio del planeta.
El
capitalismo y su industria del entretenimiento construyen todo lo
contrario de una cultura del ocio. En griego, ocio se decía
“skhole”,
de donde viene la palabra “escuela”. Pero a nosotros nos
divierten, nos entretienen, nos distraen.
Y sin embargo, el primer espectáculo, aquel que define al ser humano como precisamente humano, aquel del que ha surgido todo lo que hemos hecho y todo lo que somos, tiene que ver con la oscuridad y la quietud.
Y sin embargo, el primer espectáculo, aquel que define al ser humano como precisamente humano, aquel del que ha surgido todo lo que hemos hecho y todo lo que somos, tiene que ver con la oscuridad y la quietud.
(…)
Para nosotros, nunca llega a hacerse realmente de noche, de manera
que hemos perdido la posibilidad de ver la Vía Láctea; es decir, la
galaxia en la que habitamos y que nos permite orientarnos en el
cosmos. Nuestros cielos son tapas o valvas que ocultan el firmamento.
Como moluscos, estamos encerrados dentro.
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viernes, 22 de marzo de 2019
La poesía es el sentido siempre naciente
Tomado de su BLOG

Es sabido, largamente, que los seres humanos somos seres de palabra. Que las palabras nos constituyen y conforman. Por lo que debemos saber, también, que todos los ataques al ser humano son, en el fondo y en esencia, ataques a la palabra, a sus palabras. De ahí la crueldad del ostracismo y el aislamiento, la desorientación y desolación que provoca que nos corten la comunicación con los otros, con el entorno, con el mundo. Nuestros verdaderos límites están en nuestras palabras. Podemos llegar al confín del mundo viajando en ellas. No hay prisión, si la palabra vuela. Esto lo sabe el poder que la cercena. Que la pervierte, la enajena y la borra.
He pensado que los que alejan a la poesía del
pueblo persiguen que este pierda el contacto con las palabras
esenciales, con la esencia de la vida que está en las palabras.
Alejan a la poesía creando una distancia, un muro ilustrado,
elitesco, haciendo creer que la palabra poética es asunto de
iluminados. Pero no. La poesía nació en el pueblo, sólo que llegada
a palacios y cortes se remilgó, edulcoró y pretenciosamente,
elevó. Sí, después del tránsito por la tierra, por los dolores y
amores de los hombres y las mujeres, la poesía derivó en fabla de(l)
poder.

Porque la escritura nació para la administración,
para llevar cuentas y haberes del mundo del dinero. Todo se podía
olvidar menos las deudas y el nombre de los morosos. Por su parte,
las leyes tampoco podían ser olvidadas y menos incumplidas y por
escrito debían quedar sus interdictos. Leyes y administración
nacieron para cuidar los bienes de los poderosos y la escritura fue
el vehículo para fijar, establecer, determinar. La ciencia y el
conocimiento, lo que tienen de fijo, establecido y determinado, les
vendría también de la escritura. En ese sentido, la literatura
sería muy posterior a esos usos mundanos. Y cuando llegó a la
poesía, esta sufrió su rigor: fue encapsulada en formas fijas,
estrictamente medidas. La poesía sin embargo, desembarazándose de
los impuestos, impregnó a la escritura de sus atributos, desafiando
la ortodoxia, la sintaxis y la ortografía. Recordando y retomando
sus orígenes, su fuego inaugural.
La escritura se encargó de desplazar a la
oralidad obviamente, por venir del pueblo; por ende, mira con desdén
los juegos de (la) palabra, su graciosa vitalidad. Hay una poesía
sin duda hecha a la medida de la escritura y de sus vicios, de la
escritura clasista y excluyente, y
sólo se acerca al pueblo cuando se acerca a la oralidad, a su espontánea y dúctil flexibilidad.
La verdadera poesía tiene claro que debe vérselas
con la escritura y su poder. La escritura procura cercar y dominar.
Procura controlar. Busca que la realidad no se desborde ni salga
de la horma. El poder que está detrás de la escritura y que con
ella se expresa, presenta dos opciones: la oscuridad opaca del
sentido o su transparencia inocua. Lo críptico que se despeña en
el vacío o el sentido que no tiene doblez ni trasluz. La escritura
necesita el sentido y sobre todo, fijarlo. El poder se construye
sobre la base del sentido y mientras más pétreo, mejor. Lo que
rompe el sentido y funda el sinsentido, busca escapar al cerco. He
ahí la liberación, la fiesta y celebración de la locura.
La verdadera poesía desafía el sentido
establecido e indaga en la realidad que se escapa como las imágenes
del sueño al despertar. La poesía es el sentido siempre naciente.
Por eso la verdadera poesía es indagación y revelación. El
universo no cabe en un idioma, querido Ramos Sucre, lo colma y lo
desborda en lo que tiene de imprevisto e impredecible, impronunciable
e indecible. La poesía funda sentidos, los abre, los descubre, los
revela, para llevarnos más lejos, más allá, para trascender la
realidad y descubrirnos parte del mundo en lo que tiene de sagrado e
inmortal. Y lo hace descubriendo en la realidad lo que nos
trasciende, a través de la grieta, el intersticio, la celosía, el
envés y el través. Las palabras en estado poético giran en su
gozne. Están aquí y allá, nos devuelven su sentido aquí y abren
uno y otro del otro lado. Con las palabras nuestras, las de todos los
días y las que bullen en la infancia y la memoria, des-conocemos el
mundo y nos abrimos camino en él, a tientas, asombrados. La poesía
se hace con las palabras de siempre, nombra lo que aún no existe
pero que comenzará a existir como imagen y posibilidad a partir de
su modulación. Es en la palabra cotidiana, de pronto extraña, por
donde asoma la vida que nos trasciende e ilumina.
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domingo, 17 de marzo de 2019
Del Apagón a los TES
Del
Apagón a los TES
José
Javier León
Maracaibo,
15 de marzo de 2019
Pasadas
las 5 se fue. Como se nos había ido en la noche del día anterior y
apenas nos estábamos acostumbrando a unas horas de energía
eléctrica e internet, pensamos que se trataba otra vez de ese
racionamiento no declarado, no oficializado, jamás explicado.
Rutina, pues. Lo raro era que se había ido en una hora rara, ni
media ni o’
clock.
Cuando oscureció y me asomé al horizonte vi con desazón que la
cosa iba para largo ya que las luces de cuando no tenemos en el
circuito pero sí al frente, no rutilaban para mi más profunda
envidia. Al contrario, todo iba de gris plúmbeo a negro espeso.
Y
nos agarraba sin cena, en nuestro apartamento sin servicio de gas
doméstico. Recurrimos a los teléfonos y la señal era rala y
escasa; la mía, muerta. Con el paso de los minutos nos fuimos
enterando de que la cosa no sólo iba para largo sino para lejos. Que
era un apagón de los mandados a hacer. Fui al carro porque no
tenemos radio en casa, esta no llega ni en condiciones normales (al
parecer por los muros de concreto), pero no encontré una sola
emisora trasmitiendo. El apagón tan temido nos estaba ocurriendo,
desguarnecidos.
Por
suerte la brisa donde vivo estaba y sigue estando maravillosa y
dormimos literalmente oyendo las olas del lago batir toda la noche. A
media mañana intentamos la primera excursión a las afueras, movidos
para ponerle picante a la cosa, por una cuasi emergencia médica: un
dolor como de apendicitis. Ya sabíamos que el apagón era en serio y
el carro, por si faltaba algo más, anunciaba un desperfecto. Dimos
varias vueltas de prueba sin atrevernos a salir de la isla (sí,
vivimos en uno de los tres islotes en la ribera norte de Maracaibo)
hasta que nos decidimos, arriesgándonos a quedar varados en una
ciudad que despertaba al desasosiego.
Era
viernes y los viernes están los gochos de las verduras. Mucha gente
pero el punto estaba pasando y la cola avanzaba hasta que, por
supuesto, dejó de pasar. Como somos clientes de años largos nos
fuimos con las bolsas y pagamos por transferencia. Todavía se podía
y se pudo por un par de días más hasta que a todos se nos ocurrió,
por supuesto a los comerciantes primero, que bien podían tasar los
productos en dólares, así los botellones de agua (porque de paso no
hay agua corriente en Maracaibo) salían a 2 por dólar aunque en
otros sitios salían a 3. Comenzó lo de siempre pero multiplicado:
la especulación, la discreción, el hago lo que me sale del forro y
si no te gusta ya sabéis lo que tenéis que hacer.
Compramos
lo que pudimos, fuimos a un centro de salud popular y el diagnóstico
de la doctora en calma y en penumbras despejó la urgencia; corrimos
a refugiarnos brevemente en la casa materna donde había la
posibilidad de cocinar con gas. Empezó el ir y venir y la
preocupación por lo que estaba en la despensa, congelado. Al tercer
día, el sábado, era evidente que teníamos que tomar una decisión
y optamos no sé si por la mejor pero sin duda la más caribeña:
hacer una parrilla. En nuestro caso, por vivir en una playa, la cosa
pintó perfecta, y no sólo para nosotros sino para familias enteras
que colmaron la costa y desde bien temprano sacaron mesas y
chinchorros mientras el humo sabroso alejaba el apagón. Jóvenes,
niños y uno que otro borracho, dominó, pelotas, risas y la alegría
más allá de todos los llamados (que no escuchábamos ni atendíamos
por no tener ni redes ni “medios de comunicación”) despejaron el
caos y el desastre. “Octavita de carnaval” la bautizó mi
comadre.
Amanecimos
lunes con las despensas críticas. Nos fuimos a casa de una amiga que
también tenía gas para cocinar y a continuar, con la angustia
creciente, el compartir, el juego y la conversa. Al caer la tarde
comenzaron las sirenas y las detonaciones. La poca información que
nos llegaba era nerviosa y electrizante. Yo pasé horas mirando el
horizonte extrañamente iluminado, como por un aura que no sé si era
fruto de la miopía o la esperanza. Noticias de que estaba llegando
la luz en algunas partes del país se confundían con las de los
saqueos. Agotado de esperar no sé qué y con la brisa fría, me
acomodé para dormir. Pasadas las tres, llegó.
Al
terminar de amanecer regresamos a la isla y aunque había pocas señas
de los desórdenes nocturnos, quedaba la calma chicha de que algo aún
no llegaba. En efecto, la noche del lunes y buena parte del martes,
se desató un vandalismo con intereses encontrados en el que las
aguas se mezclaron para dejar en la orilla los restos y arrestos de
un nuevo orden comercial.
Escribo
esto hoy, viernes 15, a una semana completa del apagón y tras pasar
toda la noche del jueves (otra vez el jueves…) sin luz -y
angustiados porque “al que lo mordió macagua, bejuco le para el
pelo”- por una sobrecarga (según informaron) que se largó varias
subestaciones y transformadores. Sin duda, esta será nuestra
cotidianidad quién sabe por cuánto tiempo más. Porque construir un
sistema alterno e independiente del gigante Guri llevará su
eternidad, amén de las inversiones que se han hecho, descuidado
cuando no abandonado para contar alguna vez con termoeléctricas
eficientes y al tiro y con el casi utópico parque eólico de la
Guajira, majestuoso Guri de vientos alisios.
Ojalá
lo aprendido a golpes nos lleve alguna vez a planificar desde las
bases formas de producción de energía autónomas. Mientras tanto
les dejo un enlace para que revisen esta propuesta, los TES
(Territorios Energéticamente Sustentables) acaso la más acuciosa
que puedan encontrar en miles de kilómetros a la redonda:
(https://drive.google.com/open?id=0B-qLVBvd0mI_SEluLWdMSGV1VjhqWXItb2EtdW9JcllNZlJr)
Que
las velas de Rodríguez nos iluminen y la tenacidad de Bolívar nos
acompañe. Venceremos!!!
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miércoles, 6 de febrero de 2019
Contra el Comunicado sibilino y guabinoso que pide elecciones a petición del Imperio
Análisis
del comunicado presentado por un grupo de autollamados "chavistas" y opositores, entre los que se encuentran cuatro
exministros de Hugo Chávez, Juan Barreto, el periodista Manuel Isidro
Molina y los opositores Enrique Ochoa Antich y Reinaldo Quijada. Se puede leer en esta dirección: http://noticierodigital.com/forum/viewtopic.php?t=119468
Análisis
del documento
1.
“Ante la tragedia histórica que sufrimos en la Patria...”
La
frase que encabeza el documento en cuestión revela de entrada el
posicionamiento anti-revolucionario y pro-norteamericano de los que
lo suscriben, y esto por varias razones:
2. “Más allá de los argumentos
constitucionales y legales acerca de los actos políticos que han
tenido lugar con el ejercicio del poder ejecutivo”…


3. “… la fractura nacional que padecemos
los venezolanos...”
Cuando buena parte de ese grupo se separó del
gobierno bolivariano lo hizo buscando una “fractura” y con ella
contribuir a una crisis política que diera al traste con el gobierno
del presidente Maduro. Lo que les dolió es que esa “fractura” no
se dio y desde entonces cada vez que pueden y aprovechando las
circunstancias más difíciles, rebuscan fracturar la unidad política
del gobierno porque saben, como lo sabe el Imperio, que eso puede
socavar las bases de la revolución y debilitarla. Lo que le duele a
ese grupo es que su salida no significó fractura alguna y que se
volvió nada su intento por arrastrar con su prestigio de políticos
sin pueblo, intelectuales y “chavistas originarios” la base
social que hoy acompaña al Presidente.
4. “Hoy pretenden disputarse la legitimidad
del poder dos actores polarizados...”
La polarización.
Los que critican la existencia de la polarización como parte del
enfrentamiento entre polos de poder, se asemejan a aquellos que
niegan la lucha de clases en su más clara expresión: proletarios y
burguesía, trabajo y capital, alegando que el mundo es otro. El
discurso contra la polarización es hipócrita y falso. La
polarización existe porque se trata de una lucha histórica entre
bloques de poder que se expresa en la lucha de los trabajadores y
trabajadoras contra el capital, entre patriotas y vende-patria, entre
mujeres y patriarcado; entre pueblos indígenas y pensamiento
colonizado; etc. No se puede, pues, temer a la polarización. Muchos
de lo que hoy la critican han llegado a decir que antes de Chávez no
existía. Espero que el disparate salte a la vista. Por otro lado, no
son dos polos los que hoy se disputan la legitimidad, hay un polo
legítimo y otro al servicio de EEUU y el capital, es decir, un polo
patriota y chavista hoy movilizado y consciente, y otro que hace
parte de la estrategia multifactorial del golpe de Estado, donde
entran la guerra económica, la asfixia financiera, el boicot, el
sabotaje, la corrupción, la indolencia, y por cierto, estas voces
“críticas” que encubren, silencian y ocultan sibilinamente las
causas -la fuente- de la “crisis”.
5. “...dos actores polarizados bajo el
imaginario del doble poder...”
El imaginario
del “doble poder” es una estrategia o fase del manual de golpe de
Estado que busca fracturar las instituciones y desestabilizar al
gobierno. Desde el chavismo y la estabilidad del gobierno, no hay tal
doble poder. Además, hablar de doble poder es asumir su existencia y
de alguna manera convalidarla. Es poner en el mismo rango a los dos
poderes y reducir la verdadera polarización histórica a una
“polarización” caricaturesca, como esa que pretende enfrentar a
Maduro y toda la institucionalidad bolivariana contra el “gobierno”
de Guaidó. Este grupo de “chavistas críticos” hablan del
imaginario del doble poder cuando lo que hay de verdad es un poder
real legítimo y legitimado, además de legal y constitucional, y un
poder imaginario, virtual, mediático, al que documentos como el que
suscriben pretende insuflar un tipo de existencia.
6. “Sólo faltaría que dos ejércitos
decidan enfrentarse...”
Lo que no dicen
y encubren los “chavistas críticos” es que el ejército del otro
“gobierno” es un ejército mercenario, aupado y apoyado por los
aliados de EEUU. La Venezuela bolivariana, víctima de esta
estrategia imperial del doble poder que busca implosionar la
institucionalidad del gobierno estaría en todo su derecho de
enfrentar a un gobierno invasor. No
dicen estos “intelectuales” que la estrategia del doble poder lo
han practicado en otros países intervenidos y ayudados
humanitariamente,
ocultan y encubren con su accionar apátrida una estrategia entre
refinada y burda del imperialismo norteamericano en su afán de
continuar con el discurso del chantaje sobre lo que significaría una
guerra en pérdidas materiales y vidas humanas. Nadie
está preparado ni desea una guerra, pero decir que el gobierno la
promueve porque participa en la polarización enfrentándose a un
supuesto otro gobierno con un supuesto “otro ejército” es
hacerle el juego al golpe de Estado y negar la perentoria necesidad
que tendría nuestro ejército bolivariano de -ante un ataque-
defender la Constitución y la estabilidad nacional. Si
ese supuesto ejército actuara, debe el Estado defender la
independencia e integridad de la Patria. Más allá de que sea o no
una “batalla final”, que por supuesto no lo sería. Por otro
lado, nuestras FFAA ya están actuando cada vez que por las armas o
persuadiendo van contra diversos objetivos irregulares en esta guerra
híbrida prolongada de -ya no tan baja- intensidad.
7. “Nosotros apostamos a la unidad de la
nación...”
Falso. Con su
discurso sobre el “doble poder” y los intentos fracasados para
buscar una ruptura -siempre actuando en coyunturas en que los ataques
al gobierno se hacen más fuertes, siempre sacando documentos que
echan más gasolina a la hoguera y alientan a la desestabilización-
no apuestan a la unidad, al contrario, apuestan, sueñan y trabajan
por la fractura. Son sus viudos y sueñan con que llegada la caída
del gobierno bolivariano se hayan ganado con sus posturas derecho a
espacios de poder. ¿No les da pena ni vergüenza actuar como
borrachos que
se disputan una botella vacía, cuando discuten con Rafael Ramírez
porque este -desde una delirante ridiculez- asomó que quería ser
candidato a presidente?
8. “Propiciar la caotización de la
República”.
Encubren estos
sibilinos actores que el imperio ha desarrollado una amplia
estrategia de caotización. No la provocará
-aunque sí la hará más fuerte, sin duda- un enfrentamiento militar
directo, además ya existe y este gobierno le ha venido haciendo
frente con diversas acciones (La Misión Vivienda, Barrio Nuevo
Barrio Tricolor y hoy Venezuela Bella que las integra a todas). ¿O
acaso no la están enfrentando nuestros alcaldes y gobernadores para
devolver la ciudad a los ciudadanos promoviendo vida ciudadana en paz
y bienestar? Aquí está muy
claro quien promueve el caos y a quién le interesa que los semáforos
no funcionen o que la basura no sea recogida.
La violencia callejera del 2017 fue terrible en términos de
destrucción de las ciudades y mucho aprovechó las toneladas de
basura empleadas en las barricadas… Contra esa violencia se levantó
la Constituyente. Desde entonces, la oposición perdió fuerza y
capacidad para movilizar y generar -más- violencia, aunque hoy sigue
siendo su única estrategia, claro está protegida mediáticamente
por el imperio que “exige” al gobierno -empleando iconos de la
farándula, actores y factores políticos mal intencionados (como el
“Pepe” Mujica), o simplemente desinformados- no reprimir las
manifestaciones o ir a elecciones y claro está, perderlas.
9. “Nos parece una irresponsabilidad del
gobierno y de la mayoría de quienes integran la AN, no actuar para
evitar, mediante el diálogo y la negociación… una confrontación”
Decir que este
gobierno no ha buscado el diálogo es mezquino e irresponsable. Se
podría decir que la oposición ha sido en algunos momentos, incluso
“obligada” a dialogar, como parte -en su caso- de un forzado plan
B. Hay que recordar que el esfuerzo supremo por el diálogo, llevado
a cabo en República Dominicana mientras sólo para presionar
incendiaban al país e incluso personas vivas, fue pateado
estruendosamente por el que devino un archienemigo para la paz de la
República: Julio Borges. Allí se habían logrado acuerdos
trascendentales y ese señor, a una llamada del gobierno
norteamericano desde Colombia, en estado de ebriedad se burló de
todos y entregó el país a una inminente guerra civil. Sólo la
voluntad de paz de Nicolás Maduro y la madurez del pueblo
bolivariano hizo posible la estabilidad; y valga acotar que sobre la
base de aquellos acuerdos pateados por la oposición, se construyó
el escenario electoral del 20 de mayo y buena parte de la relativa
paz que hoy gozamos. Hay que recordar contra los amnésicos que por
millones salimos a votar cuando pesaban sobre nosotros terribles
amenazas. En esta misma línea, ha sido el gobierno el que ha hecho
esfuerzos por llegar a “acuerdos aceptables para todos”… pero
sería bueno saber, a qué llama este grupo de “chavistas críticos”
acuerdos
aceptables… La
oposición pide un nuevo CNE… ¿Qué piden ellos? Oh casualidad,
también un nuevo CNE que -suponemos- sólo será creíble y
aceptable cuando le de la victoria a la oposición pero que volvería
a cometer fraude y sería in-creíble si
gana el gobierno. Piden por cierto un “referendo consultivo”
cuando venimos de elecciones de gobernadores, alcaldes y concejales y
una elección presidencial con observación internacional y con un
CNE que sólo es puesto en entredicho por la oposición cuando
pierde. De
alguna manera ese referéndum
que piden ya existió en toda esa seguidilla de elecciones y si (un
sector de la oposición) no participó no fue por no creer en el CNE
sino por hacer parte del discurso de EEUU que busca deslegitimar las
instituciones, discurso -el de la deslegitimación- en el que se
inscribe este comunicado.
De modo que pierde su tiempo esta nueva Plataforma -¿Opositora?-
convocando y saliendo a recoger firmas para un referéndum, cuando lo
que toca (frente a los ataques continuados de la AN en desacato y
evidente Caballo de Troya de EEUU desde aquel infausto diciembre de
2015 y enero de 2016 fecha en que comenzaron los ultimátum, los 3
meses; no, los 6; que este plan sí y si no, aquel o por qué no,
todos a la vez, contra Nicolás Maduro -que si colombiano, que si
ilegítimo, que si desconocido, que si revocado, etc.-) cuando lo que
toca, insisto, es convocar a elecciones adelantadas para una nueva
Asamblea Nacional para que entre en el cauce constitucional y haga
parte de todos los poderes y no pretenda erigirse como lo pretendió
en poder absoluto.
10. “Exigimos
que se produzca la inmediata restitución del régimen de libertades
y garantías...”
Insólito.
Esta parte del documento ya es un dictado directo de la retórica
intervencionista del Departamento de Estado. Hablan de “presos
políticos” cuando a todas luces aquí la oposición ha cometido
crímenes que sólo se pueden pagar con cárcel, y cuando la verdad
es que muchos de los actores que alientan al golpe de Estado y
traicionan a la patria gozan de una inmunidad y un impunidad grosera.
Aquí hay actores y organizaciones que han practicado terrorismo y
por lo tanto no tienen derecho -porque por sus acciones contra la paz
lo han perdido- al ejercicio libre de la política. Hablan de
“represión”, cuando a todas luces ha habido movimientos
insurreccionales y violencia callejera muy lejos del calificativo de
“pacíficas”.
11. Otros
puntos no contienen a mi parecer mayores problemas, aparte de llover
sobre mojado con la retórica oficiosa de los comunicados que cuentan
con un mínimo de sensatez y sentido común, aún con el piquete
sobre la exigencia a la FANB de no “arremeter contra su propio
pueblo”… a menos digo yo, que parte de ese “pueblo” devenga
factor de terrorismo y violencia y, aún así, ha dado fehacientes
muestras de uso progresivo de la fuerza y cuando ha habido excesos,
ha actuado la justicia. Es decir, no se puede decir sin mentir
descaradamente, que las FFAA tengan como política la represión. Y
por otro lado, que el llamado a diálogo es casi una exigencia del
gobierno nacional y este grupo de “intelectuales” no lo reconoce.
Por lo demás, está bien que se asuman factor político y está bien
que se organicen y salgan a la arena política, lo que no pueden es
pretender asumir la voz del chavismo, máxime cuando algunos
argumentos de fondo son anticonstitucionales, negadores del esfuerzo
que ha hecho el gobierno por el diálogo y por crear una conciencia y
un movimiento nacional que construya y preserve la paz y la
gobernabilidad.
Hay
que decir además, que la
estrategia de ir a elecciones “convocadas” por un organismo
multilateral o fuera de la Constitución, hace parte de la guerra
total de EEUU porque en vez de buscar una salida política emplea las
elecciones como chantaje, presión y ventana a la desestabilización.
Por un lado niega la autonomía del Poder Electoral y lo somete al
capricho de los que quieren salir de Maduro como sea. Hay que
recordar que cuando las elecciones a la AN, mientras el chavismo
promovió candidatos vinculados a sus territorios y comunidades, los
de la oposición se ocultaron detrás de una manito que permitió
entre otras lindezas que un asesino, por ejemplo, fuera uno de los
candidatos más votados. Ellos
no fueron a unas elecciones sino que utilizaron la plataforma
electoral y la “buena fe” de nuestras instituciones para ir
contra el Estado y tanta fue la furia de esa campaña montada sobre
el castigo a la población (para que castigara al gobierno) que,
apenas ganaron, se desmandaron en un plan alocado de
desestabilización.
Finalmente,
asombra que ni toquen ni se refieran a los ataques a la soberanía y
a la vulgar y grosera intervención norteamericana; ni con el pétalo
de una rosa tocan a Trump y a sus
halcones. Nada. Eso sólo indica quién les paga y quién les dicta
lo que deben hacer y sobre todo, cómo deben posicionarse frente a la
opinión pública como “voces críticas” que han “salido” del
gobierno para “salvarse” y así recibir casi como título
nobiliario el tratamiento de “disidentes”.
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