“La Universidad Bolivariana, es motor, es vanguardia, es caballo, es lanza, es bandera, de un nuevo modelo educativo de liberación. Ustedes son actores fundamentales de esa vanguardia, siéntanse orgullosos mujeres y hombres”

Fragmentos del discurso del Presidente Hugo Chávez, Caracas, 08/11/2003, en el marco de la inauguración de la sede UBV Zulia.

domingo, 21 de noviembre de 2010

La importancia estratégica de las expropiaciones practicadas por el gobierno bolivariano y el Control Obrero

Trabajo especial
La importancia estratégica de las expropiaciones practicadas por el gobierno bolivariano y el Control Obrero
Por: Aporrea.org
Fecha de publicación: 21/11/10


Nota de aporrea: El que se presenta es un material de libre elaboración sobre aspectos positivos a resaltar en la revolución bolivariana, desde las perspectivas de la acción de gobierno y/o de las fuerzas sociales del proceso.

Ha sido realizado como contraprestación de los medios comunitarios y alternativos, para la obtención de ayudas del Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información, mediante la generación de contenidos.

En los audio-videos y fotografías que acompañan al texto explicativo, Aporrea.org muestra aspectos referentes a la importancia y desarrollo de las expropiaciones, nacionalizaciones y experiencias de control Obrero, como claves para el avance en la transición al socialismo.

Veamos qué nos dicen nuestros hermanos de clase sobre los pasos que estamos dando hacia la ruptura con el modelo capitalista y hacia la construcción de un nuevo Modelo de Gestión Socialista; sobre cómo estamos haciendo para que esta embrionaria experiencia de Control Obrero se desarrolle, progrese y en fin, sea la herramienta más poderosa de la Clase Trabajadora para ir hacia la conquista del Socialismo del Siglo XXI.

Tras la lucha de los trabajadores de SIDOR por la nacionalización y con el Plan Guayana Socialista, respaldado por el Presidente Chávez, se despejó el camino hacia el control obrero como vía para la construcción de un nuevo modelo productivo, de vocación socialista, con la gestión democrática y protagónica de la clase obrera
Credito: Plan Guayana Socialista


SIDOR es vanguardia en la implantación del control obrero
Credito: SIDOR


Mesa de Trabajadores para el control obrero en CVG-SIDOR
Credito: Aporrea.org


Celdas para la producción de aluminio en CVG-ALCASA, otra empresa bajo control obrero
Credito: Aporrea.org


Taller de formación de obreros y empleados de ALCASA para el control obrero
Credito: Aporrea.org


Vocero del sindicato de Fama de América durante la lucha por su expropiación
Credito: Comunicador popular


Trabajadores de Fama de América junto a cantautores populares durante la lucha por su expropiación bajo control obrero
Credito: Aporrea.org


Trabajador de Fama de América muestra un periódico popular que dió cobertura y apoyo a su lucha
Credito: Comunicador popular


Tras su expropiación los trabajadores y trabajadoras de Fama de América aumentaron la producción y mejoraron las condiciones de trabajo
Credito: Comunicador popular


Encuentro con los trabajadores del sector eléctrico con el presidente Chávez
Credito: AVN


Angel Navas (al micrófono), de la Federación de Trabajadores de la Electricidad, junto a Stalin Pérez Borges de la UNETE (izq). La participación de los trabajadores al frente de las empresas ha sido clave para enfrentar la crísis eléctrica
Credito: Aporrea.org


Trabajadores y trabajadoras de varias empresas privadas del gas doméstico, ahora en lucha por la nacionalización de este sector bajo control obrero
Credito: Aporrea.org


El paso de la propiedad de las empresas del gas doméstico a la nación, bajo control obrero y comunitario, es una nueva lucha, que reviste una gran importancia para el bienestar del pueblo
Credito: Asuntos Públicos PDVSA Gas Comunal
“No le quedemos mal al pueblo. Estas empresas hay que levantarlas, ponerlas a producir, acabar con la ineficiencia, la corrupción, el despilfarro, y tienen que dar ganancias… Lo demás daría pena, vergüenza… estamos obligados a demostrar, para darle viabilidad al proyecto socialista, que toda esta actividad da resultados positivos, pero hay que cambiar todo el esquema” (Hugo Chávez Frías)

La crisis capitalista global ha generado movilizaciones inusitadas en los adormecidos países europeos, fundamentalmente como respuesta defensiva frente a las medidas que atentan contra las conquistas de los trabajadores y trabajadoras de naciones consideradas prósperas, sobre cuyas espaldas se pretende descargar, una vez más, el costo de la recuperación del capital. En Venezuela, a diferencia de esta situación defensiva que predomina en los llamados países metropolitanos o centrales del sistema, que se mostraban como el modelo de bienestar logrado por las “democracias” del imperialismo y de sus satélites, la clase trabajadora, el campesinado y los sectores populares, vienen conquistando condiciones de mayor bienestar y vienen dominando espacios cada vez mas más amplios de participación.

Una de las expresiones de ese avance son las expropiaciones o nacionalizaciones y el progreso del Control Obrero en las empresas expropiadas, recuperadas y nacionalizadas. Son dos aspectos centrales de nuestro proceso revolucionario: el camino hacia la recuperación y democratización de la propiedad de los medios de producción por parte del pueblo, pasando por la propiedad estatal, para luego ir ganando terreno en la participación a medida que se desarrollan las experiencias embrionarias de Control Obrero y Comunitario: Este es uno de los más claros reflejos de la disposición de lucha de la Clase Trabajadora para seguir dando pasos hacia adelante, en la profundización de la revolución y de la voluntad del Presidente Chávez, como líder de esta gesta histórica, para ir marcando el rumbo de la transición al socialismo, donde las expropiaciones y nacionalizaciones, bajo control obrero y/o comunal son hitos que van definiendo las nuevas fronteras y horizontes de nuestro singular proceso revolucionario.

El Control Obrero de la producción es un requisito básico del empoderamiento obrero y popular, para poder seguir transitando a paso firme las rutas de la transición al socialismo. La clara definición de un gobierno de carácter socialista y la construcción de un nuevo modelo productivo basado en la propiedad colectiva del pueblo y no en la apropiación de los bienes del país por grupos privilegiados o potencias extranjeras, pasa necesariamente por la implantación del Control de la Producción por parte de un Estado obrero-popular-campesino. Ésta sólo se logrará cuando logremos destruir verdaderamente al Estado Burgués heredado y todavía dominante, que forcejea peligrosamente en medio de su agonía y en pleno curso de la revolución bolivariana. Esta es la condición imprescindible para cambiar las relaciones sociales de producción-explotación y establecer definitivamente el poder de la democracia participativa y protagónica del pueblo, hacia la consolidación de la nueva hegemonía y la nueva cultura basada en la convivencia solidaria e igualitaria de todos los sectores del pueblo que viven de su propio trabajo y no de la explotación del trabajo ajeno.

El Presidente Chávez ha ofrecido muestras de su entendimiento de la inmensa importancia que tiene para el avance de la revolución y para dar los próximos saltos cualitativos, el desarrollo acelerado de los ensayo de Control Obrero que se ha iniciado en las empresas recuperadas por los trabajadores.

Con el Control Obrero, el proceso revolucionario avanza, abriéndose paso entre las dificultades

En los dos últimos dos años se han producido acontecimientos importantísimos en el proceso revolucionario. Mientras que la contrarrevolución personificada en la burguesía, ha usado el acaparamiento de productos de la canasta básica, la especulación y la superexplotación como táctica para desestabilizar al gobierno, los y las trabajadoras, junto al Gobierno Bolivariano del Presidente Chávez hemos respondido a estos ataques creando o transformando las unidades productivas en empresas de producción socialista, demostrando de esta manera que este proceso revolucionario está vivo y que las acciones desestabilizadoras de la burguesía en contra de la revolución, lo que hacen es que la clase trabajadora se empeñe más en llevar adelante los cambios.

No son pocos los casos que podemos citar. Hubo una primera avanzada hace algunos años, que condujo a que empresas abandonadas, ocupadas y recuperadas por iniciativa de los propios trabajadores, fuesen declaradas de utilidad social y expropiadas, para ser entregadas a sus trabajadores como empresas autogestionadas, en algunos casos mediante cooperativas y en otros con comités de fábrica que se hicieron cargo de su administración delegada por el Estado. Entre esas empresas estuvieron VENEPAL e INVEVAL, que fueron algunos de los casos más conocidos.

Algo parecido ocurrió con algunas empresas procesadoras de alimentos que fueron asumidas por los trabajadores y las comunidades organizadas o por el Estado; entre estas últimas, algunas plantas de productos lácteos, aceite, centrales azucareras, empresas cementeras y de otros rubros de la economía. No en todos los casos se implantó el control obrero o el control comunitario y hay empresas donde la gestión sigue siendo exclusivamente estatal, pero la aplicación del control obrero y las carácterísticas de su auténtica configuración con el protagonismo obrero y popular sigue estando a la orden del día como una discusión crucial para el destino del proceso revolcucionario en cuanto al reto de la implantación del nuevo modelo productivo y la democracia directa en todos los ámbitos de la vida social.

Entre 2009 y 2010 se produjeron casos como el de La Gaviota, productora de enlatados (sardinas, pepitonas), donde hubo una lucha de los trabajadores y trabajadoras que condujo a la toma del control en sus manos, con resultados muy positivos desde el punto de vista de la capacidad productiva, la eficiencia, la articulación con los pescadores y la comunidad del entorno, y el cambio de las relaciones y condiciones laborales dentro de un enfoque más justo y solidario.

Fue muy conocido el pleito suscitado por la ocupación e intervención de la ex empresa privada Fama de América, por parte del INDEPABIS durante la gestión del ex ministro Samán, así como por el Ministerio de Agricultura y Tierras, como medida para enfrentar problemas de especulación y surtido del mercado con este producto tan importante en la tradición popular venezolana. Esto se tradujo en que los trabajaores de Fama de América se pusieran en pie de lucha para forzar la expropiación de la empresa bajo control obrero, cosa que se logró gracias, en gran medida, al empuje de la clase obrera con el apoyo de las organizaciones populares de Antímano y la solidaridad de sinsicatos de otras empresas, así como de los medios de comunicación del movimiento popular. El establecimiento del control obrero en esta empresa está en proceso, con el apoyo del sindicato se constituyó el Consejo de Trabajadores y hay participación en una comisión creada para la gestión de la empresa, aunque todavía los trabajadores están afinando su organización para que el control obrero sea implementado a fondo, para que se rediseñe afondo el funcionamiento y el proceso productivo bajo la guía de los principios socialistas y los intereses colectivos.

Muy acertada fue la respuesta que dio el presidente Chávez a la crisis eléctrica, quizá la peor que hemos atravesado en Venezuela producto de la atípica sequía que afectó el nivel de la Represa del Gurí. El presidente, sensibilizado por la movilización y las propuestas de los trabajadores y trabajadoras del sector, resolvió colocar bajo Control Obrero la gerencia de las empresas de la Corporación Eléctrica, pero esta vez fue en contra de una gerencia burocratizada que actuó de manera ineficiente e irresponsable en la planificación y en el manejo de la crisis… Nuevamente, la lucha de los y las trabajadoras se tradujo en una decisión correcta y oportuna del Presidente, que opta por confiar en la clase obrera como actor principal para la búsqueda e instrumentación de soluciones a los más agudos problemas de la sociedad y de la nación.

Otro gran gesto, trascendental para nuestra revolución, es el hecho de que en mayo de este mismo año se haya pasado a manos de los trabajadores la conducción de las Empresas Básicas de Guayana (la CVG) que tienen que ver con las industrias extractivas y metalúrgicas venezolanas. Esto fue resultado de de la gran lucha que comenzó en SIDOR tras tres años de congelación del contrato colectivo por parte del antiguo propietario transnacional y que luego de 13 meses de discusión, fue ejemplo de combate proletario, con ejercicio de la Democracia Obrera, asambleas de base para la toma de decisiones y movilizaciones que incluso ocasionaron enfrentamientos con sectores del Estado resistentes a la dinámica revolucionaria. La clase trabajadora siderúrgica conjugó su lucha contractual con la exigencia de que fuese recuperada por el Estado la empresa privatizada en tiempos de la IV República, y el Comandante Chávez decidió la nacionalizó esta importante empresa venezolana. Luego de la victoria, los trabajadores se propusieron ir hacia el Control Obrero en SIDOR y realizaron con los trabajadores y trabajadoras de las demás empresas de la CVG los talleres de elaboración del “Plan Guayana Socialista”, que fue respaldado y puesto en marcha por el presidente.

“Me la juego con la clase obrera

Ha sido la frase lanzada por nuestro Presidente. Con el estímulo y la confianza que infunden estas palabras, los trabajadores y trabajadoras de Venezuela nos sentimos impelidos a dar todo de nuestra parte, para dejar de ser los manipulados de siempre y pasar a ser los planificadores y decisores, tanto en la conducción de los procesos productivos como en la toma de las riendas de la política. Para ello debemos seguir dando pasos decididos y audaces, que apunten a derrotar el modelo rentista mono productor de materia prima y el sistema de explotación capitalista. La clase obrera venezolana lucha hoy para vencer la explotación, la corrupción el despilfarro y la ineficiencia; es una apuesta por un modelo de gestión socialista para la que se hace primordial y vital la experiencia de los trabajadores y su conocimiento acumulado en las diversas tareas claves de las empresas. Es la solución de los problemas en colectivo, a través de lo que ahora se ha convertido en uno de los principales motores de la transformación: el Control Obrero, mediante la constitución de Mesas de Trabajo, asambleas para consultar a los trabajadores y trabajadoras, Equipos de Gestión de las empresas nombrados con la participación de quienes participan de manera directa en todos los procesos de la producción, pero que ahora lo hacen ya no como piezas robóticas que siguen órdenes patronales o burocráticas, sino que empiezan a ser parte de la transformación de las relaciones sociales de producción capitalistas para realizarse donde cuentan como seres humanos y como parte de una comunidad que tiene derecho a compartir la toma de decisiones en beneficio del colectivo de trabajo y de los intereses del conjunto de la población.

El progreso y evolución de esta experiencia pasa necesariamente por cambiar todo el esquema, debemos dejar de ser los exportadores de materia prima barata y compradores de los productos terminados derivados de ésta, pagados a los países industrializados a altísimos precios. Por ello se hace necesario y urgente crear empresas socialistas para la elaboración de productos que den valor agregado a nuestras materias primas. Ese es otro de los gigantescos pasos que debemos andar en el camino hacia nuestra independencia y soberanía plena frente al imperialismo, en función de nuestro desarrollo económico como país. Pero no podemos quedarnos a mitad de camino, como sucedería si únicamente pasamos de la propiedad privada capitalista al capitalismo de Estado.

¿Y si no se pagaran indemnizaciones?

Las expropiaciones continúan y van haciendo aumentar el peso de estas franjas de la economía, cada vez más amplias, bajo responsabilidad del Estado y/o de los trabajadores. Acaban de expropiarse empresas fundamentales para el desarrollo de la producción con vistas a la autosustentación y soberanía alimentaria, así como para el establecimiento de criterios agroecológicos, a la par de la democratización de la tenencia de la tierra. Tal es el caso de la empresa Agro-Isleña, ahora Agro-Patria. Pero no son pocos los casos en que el capital percibe grandes compensaciones por la entrega forzosa de sus propiedades, incluso a precios de mercado, siendo indemnizadas en lugar de indemnizar ellas por los daños causados a sus trabajadores, a las comunidades, a la población y a la naturaleza en general, debido a sus prácticas perniciosas exclusivamente orientadas al lucro pero no al binestar de las mayorías. Estas "compensaciones" que les son pagadas las invierten en otras áreas de la producción o del mercado, así como en la especulación financiera, cuando no en la extracción neta de divisas, y por esa vía, el capitalismo que es extirpado en un lado se reproduce y multiplica por otro, migra, mantiene la infección explotadora y depredadora. Es materia para nutrir un profundo debate al calor de la crítica constructiva para el blindaje del proceso revolucionario, dentro de la tónica de las Tres Erres (Revisión, Rectificación y Reimpulso; está vez al cuadrado) a cuyo ejercicio nos ha convocado el presidente en más de una oportunidad. Estos recursos, que se destinan a la indemnización por expropiaciones o a la compra de empresas por el Estado, podrían invertirse en otros proyectos productivos basados en la propiedad social o en las políticas sociales del gobierno, vivienda, salud, pago de la deuda social.

Una conquista que está dando resultados y que hay que cuidar

Hoy la principal conquista de la expropiación ha sido impulsar la lucha de los trabajadores por organizarse, intentar tomar las riendas de sus empresas, y constituir sindicatos y consejos de trabajadores revolucionarios. Esto es central, junto con la formación política revolucionaria y el reforzamiento de la preparación técnica de nuestros trabajadores.

El desarrollo del control obrero, a pesar de que algunas empresas le fueron entregadas en franca crisis, ya está mostrando sus potencialidades en el incremento de producción (records de producción en empresas) , la mejora en las condiciones laborales, el freno y denuncia de las corruptelas, la implantación de relaciones soberanas en negocios con clientes capitalistas y transnacionales, el aporte creativo con innovaciones surgidas del seno de los trabajadores, mejoras en los servicios y en el aprovechamiento de los recursos, inversión social en el entorno comunitario y aportes para el bienestar social. Es el pueblo que le da amor al pueblo.

Pero hay algo muy importante que hay que cuidar en el camino, y es no dejar que el control de la clase trabajadora sea usurpado por sectores de la burocracia estatal, porque se deformaría el proceso de socialización y nos quedaríamos anclados en el modelo del Capitalismo de Estado. Caeríamos en manos de una especie de neo-burguesía reproductora, en última instancia, del capital, a partir de su manejo jerárquico y autoritario de las empresas, en combinación con la acumulación particular atesorada por esta casta reaccionaria, derivada de los privilegios y de posibles beneficios ilícitos extraídos de las transacciones del Estado con el mercado; es decir, en el marco de una economía capitalista (mundial y nacional). Este es uno de los grandes peligros de la revolución bolivariana. Es algo que depende fundamentalmente de la intensidad y calidad de nuestra participación protagónica, basada en nuestra fuerza de clase.

Como se pudo escuchar en el Primer Encuentro Nacional sobre el Modelo de Gestión Socialista, Control Obrero y Participación de los Trabajadores, de la propia voz de nuestros hermanos de clase:"Trabajadores de todo el mundo, desde Estados unidos a China pasando por Europa, están esperando un punto de referencia para luchar contra el capitalismo. Hoy los trabajadores en Venezuela somos los que hemos avanzado más y podemos ser ese punto de referencia. Esta es una razón más para avanzar hacia un genuino Estado Obrero, en el que la clase obrera tenga el poder y direccione el Estado y la economía".

Vienen más luchas por la nacionalización de empresas privadas bajo control obrero y comunitario

Trabajadores de diversos sectores, pertenecientes a empresas privadas, vienen apuntando hacia la nacionalización bajo control obrero y comunitario, como una solución. Pensando no solamente en la mejora de sus condiciones de trabajo, sino en el combate contra la especulación y el sabotaje burgués a los servicios públicos. Tal es el caso de las empresas distribuidoras del gas doméstico, una parte de las cuales ya han pasado a manos del Estado, a través de PDVSA Gas-Comunal. Esta es una de las peleas que están en curso en estos momentos, ya que estas empresas privadas superexplotan a sus trabajadores, violan derechos laborales y sindicales, abusan de la paciencia del pueblo y también "desaparecen" las bombonas de gas o no abastecen adecuadamente, especialmente -curiosa casualidad- en las coyunturas de más aguda confrontación política entre la derecha golpista y el gobierno bolivariano. La nacionalización bajo control obrero y comunitario está siendo exigida en estos momentos por los trabajadores y trabajadoras de las plantas y camiones de distribución de Tauro Gas, Marina Gas, Hermagas y otras empresas del sector, conjuntamente con las comunidades organizadas en torno a los Consejos Comunales de la carretera vieja de Guarenas y en Baruta (Caracas-Miranda). Los trabajadores y las comunidades populares, de acuerdo con lo expresado por sus voceros y voceras, consideran que las empresas del gas doméstico deberían convertirse en empresas de producción social.

El control obrero y comunitario es vital para el nuevo modelo productivo y del nuevo Estado socialista

Las trabajadoras y trabajadores venezolanos estamos convencidos de que el control obrero, la ocupación de fábricas y la nacionalización de los sectores claves de la economía, son elementos vitales para profundizar nuestro proceso revolucionario hacia la construcción del socialismo, como sociedad donde el pueblo es propietario de los medios de producción y dueño del poder político, mediante organismos de participación democrática. El desarrollo del Control Obrero es una de las formas de ir abriendo brecha hacia el establecimiento de ese tipo de sociedad, por lo que debemos empeñarnos en su establecimiento, expansión y cualificación, con los trabajadores y la comunidad organizados y movilizados, con la sistematización de las experiencias, la formación y cualificación para que sea el pueblo y no la vieja clase explotadora o los estamentos burocráticos del Estado burgués quienes lleven realmente las riendas de la economía, las riendas del país, como única manera de garantizar la máxima felicidad social anhelada y formulada como compromiso del proyecto bolivariano, hacia la forja de nuestro destino soberano, democrático y socialista.

A continuación videos con entrevistas a dirigentes y activistas de la clase trabajadora sobre la lucha por el control obrero:


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