“La Universidad Bolivariana, es motor, es vanguardia, es caballo, es lanza, es bandera, de un nuevo modelo educativo de liberación. Ustedes son actores fundamentales de esa vanguardia, siéntanse orgullosos mujeres y hombres”

Fragmentos del discurso del Presidente Hugo Chávez, Caracas, 08/11/2003, en el marco de la inauguración de la sede UBV Zulia.

lunes, 4 de enero de 2010

¿Y la Ley de Educación?


Por

Roberto Hernández Montoya



Durante meses escuchamos los peores argumentos contra la Ley Orgánica de Educación, sobre todo de parte quienes no la habían leído. Su aprobación significaría el fin de las instituciones democráticas, el adoctrinamiento cubanizante de tus hijos, en fin, el Apocalipsis sería un paraíso en comparación con lo que la histeria mediática imponía como vaticinio seguro.
A la vuelta a clases en septiembre u octubre nos preparábamos para que se desatara el vendaval de niños manos y nalgas blancas, quemando cerros, aparejando guarimbas, violando mujeres policías, produciendo parapléjicos, entorpeciendo calles, inmolando a su propia gente y otras acciones, como se ve, de evidente corte democrático y pacífico. Pero no. Frenazo repentino. Algún burócrata de Washington mandó a parar a Globovisión no sé por qué.
La cosa es grave, amigo opositor que me lees. Y si me lees es porque me concedes el beneficio de la duda, es decir, eres racional. No eres de los que un día escuché en mi vecindario lanzar un cacerolazo convocado por Globovisión, pero apenas el canal les cambió de tema, cesaron instantáneamente. Lo digo en serio. Parecía la caricatura que hace Chaplin de Hitler en El gran dictador, película que te recomiendo ver o volver a ver.
Por eso te digo. Apenas Globovisión cesó la campañita apocalíptica, se detuvieron en seco las manifestaciones, los alaridos, las marchas de sonámbulos histéricos, sobre los que los chicos de Ávila TV nos han develado lo que ya veníamos sospechando: que no solo son brutos sino ignorantes. O a lo mejor no son brutos para otras cosas sino que el fanatismo y el pánico embrutecen al más esclarecido. Imagina un auditorio lleno de Premios Nobel, incluso de la Paz, ¿por qué no? De repente alguien grita ¡fuego! y cunde el pánico en la sala. El más preclaro de esos premiados salta por donde sea con tal de salvar la pelleja, importándole nada lo que se lleve por delante e incluso malograrse.
Los métodos de los medios golpistas son tan estudiados que vuelven autómata al más inteligente. Una amiga me dice que sabe exactamente el día y hora en que sintió que Globovisión la iba a volver loca. En ese instante un ángel marchoso le inspiró que apagara a ese canal. ¿Qué estás esperando?

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