“La Universidad Bolivariana, es motor, es vanguardia, es caballo, es lanza, es bandera, de un nuevo modelo educativo de liberación. Ustedes son actores fundamentales de esa vanguardia, siéntanse orgullosos mujeres y hombres”

Fragmentos del discurso del Presidente Hugo Chávez, Caracas, 08/11/2003, en el marco de la inauguración de la sede UBV Zulia.

viernes, 27 de mayo de 2011

Experiencia agroproductiva en laUBV-Sede Zulia


Conversación con Osvaldo Peñaloza, docente egresado de la UBV Sede Zulia, del PFG Agro-Ecología

Texto y fotografías
José Javier León
joseleon1971@gmail.com

José Javier León. La idea es hacer una presentación de la experiencia que aquí está ocurriendo, quienes están participando, cuánto tiempo tienen haciéndolo, como fue el proceso de organización, el impulso, porque regularmente pasa que dar el primer paso es lo más difícil, luego, sobre la marcha, y como esto es trabajo y el trabajo llama al trabajo, el movimiento lo que hace es crecer si se organiza pues, en torno al trabajo. Comenta la experiencia para iniciar una serie de registros que me parece muy importante que hagamos en torno a la posibilidad cierta de construir en la UBV un centro productivo de importancia para toda la ecorregión en la que estamos, y que las autoridades, profesores y estudiantes necesitamos reconocer, toda vez que por encima de nosotros parece estar pasando la ola de Agro Venezuela y no nos hemos dado cuenta.

O. P. Mi nombre es Osvaldo Peñaloza y me desempeño o fui designado por el PFG de agro ecología como enlace del programa Todas Las Manos A La Siembra. Yo me siento como orientador, como un catalizador, como un canal de todas aquellas inquietudes que los muchachos de Agroecología tienen con respecto al trabajo agro productivo. En este espacio estamos desde hace varios meses, arrancamos en febrero más o menos, un grupo de cinco personas incluyéndome. Poco a poco se han ido sumando compañeros de agroecología, ya los muchachos de BASA forman parte del colectivo que trabaja acá en el campo, pero la idea es que se sume la comunidad UBV, no simplemente el PFG agroecología, el espacio está abierto a toda la comunidad ubevista.
Como se puede ver aquí estamos desarrollando varios cultivos, pepino, cilantro, tomate, pimentón, maní, berenjena, lechuga, rábano, perejil. El objetivo en un primer momento es producir semillas nuestra, de aquí, en lo endógeno, para luego continuar propagándola, y que esa semilla a medida que vayamos aumentando las cantidades podamos en algunos caso donarlas a las comunidades o en su defecto pudiéramos hablar de venderla por un precio simbólico, algo que nos sirva para obtener algunos recursos y seguir trabajando. El trabajo que hemos desarrollado acá ha tenido limitantes, pudiéramos haber ocupado un espacio más grande, pero por la falta de recursos, de palas, etcétera y herramientas en general, no hemos podido darle al trabajo mayor empuje.



JJL. Háblame Osvaldo de tu etapa de formación, porque entiendo que lo productivo no es precisamente lo que forma parte del interés universitario. Por eso me gustaría saber tu trayectoria, tu experiencia, conocerte un poco para justificar de alguna manera eso que en nuestro país es tan difícil, arrancar, empezar a producir algo con nuestra propia manos.


OP. Mis abuelos por parte de padre eran campesinos, mi abuelo era campesino, en Colombia en el Departamento Bolívar, y tenía unas extensiones de tierra, más que todo para producir maíz, tabaco, para abastecer al pueblo donde vivía, yo digo pues que esto lo traigo en la sangre. Yo me vine a Venezuela muy pequeño, tenía seis años, sin embargo cuando yo me vine ya yo había visto a mis abuelos y a los campesinos cuando iban al campo y cortaban el tabaco y lo enrollaban, cuando cosechaban el maíz.
Vine a Maracaibo, aquí estudié toda mi primaria y el bachillerato, estuve estudiando en algunas instituciones privadas a nivel universitario, pero bueno, gracias a Dios que no permitió que continuara y caí aquí en la UBV, experiencia que ha significado para mí un giro de 360°. Aquí me transformé, aquí me gradué, recién saliendo pude ingresar al proyecto agro socialista de El Diluvio Palmar, donde estuve dos años con la Corporación Venezolana Agraria. Eso fue muy enriquecedor no tanto porque trabajé con la CVA, sino por la calidad de la gente con la que compartí allí, los comuneros, imagínese que en mi grupo de trabajo había personas que vivían y se alimentaban en el relleno sanitario, cuando el proyecto se inició a esas personas las reubicaron, fue un trabajo bastante fuerte pero muy enriquecedor. Allí contribuí a la formación de consejos de trabajadores, y una muy buena experiencia que tuve ahí y la réplica la estamos haciendo acá fue el «conuco comunitario», conuco que desarrollamos en medio de 33 hectáreas que nos asignaron para producir auyama. Ese espacio lo usamos para producir más que todo el alimento, de ahí sacábamos hasta el desayuno que llevábamos en la mañana a los trabajadores cuando iban a las labores en el campo. Auyama, berenjena, quinchoncho, en fin, variedades de cultivos con los cuales nos alimentábamos. Después de eso he estado motivando a los muchachos, aquí hay mucha gente que sabe, muchos muchachos que tienen conocimientos y práctica, lo que faltaba antes de empezar era la motivación, decirles que sí se puede, que sí podemos trabajar, que sí podemos producir todas estas tierras, en fin, ese ha sido mi trabajo, acompañarlos en todas sus inquietudes, orientarlos en sus interrogantes.

JJL. Eres egresado entonces de la UBV…

OP. Sí, me gradué aquí en Agroecología, recibí el título de técnico y con ese título fui a trabajar en el Diluvio Palmar, mientras estuve trabajando seguí haciendo la licenciatura, luego que concluí pasaron unos seis meses cuando en el PFG de Agroecología convocaron a un concurso por la vacante de una docente, de ella recibir información muy buena, la profesora Rosa Amado, vinimos varios a concursar por el puesto de docente y sali favorecido.

JJL. ¿Como ves tú la relación Agro Venezuela y Universidad bolivariana de Venezuela. Tienes algún panorama sobre esa relación?



OP. Si le soy sincero la relación no la veo, ahora, que la necesidad existe, por supuesto. Agro Patria, Toda Las Manos A La Siembra, son la parte viva del artículo 305 donde se habla que el Estado implementará estrategias para contribuir al desarrollo agro productivo y sustentable del país. Son programas en los que deberíamos inmiscuirnos todos, toda la comunidad UBV, las comunidades aledañas, comunidades urbanas y rurales, o periurbanas; no debe haber un espacio donde no se cultive algo, porque es parte de nuestra cultura el tener siempre sembrado algo en las casas.
La semana pasada estuve con el grupo de estudiantes de proyecto en una comunidad en La Concepción, en Nueva Independencia Renovada, aplicando una encuesta y llegamos a varias casas preguntando qué tenían cultivado, que tenían sembrado, y mucha gente decía que no tenía nada sembrado, y uno se asomaba y veía que tenía algunas matas de mango, unas matas de níspero, y les preguntábamos que cómo era eso que no tenían nada sembrado ¿y esa mata de mango y esa mata de níspero?, ah no, bueno, pero eso está ahí…, No obstante eso tiene su importancia, es parte de nuestra idiosincrasia; en qué parte de Maracaibo no hay una mata de mango sembrada… a menos que vivamos en un apartamento. Pero si nos vamos por cualquier comunidad siempre vamos a ver una mata de mango, una mata de níspero, eso es parte de nuestra cultura, eso tiene su significado. Ahora bien, que no le demos un valor, que no le demos importancia, eso es otra cosa. Eso hay que cambiarlo, eso hay que voltearlo, yo al menos no cambio un jugo de mango por un refresco, no lo haría, lo que pasa es que no tenemos formación, no le damos importancia, qué importante es saber qué nos proporciona un jugo de mango, un pepino, una berenjena, tantas cosas… Yo en este caso de verdad que culparía a los medios de comunicación, que nos han idiotizado, que nos han alienado, en vez de esos medios utilizarlos para instruirnos en cómo debemos comer, cómo debemos alimentarnos, porque comemos, más no nos alimentamos.




JJL. Osvaldo, y las semillas con las que arrancaron...

OP. La gran mayoría, casi el 95% son semillas que han provenido de productores cercanos, o no tan cerca pero que siguen siendo de aquí, del municipio. Sabemos que son semillas ya establecidas, adaptadas a la zona, ahorita tenemos un proyecto muy importante con una semilla de cacao, no la recuperamos sino que el productor que nos la regaló, de aquí de la Concepción, se la trajo de Santa Bárbara para propagarla en su casa. Pero es algo impresionante, a quien le cuento esto, queda con los ojos abiertos, porque el señor ¡cosecha cacao, lo procesa, produce la pasta, consume el cacao!, entonces nosotros queremos impulsar un proyecto aquí con esa semilla de cacao.



Pero repito, toda la semilla que utilizamos en un primer momento es de la zona, alguna que otra que esté por allí ha sido semilla obsequiada, y otra, muy importante, proviene de lo que acostumbramos a llamar basura y que ya para nosotros no es, son los desechos que pueden recibir otro uso. Aquí hay una semilla que recuperamos del comedor, la del cebollín, en el comedor luego que preparan la comida quedan los restos, los desechos, ellos lo botan, nosotros lo recogemos para compostarlo, lo transformamos en abono para devolverlo a la tierra y en ese proceso hemos ido sacando restos de semillas de cebollín que hemos ido propagando y mire cómo va, se han ido ya acondicionando a las condiciones climáticas de la zona y ya estamos preparando otros espacios para seguir propagando esa semilla. Porque la idea es aumentar la cantidad de semillas de manera que podamos abastecernos y abastecer a las comunidades.
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