“La Universidad Bolivariana, es motor, es vanguardia, es caballo, es lanza, es bandera, de un nuevo modelo educativo de liberación. Ustedes son actores fundamentales de esa vanguardia, siéntanse orgullosos mujeres y hombres”

Fragmentos del discurso del Presidente Hugo Chávez, Caracas, 08/11/2003, en el marco de la inauguración de la sede UBV Zulia.

sábado, 17 de octubre de 2009

Los Yukpas entre el dicho y el hecho


Por

Eduardo Mármol
Docente UBV-Sede Zulia.

El dicho que etimológica y metafóricamente nos mete en el curso y en el decurso de lo que corre y se nos viene encima como las aguas mansas o embravecidas de un río que es nuestro padre parido de la madre tierra. Lo que se dice y se mantiene continuamente en el cursar y discursar, es una pieza oratoria y declarativa, que como costura no puede ser descosida sino por los hechos que no se hayan reflejados mínimamente en una doxa, ahora vacía y tristemente expósita, y que nos sigue comprometiendo con una ejecutoria de palpable correspondencia o en definitiva como prueba de que sólo son palabras que el viento difumina como las cenizas de un muerto célebre.
Ese quiebre y esa pérdida de lo estrictamente vinculatorio entre lo dicho y lo hecho se ha evidenciado en el drama que viven los sobrevivientes del pueblo yukpa en la sierra de Perijá. El gobierno bolivariano le devuelve un poco más de 40 mil hectáreas de tierra de casi 300 mil que les han sido despojadas, desde tiempos inmemoriales; cumpliendo en parte con lo dicho en su empeño de llevar adelante un proceso de cambios y reivindicaciones populares, pero que sin embargo es contradicho por un Estado burgués fortalecido en estos diez años, cruel en su altivez, en la prepotencia de contar en los momentos decisivos con todos los cuerpos de su fuerza represiva; en su altanería de saberse dueño del poder, por encima de cualquier orden presidencial, judicial o legislativa.
Los ganaderos no actúan solos en esta cacería humana. Detrás de ellos está el actual plan de desarrollo que contempla el incremento de la ganadería, de cooperativas de fomento agrícola y que más allá de todo, incluye destripar las entrañas de la sierra para sustraerle hasta el último gramo de carbón y de otros minerales, sin importarle un pito la contaminación de los ríos que dispensan el agua que consumimos en la ciudad de Maracaibo y sus adyacencias, sin conmoverse por el desastre medio ambiental del pulmón vegetal de la sierra de Perijá. Todo este mayúsculo dolor, sólo para favorecer a las transnacionales mineras, y los intereses de la burguesía y de la pequeña burguesía terrateniente. Este plan no puede ser ejecutado sin desalojar a los pueblos indígenas, y ocasionar un cuadro de pobreza indígena irrecuperable e irremediablemente conducente a la miseria. Es el último plan del Estado burgués colonial y colonialista, que se yergue por encima de un gobierno, que aun mantiene su discurso revolucionario del socialismo del siglo XXI.
Han sido asesinados dos líderes yukpas en la sierra de Perijá por sicarios mandados por los ganaderos, justamente un día después de las celebraciones en el panteón nacional del día de la resistencia indígena. Hay también un buen número de heridos. De esta escaramuza ha surgido toda una confusión que no parece espontánea. Los ganaderos acusan Al cacique Sabino de abigeato, sin pruebas esta acusación cae en el lodo de la falsedad. Sabino, baleado también en esa infausta acción, fue ruleteado entre dos hospitales por miembros de las fuerzas armadas del Estado burgués, y mientras permanece preso en su estado de gravedad, su casa es allanada por los agentes del orden. Doris nos llama para decirnos que Sabino está en el hospital militar, a cuyas puertas hay una concentración de amigos, militantes y simpatizantes de la causa Yukpa. Un cuadro triste, y muy comprometedor para el gobierno que dirige el presidente Chávez: queda claro que el comandante no tiene el poder, y que los ganaderos sí que lo tienen, lo ejercen, lo ejecutan para eliminar a los yukpas. Es una cuestión derivada de que la propiedad del Estado es de la clase dominante, por encima de los dictámenes de un gobierno que hace grandes esfuerzos para ser revolucionario, pero que sin embargo siempre es desobedecido por los verdaderos dueños de ese Estado: la burguesía vieja, y esta otra que ha surgido, la de nuevo cuño.
El presidente Chávez en sus magnificas intenciones, ha sido lamentablemente desobedecido una vez más por los dueños del Estado burgués colonial y colonialista, en sus afanes de domesticar o exterminar a los indígenas de la sierra de Perijá para quitarle la tierra con el único fin de entregársela al apetito voraz de las transnacionales mineras, o para seguir conservándola en haciendas o en pequeñas parcelas.
La prepotencia de las fuerzas burguesas con sus mecanismos de Estado, hace que los nobles propósitos de Chávez, y el empeño de su palabra comprometida con la causa indígena, rueden por el piso, y se resquebraje la esperanza impregnada en su discurso de saldar la deuda histórica con los pueblos indígenas.
¿Podrá el comandante presidente Chávez oponerse con fuerza y efectividad a los planes de la burguesía, absolutamente dueña todavía del Estado, en la sierra de Perijá?
¿Será que puede?

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